Ismael Bermúdez
Clarín, 18-7-15
Los argentinos tienen fuera del sistema financiero
nacional, en cuentas en el exterior, “en el colchón”, en cajas de seguridad, en
acciones, bonos u otros activos US$ 190.676 millones, en su gran mayoría no
declarados en el país. La cifra fue estimada y publicada ayer por el INDEC y
corresponde a las tenencias al 31 de diciembre de 2014. Equivale a un poco más
de 6 veces las reservas brutas del Banco Central y a un 40% del PBI.
Con relación a fines de 2013 –cuando sumaron US$
183.491 millones, representa un aumento de US$ 7.185 millones y de casi US$
23.000 millones con relación a 2012.
El Informe del INDEC señala que, a fin del año pasado,
los “activos externos” totalizaban US$ 271.956 millones. De ese total, “el 12%
corresponden a las reservas internacionales del Banco Central (US$ 31.407
millones), el 13 % a inversiones directas, que incluyen inversiones
inmobiliarias en el exterior del sector privado no financiero (otros US$ 36.150
millones) y el resto (US$ 204.399 millones) a otros activos externos, que
comprenden la tenencia de moneda extranjera, depósitos en el exterior, créditos
por exportaciones, títulos de deuda y acciones de cartera emitidas por no
residentes, señala el informe oficial. Si se excluyen los créditos por
exportaciones e inversiones de otras entidades financieras, quedan los U$S
190.676 millones de “activos externos del sector privado no financiero”, en su
gran mayoría no declarados.
Por su parte, de los US$ 36.150 millones de
inversiones directas en el exterior, un tercio son inversiones inmobiliarias y
el resto, inversiones de empresas.
En 2003, los dólares fuera del sistema rondaban los
US$ 93.000 millones. Así en poco más de una década los “activos externos” de
los argentinos fuera del sistema doméstico, acrecentados por los rendimientos
que pudieron haber obtenido, aumentaron en casi US$ 100.000 millones. Y con una
clara tendencia creciente a partir de 2008, con la crisis internacional que
tuvo un fuerte impacto negativo en la Argentina.
A fines de 2011, para frenar el drenaje de divisas, el
Gobierno impuso el “cepo cambiario” pero la fuga no aflojó porque desde
entonces los dólares fuera del sistema aumentaron US$ 30.000 millones.
Este drenaje de ahorro nacional, que en su mayor parte
no está declarado, se financió con los dólares que ingresaron por los
excedentes del comercio exterior. Las reservas del BCRA llegaron a sumar US$ 52.190
millones a fin de 2010 registrando una deuda externa bruta de US$ 128.618
millones. A fines de 2014, las reservas eran de US$ 31.407 millones y la deuda,
US$ 147.457 millones.
El balance arroja una descenso de las reservas de US$
20.783 millones y un incremento de la deuda externa de U$S 18.839 millones