DEL LIBRO
“PROBLEMÁTICA DE LA DEUDA PÚBLICA ARGENTINA”
DE HECTOR LUIS
GIULIANO
(18.2.2017)
El objeto central de
esta obra es analizar la naturaleza y alcance del problema de la deuda pública
argentina, tratando de responder a una pregunta de fondo: ¿frente a qué tipo de
problema nos encontramos cuando hablamos de deuda?
La palabra problemática resume el conjunto de
problemas vinculados a un tema o materia determinada, que en este caso
específico se refiere a la Deuda y su relación básica con las finanzas del
Estado.
La idea subyacente es
identificar y profundizar el estudio del condicionamiento constante y total que
dicha problemática de la Deuda Pública ejerce sobre la cuestión
financiero-fiscal y, consecuentemente, sobre las políticas económico-financieras
de los gobiernos de turno.
CONCEPTOS
PRELIMINARES
Antes de iniciar la
serie de los trabajos que componen esta obra es necesario comprender la lógica
bajo la que estos textos han sido encuadrados; y para ello es preciso definir
tres conceptos básicos, sin los cuales todo lo que se desarrollará después
corre el riesgo de no ser debidamente entendido:
- La
Deuda Pública es un condicionante total y absoluto de todo lo que ocurre
en nuestro país en materia financiera, económica y política. Y si no se
comprende esta importancia crucial que la deuda tiene en la realidad
argentina no se entiende el peso decisivo de la influencia financiera en
las decisiones políticas de gobierno.
- La
Deuda no es un hecho aislado,
algo que nos pasó una vez y ahora hay que sufragarlo hasta que sus efectos
se extingan con el tiempo. No, esto no es así: la Deuda es un Sistema
permanente – un proceso que se retro-alimenta y que crece día a día, sin
solución de continuidad - y, como tal, un sistema es un conjunto de piezas
o elementos dispuestos hacia un fin, esto es, siguiendo una determinada
lógica.
- Siendo
entonces la Deuda un Sistema se impone la pregunta de cuál es la lógica
que lo rige; y la respuesta es que la
Deuda Pública está regida por una
lógica de Usura.
Todos nosotros hemos
oído hablar de la palabra usura
entendida como el interés excesivo que se cobra sobre un préstamo u operación
financiera en general.
Y es también la situación
de preponderancia o mayor fuerza del acreedor en su capacidad de negociación frente
al deudor, de modo que se rompe el sinalagma o contraprestación contractual
justa y equitativa entre las partes; de lo que surge un estado de servidumbre o
dependencia del deudor en relación con el acreedor.
Esta interpretación
es cierta aunque la podríamos denominar definición
horizontal de la Usura: una definición que es válida para identificar la
forma – o una de las formas – en que se presenta el problema pero que toca más
al modo en que se produce y funciona la usura que al fondo causal o lógica final
de la misma.
Todo el mundo cree –
o se le hace creer – que el prestamista usurero, esencialmente el prestamista
profesional o colocador especulativo de fondos, es alguien que actúa mal pero que en definitiva tiene razón porque lo
que quiere es que le devuelvan su dinero prestado a interés.
Pero ello no es así:
lo que el prestamista usurero realmente quiere no es que el deudor le devuelva
su dinero – con los intereses pertinentes – sino, en realidad, que no se lo
pueda devolver nunca puesto que ese prestamista vive precisamente de prestar
dinero en forma indefinida refinanciando el
capital o principal de la deuda impaga.
Lo que en realidad
quiere el usurero – desde esta perspectiva vertical
o de fondo – es lograr por medio de su dinero una renta financiera permanente
sin que el deudor, como sujeto pasivo o dependiente, pueda sustraerse de la
trampa de una deuda perpetua.
Y esta regla es
siempre la misma y se cumple para todos los entes deudores de la Economía: los
hombres y sus familias, las empresas y los Estados.
Por eso, cuando se
incurre en la trampa de la Usura –
básicamente, la toma de deudas sin la debida capacidad de repago - este proceso
de endeudamiento no es reversible ya que las obligaciones que se asumen están
condenadas inexorablemente a no poder ser pagadas a su vencimiento, con lo que
se cae en la necesidad de refinanciarlas permanentemente, pagando tales deudas
con nuevas deudas bajo un esquema que deviene de deuda perpetua.
Quien no entienda
desde un comienzo esta lógica de la Usura y su funcionamiento es probable que
no entienda gran parte de lo que vamos a exponer aquí.
MECÁNICA DEL
ENDEUDAMIENTO PÚBLICO
La lógica de la trampa de Usura, arranca tradicionalmente
con un proceso de macro-endeudamiento inicial promovido por políticas de gobierno basadas en
la toma de fuertes deudas externas que, sin capacidad de repago, se transforman
luego en deuda perpetua.
La clave reside en
que esta toma de deudas – como pasa con la droga – se hace con dosis iniciales
aparentemente controlables y no peligrosas pero a poco de andar se revelan cada
vez más gravosas e inmanejables, tanto por el aumento de los servicios – por
capital e intereses y comisiones – como después por el anatocismo o
capitalización de intereses impagos.
Los prestamistas
financieros – que constituyen el estamento de los grupos más poderosos del
mundo que manejan este rubro de macro-negocios de la deuda pública, de grupos que
operan en forma interconectada a nivel internacional y que actúan no sólo por
vía voluntaria sino de modo coercitivo
o compulsivo – estos prestamistas o tomadores/colocadores de bonos son los que
inician esos procesos de endeudamiento de los Estados y son comúnmente también
los mismos que luego los conducen, como guías y operadores de los países
deudores, en los pasos sucesivos de restructuraciones forzosas de deuda y
nuevas operaciones de re-endeudamiento.
Una vez instalado tal
conjunto de deudas, el pago y/o los costos de los servicios por capital e
intereses van pesando cada vez más dentro del Gasto Público y devienen factores
determinantes de los déficits fiscales - primario y de resultado financiero -
desequilibrando la estructura de financiamiento del Estado.
Se entra así en un
perfecto círculo vicioso de Usura donde: 1) El pago de Intereses pesa sobre el
Gasto Corriente, 2) Los vencimientos de Capital no se amortizan en forma neta
sino que se pagan con nuevas deudas (novación con los mismos acreedores o con
terceros), 3) El Déficit Fiscal crece por efecto no sólo del aumento de los
Gastos Generales sino particularmente por el aumento de los Servicios de la Deuda,
4) Los vencimientos de Capital se refinancian en forma íntegra (como es el caso
argentino) y además se toma continuamente deuda adicional, y 5) El aumento del Déficit
– causado en gran medida por los servicios y/o condiciones del endeudamiento -
se cubre con nueva Deuda.
Esto conlleva un
perverso proceso de cambio en la estructura de financiamiento fiscal porque el
Estado tiene tres fuentes clásicas de financiamiento:
- La
recaudación tributaria (impositiva y previsional).
- La
emisión controlada de dinero (cuando el ritmo de expansión monetaria se
corresponde con un aumento proporcional del crecimiento económico). Y
- La
Deuda Pública, que no es ni debe ser una fuente regular sino excepcional o
extra-ordinaria de ingresos (históricamente ligada a las necesidades de
financiación de guerras o a las reconstrucciones posteriores a catástrofes
naturales).
Con la importante salvedad
que la Deuda – a diferencia de las dos anteriores - es una fuente de
financiación que conlleva un costo porque el dinero que se obtiene prestado
paga intereses.
Cuando los niveles de
endeudamiento empiezan a crecer desproporcionadamente, los gobiernos apelan vez
cada más a sus recursos corrientes para poder pagar estos servicios de intereses
crecientes (lo que genera procesos internos de ajuste fiscal, directos o
indirectos); sin cancelación del capital o principal dado que se trata de
obligaciones contraídas carentes de capacidad de repago y que el peso
irreversible de los pasivos financieros de arrastre hacen inviable su
amortización.
Así, como estos
recursos ordinarios o genuinos no resultan suficientes para cubrir el aumento
de los pagos presentes de estos intereses de la deuda ni para garantizar los
pagos futuros, los gobiernos apelan a incrementar la presión tributaria y/o la
emisión de dinero sin respaldo, que conllevan efectos clásicos y conocidos:
inflación interna por traslación de la
carga impositiva a los precios y por aumento de la masa monetaria sin correlato
en el aumento de bienes y servicios.
Y con ello termina dándose
la paradoja – como en el caso argentino – que los gobiernos apelan a aumentar cada
vez más las dos primeras fuentes de financiamiento – la Presión Tributaria y/o la
Emisión Monetaria - para sufragar los costos de la tercera fuente: la Deuda. Por
lo que la Deuda Pública provoca, en última instancia, la distorsión de la
estructura de financiamiento del Estado.- (*)
-----------------------------------------------------------
(*) UNA NOTA SOBRE LA
METODOLOGÍA DE TRABAJO
Normalmente se
entiende que los análisis y las ponencias de solución respectivas a los grandes
problemas nacionales requieren dos etapas clásicas de base: Diagnóstico y
Propuesta Alternativa.
Pero este enfoque
tradicional omite muchas veces un tercer elemento cuya consideración es
condicionante de los otros dos.
Por razones metodológicas,
sabemos que no hay propuesta de
alternativa que dé o pueda dar respuesta a un problema sin un buen diagnóstico previo.
Pero antes de ello es
necesario identificar correctamente el
problema que va a ser objeto de estudio o análisis bajo ese esquema
diagnóstico-propuesta.
Una falencia
frecuente que se presenta en nuestro país al tocar los grandes problemas
nacionales es que se trazan diagnósticos -
a veces buenos diagnósticos – pero sobre problemas mal identificados.
Y el caso de la Deuda
Pública es uno de ellos – ya sea que se produzca por omisión impensada o
deliberada - porque si no se entiende su naturaleza e importancia, si no se
percibe en qué forma y hasta qué punto las decisiones financieras en esta
materia condicionan y determinan las decisiones de los gobiernos no puede
entenderse, en realidad, el trasfondo de lo que pasa en la Argentina en el campo
financiero, económico y político.
Hecha esta aclaración
preliminar, pasamos a continuación al desarrollo de los términos concretos en
que está dado el problema de la deuda argentina hoy y lo hacemos a través de
toda la serie de trabajos que integran esta obra, donde se analizan en forma
pormenorizada prácticamente todos los aspectos principales de esta problemática
del endeudamiento.