Para el último 25 de mayo con Cristina como jefa de
Estado, el Gobierno prepara una semana de festejos, con varios actos y
recitales, con el objetivo de cambiar el ánimo, tal como sucedió en 2010, por los festejos del
Bicentenario. Pero, además, planea una ceremonia significativa desde el punto
de vista histórico: trasladará el sable corvo del general José de San Martín,
desde el Regimiento de Granaderos a su nuevo lugar de exhibición, el Museo
Histórico Nacional.
Para llevar a cabo el traslado del sable desde Palermo
hasta Parque Lezama, el Gobierno planea un desfile patrio, que -esperan-
convoque a una multitud. Se realizará, para ello, el domingo 24 al mediodía, en
la víspera de un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo. La Presidenta
recibirá el sable en el museo, en una sala que fue acondicionada para proteger
el arma utilizada por el general. Se prevé que el acto sea transmitido en
directo por cadena nacional.
No será la única actividad en la que el Gobierno
buscará dejar su impronta patriota. Un día antes, el viernes 23, Cristina
encabezará un acto en el que participarán ex combatientes de Malvinas. En el
Museo ubicado dentro de la ex ESMA, en Núñez, se procederá al descubrimiento
del Faro de la Soberanía sobre las Islas Malvinas.
También para esa misma semana, cuya supervisión fue
encomendada al ministro de Planificación Federal Julio de Vido, la Presidenta
se reservó la firma del decreto para promulgar la ley de recuperación de los
ferrocarriles, pese a que fue aprobada hace un mes por el Congreso. El anuncio
de Cristina será en el marco de un acto en Retiro, con una fuerte movilización
nacional y popular.
Estas -y otras- actividades se sumarán a la esperada
reinauguración del Centro Cultural Néstor Kirchner, emplazado en el ex edificio
del Correo Central, que se transformará el centro cultural más grande de
América Latina, con alrededor de 15.000 metros cuadrados. Para el evento, el
Gobierno había buscado convencer a Martha Argerich, aunque la excepcional
pianista desistió. En cambio, ya confirmó su presencia el cantante cubano
Silvio Rodríguez.
La obra, que depende también de De Vido, demandó una
inversión superior a los $1.000 millones y tendrá una impactante sala de conciertos llamada Ballena
Azul, con capacidad para 2 mil personas. Allí, se realizará la tradicional
interpretación del himno en el primer minuto del 25 de mayo: estará a cargo del
pianista Horacio Lavandera y la cantante Elena Roger.
Dentro de los festejos por la semana de mayo, los K
incluirán un homenajea a Néstor Kirchner, al cumplirse 12 años de su asunción.
Aunque, con la idea de que el fervor popular invada las calles (los cortes
llegarán hasta la 9 de julio), en La Cámpora harán el intento hasta último momento
para lograr que el líder ricotero Carlos
“Indio” Solari sea el encargado de cerrar, entre fuegos artificiales, el último
gran acto de la Presidenta.
(Clarín, 10-5-15)