Iván Ruiz
LA NACION, JUEVES 05 DE NOVIEMBRE DE 2015
Diez mil cargos. Nadie se inquieta en Cambiemos; sin
embargo, por el alto número de funcionarios que precisan para poner en marcha
las gestiones de la ciudad, la provincia, más de 60 municipios bonaerenses y,
eventualmente, la Nación, si Mauricio Macri gana el ballottage, el 22 del
actual.
De los 10.000 cargos saldrían los próximos ministros,
secretarios, subsecretarios, directores, de ahí hacia abajo. La cifra no es
aleatoria: el macrismo, para gobernar, necesitará ese número según concluyeron
una decena de dirigentes de todo el arco político que consultó LA NACIÓN.
Primero, se ubicará a la gente de confianza, a los
equipos de trabajo que ya tienen rodaje. Después, habrá lugar para los
dirigentes técnicos de la fundación Pensar, el think tank macrista. Esperan,
también, que el envión político tras las elecciones motive el desembarco de una
nueva oleada de "amigos" que se desempeñan en la actividad privada.
La nómina la completarán los cuadros del radicalismo que participen del
gobierno bonaerense.
Desde Pro se ilusionan con volver a las fuentes,
recrear el ADN fundador del partido. Como sucedió con el propio Macri -y muchos
de sus ministros-, que dejó el holding familiar para ganarse un lugar en la
política porteña, ahora esperan una segunda oleada de empresarios y ex hombres
de negocios que resignen sus despachos para aportar "un granito de arena
al país". Según pudo saber LA NACIÓN, desde Pro ya se habrían contactado
con headhunters para tentar a varias decenas de ex CEO con larga experiencia en
gestión. Fuera de esta situación excepcional, el contacto con la esfera privada
está a cargo de la agrupación G-25.
"La gente que estaba en el sector privado
funcionó muy bien en la ciudad. Muchos vinieron a tocar la puerta porque
quieren colaborar. Vidal los recibirá, conversará con ellos y empezará a ver
quién puede ayudar sobre la base de su experiencia y de nuestro perfil",
aseguró Federico Salvai, hombre de extrema confianza de la gobernadora electa.
La transición bonaerense será clave para la
distribución de cargos. "Todavía no sabemos cuánta gente vamos a necesitar
porque habrá un cambio del organigrama. Nos enfocaremos en Seguridad,
Infraestructura y Educación. Habrá lugar para todos los buenos", explicó
Salvai.
Las negociaciones por el desembarco en La Plata
comenzaron en dos mesas paralelas. Por un lado, Salvai y Hernán Lacunza -el
referente económico- mantuvieron el martes la primera reunión con los
sciolistas Alberto Pérez y Rafael Perelmiter para ordenar la transición. Por el
otro, desde Pro planifican los pasos a seguir con la UCR, su gran aliado.
"Pueden quedarse con varios ministerios bonaerenses, pero ninguno
significativo para la gobernabilidad", dijo otro dirigente de Pro.
En el radicalismo descuentan que Pro necesitará de su
cantera de dirigentes para poblar la gestión bonaerense. "Si uno mira los
cargos, a Pro evidentemente no le alcanza", aseguró el referente radical
Federico Storani. "Suena muy bien el interés de dirigentes que vienen de
fuera de la política, pero tiene sus riesgos. Ojalá que vengan empresarios,
pero tienen que comprometerse a ganar mucho menos en la función pública. En las
ONG hay gente muy valiosa, pero también te puede tocar una como [Romina]
Picolotti", alertó Storani. Y se animó a postular: "Tenemos
dirigentes muy preparados en áreas como Salud y Educación".
Para los 64 municipios bonaerenses tendrán prioridad
los cuadros técnicos que hayan militado para los candidatos. Recuerdan con
alivio desde Pro que muchos de esos distritos fueron ganados por el radicalismo
y dan por sentado que al centenario partido no le hacen falta recursos humanos
para gobernar esas intendencias.
Las pulsaciones de los macristas se estabilizan a la
hora de explicar cómo componer la próxima gestión porteña. "Sólo con el
ascenso de segundas y terceras líneas ya tenés garantizada una buena cantidad
de cargos con gente idónea", dijo un funcionario con largos años en el
Ejecutivo de la ciudad. Si Macri ganara la segunda vuelta podría mudar a Nación
a unos 1000 funcionarios de su gestión porteña. En ese caso, Vidal, Horacio
Rodríguez Larreta y Macri jugarán una suerte de pan y queso de la política. Del
otro lado estarán los funcionarios con más renombre de Pro. Quedarán a la
espera, también, sus aliados políticos. ¿Quién elige primero? "La
prioridad la tiene el jefe, como en todos lados", bromeó Salvai.
El reparto, según el distrito
2500 Gobierno bonaerense Es la cantidad de dirigentes
que necesitará Pro para ocupar ministerios, secretarías y más
2000 Gobierno porteño En el macrismo confían en el
ascenso de funcionarios de carrera para ocupar cargos políticos
50 dirigentes Es la cantidad de funcionarios de
confianza que necesitarán cada uno de los 64 intendentes bonaerenses de
Cambiemos para completar sus equipos