Por Héctor
GIULIANO
La Voz del
Interior, 18-4-15
En los últimos
tiempos parece estarse acentuando la preocupación en medios políticos y
técnicos acerca de la pesada carga de vencimientos de la Deuda Pública que
heredará el próximo gobierno, tema al que nos hemos referido en numerosas
oportunidades.
La presidenta CFK
dijo enfáticamente en su discurso ante el Congreso del 1.3 pasado: “Señoras y
señores legisladores: hemos desendeudado definitivamente a la República
Argentina”.
No es cierto,
empero, que el país se esté desendeudando ni que lo haya hecho bajo la
administración Kirchner:
a) El
stock de Deuda recibido por el gobierno K era de 150.000 MD (Millones de
Dólares, con redondeo) en el año 2003 y ahora suma entre 240-250.000; es decir,
que ha crecido en 100.000 MD, a un promedio de casi 10.000 MD por año.
b) En
el ínterin, la presidenta dijo que el Estado Argentino pagó 190.000 MD por
servicios de la Deuda (sin que haya información desagregada alguna sobre este
monto).
c) Según
los últimos datos oficiales – Informe de Deuda del Ministerio de Economía
(MECON) al 30.6.14 – el stock de las obligaciones registradas era a esa fecha
de 211.000 MD: 199.000 de Deuda Performing o en cumplimiento y 12.000 de
Holdouts o bonistas que no entraron en el Megacanje Kirchner-Lavagna de
2005-2010.
d) Esta
deuda no comprende los cupones PBI (10-15.000 MD), el excedente estimado de las
cifras a pagar a los holdouts (entre 10-20.000 MD según las fuentes) y los
Intereses a Pagar en el futuro (77.200 MD, a la misma fecha de corte),
conceptos todos ellos que también forman parte de las obligaciones a ser
abonadas.
e) Esto
hace que el total real de la Deuda Pública Argentina en cabeza del Estado
Central – es decir, sin contar Banco Central (BCRA), Provincias/Municipios,
Empresas del Estado, Organismos Nacionales, Fondos Fiduciarios y Juicios contra
el Estado con sentencia en firme – supere hoy los 300.000 MD.
Los vencimientos
de servicios – por Capital e Intereses – de esta Deuda no presentan números
oficiales claros ni coincidentes:
- Las cifras anunciadas por la presidenta son mucho más bajas que las
consignadas en los informes del MECON y, a su vez, las cifras del MECON son
mucho menores que las aprobadas por la Ley de Presupuesto.
- Según el último Perfil de Vencimientos de Deuda del MECON, en el corriente
año caen pagos por capital de 26.100 MD (una cifra dentro de la cual la
proporción general de la Deuda por Moneda es de un 70 % en Moneda Extranjera y
el 30 % restante en Pesos).
- El Presupuesto 2015 aprobado por el Congreso, en cambio, dice que los
vencimientos de capital durante el corriente ejercicio son equivalentes a
53.600 MD; y que el stock de Deuda aumentará en 17.700 MD como producto de un
endeudamiento público total previsto de 71.300 MD.
- Para el año 2016, los vencimientos de capital según el MECON son de 17.300
MD pero todavía no se conocen las proyecciones oficiales para el próximo
ejercicio, siendo que conforme la experiencia de desvíos de los años anteriores
los importes de la realidad presupuestaria estarían nuevamente en más del
doble.
Dentro de este
cuadro de vencimientos, por último, existen varios hechos centrales que
distorsionan todo intento de proyecciones realistas en materia de Deuda, que
provienen no sólo de la falta de
información y/o las contradicciones de cifras oficiales sino también de
cuestiones metodológicas en la presentación de los datos y también de
alteración de razonamientos de simple lógica:
1. La
totalidad de los vencimientos de capital de la Deuda Pública se pagan,
íntegramente, con nuevas obligaciones – vía novación de deuda con el mismo o
con distinto acreedor - esto es, sin que existan cancelaciones netas; y además
se toma sistemáticamente Deuda Nueva.
2. El
perfil oficial de vencimientos – que en los cuadros oficiales se muestra como
decreciente – es completamente engañoso porque parte del falso supuesto que las
obligaciones se cancelan a su vencimiento, lo cual directamente no es cierto
porque los importes de capital (y de los intereses) es creciente.
3. Una
muy alta proporción de la Deuda Pública
– el 58 % del total – está compuesta por Deuda intra-Estado, producto de la
“internalización” de Deuda Externa pagada con reservas del BCRA.
El problema es que esta política de pago a terceros –
acreedores privados y organismos financieros internacionales – se ha hecho a
costa de un empapelamiento del propio Estado con títulos sin capacidad de
repago emitidos contra fondos que no le son propios sino que son administrados
por el Estado (caso FGS ANSES, BCRA, BNA y toda una serie de organismos
oficiales).
La Deuda Pública
Argentina continúa en fuerte aumento por su propia inercia acumulativa, dado
que el Estado no tiene la Solvencia ni la Liquidez necesarias para reducir su
monto y apela entonces a la refinanciación permanente de los vencimientos,
pagando todas sus deudas con nuevas deudas.
Con el agravante
de tener que sufragar además déficits gemelos crecientes – fiscal y externo –
que hoy se cubren esencialmente con emisión monetaria y con uso de reservas
internacionales que se compran con deuda (Lebac/Nobac).
Siendo que el
objetivo final de esta política de pagos a ultranza – hoy tensada al máximo por
la presión de los fallos de la justicia norteamericana a favor de los Fondos
Buitre y el resto de los holdouts – no es dejar de tomar deuda sino, por el
contrario, retornar al Mercado Internacional de Capitales, precisamente para
volver a endeudarse.
Prácticamente
toda la Clase Dirigente Argentina – oficialismo y principales partidos
políticos, sectores empresariales y bancarios, y medios de formación de la
opinión pública – está de acuerdo en salir de la actual Crisis de Deuda con más
endeudamiento público.-