y dejar sin efecto o
modificar cláusulas del acuerdo con China
por Jorge Vitale
Informador Público, • 18/11/2015
La entrega ya fue producida. Sólo nos queda, como última
instancia, que la Corte, por su competencia originaria conforme Art. 117 de la
Constitución Nacional y la Ley 48, Decreto 1285/58, intervenga y decrete
inconstitucional este tratado. Su importancia reside en que afecta intereses
nacionales, carece de equilibrio y reciprocidad en las prestaciones, y viola
tratados internacionales, como así también el resultado de la causa penal.
Los acuerdos con China son una entrega de soberanía y
territorios. Esta entrega tiene consecuencias por sesenta años. Todas las
inversiones que se anuncian son para obras con costos de hasta dos y tres veces
el valor real pero, además, contienen la entrega de recursos naturales de toda
especie, sin control.
Solamente puede firmarse y aprobarse un acuerdo como
éste con un poder ejecutivo que es capaz de cualquier cosa con tal de llegar al
10 de diciembre. Por eso, se hace necesario que se abran los acuerdos, para que
dejen de ser secretos y que ya no se esconda la entrega lisa y llana de
nuestros recursos.
El diario británico The Guardian publicó una nota
titulada “La explotación china de los recursos naturales latinoamericanos
genera preocupación”, y el subtítulo también era llamativo: “Beneficios
económicos contrarrestados por daños al medio ambiente y preocupaciones por la naturaleza
asimétrica de las relaciones comerciales con Beijing.”
A continuación, algunas citas:
ECUADOR, PERU, BRASIL Y VENEZUELA:
– “Bosques talados en la selva ecuatoriana, una
montaña arrasada en Perú, la sabana del Cerrado convertido en campos de soja en
Brasil, y yacimientos de petróleo bajo exploración en la zona del Orinoco en
Venezuela… Estos últimos informes de degradación del medio ambiente en América
Latina pueden tener su origen en localidades a miles de kilómetros de
distancia, en países diferentes y por distintas razones pero todas comparten
una misma causa: la creciente demanda china de los commodities regionales”.
– “La nación más populosa del mundo se ha unido a los
países más ricos… que durante décadas se han dedicado a consumir y a contaminar
sin pensar en el futuro”.
– “Más aún que África, América Latina se ha convertido
en el principal foco de la búsqueda desaforada de ‘commodities’ dirigida por
Beijing”.
– “Un estudio realizado por Enrique Dussel Peters,
profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México, reveló que esta región
es el principal destino de la inversión extranjera directa china,
particularmente en lo que se refiere a las materias primas, por parte de
enormes empresas estatales como Chinalco y CNOOC”.
– “Desde la crisis financiera de 2008, China se ha
transformado en el principal prestamista de la región. En 2010, realizó
préstamos que superaron los u$s 37.000 millones, más que el Banco Mundial, el
Banco Interamericano y el Banco de Exportaciones-Importaciones de los Estados
Unidos todos juntos”.
– “El comercio entre China y América Latina en 2000 no
superó los u$s 10.000 millones. Para el 2011 había crecido hasta alcanzar la
cifra de u$s 241.000 millones”.
El diario británico The Guardian agrega que “los
reembolsos están garantizados por las ventas de commodities a largo plazo, que
representa un compromiso con la explotación continua de recursos naturales, que
muchas veces tiene consecuencias drásticas para el medio ambiente y las
comunidades indígenas.”
Desde la perspectiva argentina, esta conclusión tiene
ciertas características proféticas, dado que la nota fue publicada unos 14
meses antes del comienzo de las negociaciones que dieron lugar al acuerdo.
La naturaleza asimétrica del comercio entre China y
América Latina también suscita preguntas, porque mientras pueda ser beneficioso
en términos del PBI, no lo es tanto en términos de calidad de desarrollo. Los
proveedores de commodities están felices con la demanda china de sus
exportaciones, pero los manufactureros argentinos se quejan de la ola de
importaciones de productos chinos baratos que socavan su propia competitividad.
El acuerdo que firmó el actual Gobierno nacional con
China, a cambio de algunos millones de yuanes, permite la entrega de grandes
extensiones de nuestro territorio y la facilidad de que se lleven alimentos,
minerales, petróleo y gas sin pagar impuestos. Además, promueve un presunto
canje de mano de obra, cuando queda claro que la única mano de obra será la
china, que podrá venir a nuestro país.
Esa situación sin duda perjudicará directamente la
ocupación de mano de obra argentina. A modo de muestra, recordemos el acuerdo
que firmó el entonces presidente Néstor Kirchner con la empresa china Citic por
la compra de 279 vagones para la línea B-D de subterráneos y trenes. Fue un
acuerdo con adjudicación directa, sin licitación, con sobreprecios que
superaron el 200% del valor de mercado. Esta operación originó una causa penal
que involucra al ex secretario de Transporte Ricardo Jaime y otros
funcionarios.
Además, como parte del convenio en cuestión, ya fueron
entregadas a los chinos 300.000 hectáreas en Neuquén y Río Negro, destinadas a
cultivos. Son superficies 15 veces el territorio de la ciudad de Buenos Aires.
Podríamos decir que son una provincia dentro de cada provincia, dado el nivel
de inmunidad diplomática que gozan en su interior. La explotación de estas
tierras, cedidas gratuitamente, se halla a cargo de la empresa estatal china
Heilongngbiang Beidahuang. Este convenio nos llevará a una dependencia colonial
por más de treinta años. Allí, entonces, lo fundamental, que me llevó a iniciar
una denuncia penal contra la Presidenta de la Nación y otros funcionarios
responsables.
La Presidenta de la Nación, el canciller Héctor Timerman
y otros funcionarios fueron denunciados el 8 de enero de 2015 penalmente por
administración fraudulenta, fraude a la Administración Pública y tráfico de
influencias, así como infames traidores a la Patria, dadas las condiciones
pactadas en el Convenio de Cooperación Económica de inversión entre la
República Argentina y China llamado “Asociación Estratégica Integral”.
El caso fue iniciado por el abogado penalista Jorge
Vitale y quedó radicado en el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N°
3 de Daniel Rafecas, Fiscalía N° 11, a cargo de Pollicita. La causa está
planchada, como sucede normalmente con los casos que maneja este juez contra el
kirchnerismo.
El convenio comprende negocios agropecuarios, mineros,
energéticos y hasta el intercambio de mano de obra. Esto podría significar la
llegada a nuestro país de decenas de miles de trabajadores chinos. Además,
queda establecido que Londres será sede judicial para tratar cualquier
controversia entre las partes. Se trata de un convenio sin precedentes en la
región, que otorga privilegios a China a cambio de la financiación de U$S
11.000 millones, los cuales se suponen que hoy llegaron a ser 13 mil millones,
constituyendo otra deuda que deja el gobierno.
Aunque nuestro país tiene ya U$S 19.000 millones de
déficit en la balanza comercial con el país asiático, ya que le vendemos
materia prima, sin valor agregado, como porotos de soja y petróleo crudo,
mientras que China nos vende todos productos manufacturados. Un desequilibrio
comercial que podría derivar en la quiebra de numerosas empresas argentinas.
El principal argumento que esgrimió el denunciante es
la vigencia de la Convención Interamericana contra la Corrupción, suscripta por
nuestro país mediante la ley 24.759 del 4 de diciembre de 1996, al poner el
acento en el artículo 5, que establece el sistema de la licitación pública
obligatoria.
Así, la eliminación explícita de la contratación
pública, y su reemplazo por la contratación directa, constituye un acto de
corrupción y malversación de caudales públicos. Este método de contratación
directa sería el utilizado en todos los actos de corrupción en la Argentina, de
ahí la necesidad de investigar los hechos denunciados.
Este convenio fue firmado por los presidentes de ambos
países el 18 de julio de 2014, pero el Senado recién le dio media sanción a
fines del año pasado. Queda ahora que sea tratado por la Cámara de Diputados,
por lo que será imprescindible que la ciudadanía se movilice para impedir este
nuevo latrocinio y entrega de nuestra soberanía y nuestras riquezas naturales.
En cuanto a sumar datos por los que se presume la
existencia de delitos de corrupción en esta convenio, es para remarcar que el
responsable chino para la región, Zhang Kunsheng, fue destituido recientemente
por su gobierno por haber cometido actos de corrupción.
Los acuerdos suplementarios del convenio prevén una
inversión china de 4.714 millones de dólares para la construcción de la mega
represa Cepernic-Kirchner, obra ya adjudicada el 21 de agosto de 2013 a la
empresa K Electroingeniería S.A.
En tanto que serán 2.099 millones de dólares que los
chinos aportarán para las obras del ferrocarril Belgrano Cargas, también ya
adjudicadas de forma directa. Con igual modalidad fueron adjudicadas obras de
envergadura en todo el país, reveladoras de que los beneficiarios carecían del
capital necesario para realizarlas.
En definitiva, este convenio deja a la Argentina, en
algunos casos, comprometida por 30 años y, para el caso de querer rescindir los
compromisos, se fijan sumas multimillonarias, con la agravante de que ya existe
principio de ejecución, pues el gobierno chino ya entregó a la Argentina el
equivalente de U$S 3.000 millones en yuanes.
La estafa y la colonización están en marcha, por eso
es necesario investigar este convenio firmado por el Poder Ejecutivo, que se
informe sobre las cláusulas secretas, actúe el próximo gobierno e intervenga la
Corte Suprema de Justicia.