Con el cierre del
plazo fatal previsto para las inscripciones, el llamado a concursos públicos y
abiertos para la confección de un orden de mérito con vistas a futuros ingresos
laborales a la
Municipalidad de Córdoba concretó ya su filtro preliminar de
aspirantes para la primera convocatoria.
En cualquier caso, la
magnitud de los números es impactante. A lo largo de seis días (del 20 al 26 de
mayo), habilitados para registrar el interés por concursar dos perfiles de
trabajo administrativo y tres de enfermería, la página oficial de los concursos
(www.concursos.cordoba.gov.ar) recibió casi 600 mil visitas, de las cuales
30.757 se tradujeron en inscripciones efectivas.
A su vez, esa nómina
pasó una segunda zaranda con el cumplimiento de los requisitos generales para
concursar y específicos de cada convocatoria, con lo cual quedaron en situación
de “admitidos” cerca de ocho mil aspirantes.
Ese es, a priori, el
universo de personas que podrán rendir las pruebas de oposición, cuyo inicio
está previsto para agosto próximo (todavía sin fecha precisa).
Previo a la prueba,
todos los concursantes deberán abonar un derecho de inscripción a examen (100
pesos), que se supone también provocará algunas deserciones.
Esta es la primera
convocatoria pública que lanza la gestión del intendente Ramón Mestre, que
pretende tener concursados todos los perfiles de la administración para el
primer trimestre de 2015.
Los detalles del
proceso fueron informados ayer en la Municipalidad por el secretario general, Alberto
Giménez, y la subsecretaria de Capacitación, Laura Sesma, que es quien lleva
las riendas de todos los concursos. También estuvieron los especialistas de la Universidad Tecnológica
de Córdoba (UTN) Sergio Quinteros y Roberto Muñoz, quienes representan la
apoyatura técnica para el desarrollo del software de selección y examen, y del
soporte informático general.
Dentro de
aproximadamente 10 días hábiles se conocería un decreto del intendente, con la
lista definitiva de personas en condiciones de rendir.
Por la gran cantidad
de gente anotada, se calcula que habrá exámenes diarios durante al menos una
quincena.
La modalidad será a
través de una plataforma virtual, mediante un programa que maneja la UTN y que tendrá un menú de
unas 500 preguntas, de las cuales a cada aspirante le tocarán 50. Se
encontrarán con ellas al encender la computadora e ingresar un código que les
otorgarán, y del mismo modo la máquina les informará al término del examen la
cantidad de respuestas correctas.
Sesma indicó que para
sortear la prueba habrá que aprobar por lo menos la mitad de las respuestas, y
remarcó que la seguridad y confidencialidad están garantizadas, ya que “nadie
de la Municipalidad
ni miembros del jurado conocerán detalles del examen”.
La funcionaria volvió
a valorar que el Suoem, que antes boicoteaba sistemáticamente la realización de
concursos, ahora haya aceptado participar.
Hay que recordar que,
además de particulares, para rendir también se han anotado actuales contratados
y transitorios que se desempeñan en el municipio, para quienes los concursos y
posterior ubicación en el orden de mérito son la única vía de acceso posible a
planta permanente.
Los contratados suman
980 y los transitorios, 1.880. Todos ellos expresan de manera cabal el sistema
de acceso al empleo municipal que rigió hasta ahora, basado en el acomodo
político y gremial.
Un cambio de
paradigma
Objetivos. Los
actuales contratados y monotributistas, más los ciudadanos comunes que
concursen, competirán por acceder al trabajo municipal. En ambos casos, el
objetivo es priorizar selección por capacidad y que el destino final sea una
paulatina incorporación a planta permanente, según disponibilidad de vacantes y
presupuesto. Nadie podrá ingresar a planta sin rendir concurso público y
abierto. Los órdenes de mérito tendrán vigencia por tres años, prorrogables por
uno más.
Los que están. Los
actuales contratados y monotributistas que decidan no presentarse a rendir
quedarán en la condición en que están, pero sin entrar a planta. Si aprueban y
quedan en el orden de mérito, estarán en período de prueba dos años, tras el
cual pueden pedir su pase a planta, siempre sujeto a aprobación del Ejecutivo.
Los que quieren
estar. Los ciudadanos que concursen y queden en el orden de mérito para un
determinado perfil de puesto de trabajo podrán ser convocados para cubrir
nuevos cargos cuando el Ejecutivo así lo decida. Eso permitirá al municipio
tener gente ya seleccionada incluso antes de necesitarla, y esquivar la
tentación de nombrar amigos.