InfoCatolica, 13-4-16
Al igual que en
anteriores incendios de lugares de culto, también aquí se ha encontrado un
cartel escrito acusando a la Iglesia católica de ser cómplice del Estado contra
el pueblo mapuche.
La nota recibida en la Agencia Fides por una fuente
local recuerda que el 2 de marzo se desalojó el Seminario Mayor San Fidel, que
pertenece a la Diócesis de Villarrica, porque había sido ocupado por miembros
de un grupo de activistas de las comunidades Mapuche Trapilhue, que reclaman la
propiedad de la tierra en la que se encuentra el Seminario. El líder de este
grupo ha declarado: «la Iglesia ha demostrado ser un miembro más del Estado, y
no habrá paz hasta que la Iglesia no sea expulsada del territorio mapuche».
Tras esto ha comenzado la quema de iglesias en la
zona. A principios de abril también se quemó la iglesia evangélica de la Unión
cristiana en Ercilla, y se encontraron panfletos con la inscripción: «Todas las
iglesias serán quemadas».
El Obispo de Temuco, Su Exc. Mons. Hector Eduardo
Vargas, en una entrevista a un periódico local, ha explicado que «las iglesias
quemadas se encuentran ubicadas en las comunidades mapuches, tenemos que pensar
que estas iglesias fueron construidas por ellos mismos. Los mapuches, tales
como el Grupo de los 'loncos', son los primeros animadores de las comunidades:
dirigen el catecismo, son misioneros laicos, tienen incluso seminaristas. Ahora
la gente tiene miedo. Estos ataques no sólo afectan a la Iglesia, sino a la
misma comunidad local».
«El pueblo mapuche es profundamente religioso», dice el
Obispo, «y la solución definitiva parte del diálogo».