por Hernán Andrés Kruse
Informador Público, 29-5-17
En su edición del 28 de mayo, Página/12 publicó un
inquietante artículo de Horacio Verbitsky titulado “Cuestión de vida o muerte”.
Sus párrafos salientes son los siguientes: “El 18 de abril, el presidente
Mauricio Macri presentó en la Casa Rosada un “Compromiso Federal para la
Modernización del estado”.
Como ya es costumbre, se trata de un catálogo de
buenas intenciones, que nadie discute: trámites on line por Internet en vez de
recorrer miles de kilómetros, capacitación y jerarquización del empleado
público; conexión entre distintas oficinas de la Nación, las provincias, los
municipios y organismos como PAMI y AFIP
” (…) “Todo adobado con el lenguaje de autoayuda
propio de la campaña electoral: mejorar la vida de la gente, invertir el tiempo
en crear y no en trámites interminables; establecer mecanismos de
transparencia, decirnos la verdad” (…) “No podía faltar el garrotazo ritual al
gobierno anterior: el Estado no es de quienes lo administran sino de los
ciudadanos, debido a la corrupción hay argentinos sin cloacas, agua potable,
rutas, escuelas en buenas condiciones” (…)
“Escondido entre esa hojarasca se descubre el anuncio
perverso de que el negocio farmacéutico se liberará de fastidiosos controles
que defienden la salud pública y no la rentabilidad irresponsable de las
grandes empresas transnacionales. Con las palabras del presidente: “Hemos
tenido siempre una participación importante en investigación
farmacológica-clínica que genera trabajo, mucho trabajo de calidad en nuestro
país, y veníamos perdiendo peso relativo en la investigación mundial…y ayer se
nos planteó que si nosotros mejorábamos el funcionamiento del estado, en este
caso el Anmat, ese nivel de inversión se podía triplicar, y estamos hablando de
pasar de 3 mil, 4 mil millones de pesos, a más de 12 mil millones de pesos.
Pero lo más importante es que podemos multiplicar por seis la generación de
empleo, estamos hablando de miles de puestos de trabajo de altísima calidad ¿Y
todo con qué? Con que el Anmat deje de tardar para aprobar un estudio clínico
160 días hábiles. Y trabajando en conjunto el Anmat se ha comprometido a tardar
menos de 70 días hábiles, y si no logran esos 70 días tiene aprobación
automática esta investigación clínica.
Además de eso, muchas de estas investigaciones
requieren de importaciones temporarias de equipos, de fármacos, y la Aduana
tiene que simplificar ese trámite, cosa a la que también está comprometida en
esta tarea, y trabajando juntas dos dependencias del estado nacional en este
caso, insisto, generar algo muy bueno. Estamos hablando de miles de puestos de
trabajo, y esto se repite en la vida diaria de todos nosotros todos los días,
todo el tiempo”.
El 26 de abril, este anuncio se complementó con la
disposición 4008, que modificó el régimen de Buena Práctica Clínica para
Estudios de Farmacología Clínica, que regulaba la disposición 6677 de 2010. Esa
resolución menciona plazos distintos a los anunciados por Macri, cuya fuente es
un arcano impenetrable. Lo que decía la disposición ahora modificada era que
una vez presentada la documentación, Anmat tenía 90 días hábiles para
expedirse, plazo que podía suspenderse ante observaciones o aclaraciones solicitadas.
Noventa días hábiles son 120 días corridos. Ahora se reducen a 60, que serían
80 corridos” (…).
“El médico y filósofo de la ciencia Juan Carlos
Tealdi, especialista en bioética, explica que el menor lapso es una concesión a
las exigencias puramente mercantiles de la industria. Supuestamente se dirige a
producir un “bien social” como es el medicamento, pero según aumenta el tamaño
del mercado “más personas que pasen a ser objetos de investigación”. Esa
industria sólo se detiene a ver a esas personas como sujetos de derechos, si se
lo exigen la legislación y las políticas públicas. “Si la industria
multinacional llegara a invertir y dar trabajo, lo haría para realizar más
experimentos, registrar más medicamentos, y obtener más ganancias. Y eso exige
multiplicar por miles a las personas con las que se prueban esas drogas. El
problema es que estas pruebas cada día ofrecen menores beneficios y mayores
riesgos. Y la nueva norma no da garantía alguna de una mayor protección de los
derechos fundamentales de las personas a incluir en esos ensayos. El tiempo de
la ética es distinto al del mercado” (…)
“El mercado no
mide el tiempo en puestos de trabajo sino en utilidades. Para la industria,
menor plazo de investigación implica acceso más rápido de un producto al
mercado. Es decir, acortar el tiempo de inversión y adelantar el de sus
réditos. “Las cifras de ventas de un medicamento pueden llegar a ser
monumentales medidas en semanas”, dice Tealdi. La industria farmacéutica
internacional busca desplazar las investigaciones a los países con menos
controles y exigencias” (…) “En la industria farmacéutica no hay “miles de
puestos de trabajo de altísima calidad” ni por aproximación. Si se observa el
balance de una de las mayores empresas del sector, como Pfizer, que en 2011
tuvo ingresos por 67.500 millones de dólares, dedicó más del doble a marketing
y administración (32/35 por ciento) que a investigación (14/16 por ciento)” (…)
“Hace diez días, la Organización Mundial de la Salud
(OMS) anunció que los principales financiadores de la investigación y las ONG
internacionales aplicarán las normas de la OMS “sobre divulgación de los
resultados de los ensayos clínicos”. La Declaración Conjunta sobre Información
Pública de Resultados de Ensayos Clínicos, firmada el 18 de mayo por once
organismos, destacó la cuestión más importante para actualizar y agilizar las
investigaciones sin faltar al respeto de los derecho humanos: el acceso público
oportuno a la información. Es decir, no atendiendo como la Anmat de Macri a la
conveniencia del mercado sino de las personas, que sin información veraz,
clara, precisa y adecuada no podrían disponer sobre su propio cuerpo y
consentir la disposición de sus derechos personalísimos. De acuerdo con la
declaración de la OMS los estados deben desarrollar sistemas de monitoreo de
los resultados de las investigaciones en salud y ponerlos al alcance del
público. Cualquier fase de una investigación debe cargarse antes de su inicio
en un registro al que el público acceda sin restricciones, según los estándares
internacionales acordados por la OMS” (…).
“La Anmat aprobó 17 investigaciones experimentales en
niños, niñas y adolescentes, desde recién nacidas hasta los diecisiete años de
edad, a realizarse entre mayo de 2015 y el mes próximo, junio de 2017. Algunas
pueden haber finalizado, pero la mayoría se encuentran en curso. Trece de ellas
fueron autorizadas durante el actual gobierno. Entre ellas está la identificada
con el número 5 en el listado: (5) Expediente Anmat: 1-0047-0002-000146-15-4
Título: “Ensayo clínico de fase I para evaluar la seguridad y farmacocinética
de Raltegravir en neonatos expuestos al VIH-1 que presentan alto riesgo de
contraer la infección por VIH-1” (…) “traducido al lenguaje humano significa
experimentar una droga desconocida en embarazadas y recién nacidos que podrían
infectarse con virus del Sida. La investigación incluye a la madre en el
preparto y parto, y seguimiento. Fase I quiere decir que la droga Raltegravir
está en estudio de seguridad, que no se conocen los eventos adversos o daños
que pueda causar.
El objetivo de un estudio de fase I, nunca es el beneficio de
quien lo recibe. Para Tealdi, esta investigación “es demoledora hasta para los
que buscan justificar todas las irregularidades e incorrecciones apelando a la
búsqueda de beneficio de las investigaciones sobre transmisión madre/hijo del
sida, denunciadas con escándalo de doble estándar en 1997 y que cambiaron el
escenario internacional de discusión de las investigaciones” (…) “Tealdi es
categórico en negar que los padres o representantes legales tengan derecho a
autorizar que los menores de 16 años sean objeto de experimentación. La
inviolabilidad de la persona humana, las afectaciones a la dignidad, las
limitaciones de los actos peligrosos, la disposición de los derechos
personalísimos, y los actos de disposición sobre el propio cuerpo de los
menores (contemplados en los artículos 26, 51, 52, 54, 55 y 56 del Código Civil
y Comercial) no permiten sostener que la legislación nacional vigente autorice
la realización de investigaciones médicas en menores de dieciséis años” (…)
“Tealdi señala otras cuestiones graves en las 17 investigaciones” (…)
“1)
Muchas de las investigaciones se realizaron en población vulnerable y
extremadamente vulnerable (2, 4, 5, 8, 10, 13, 14 y 17), como recién nacidos y
menores de 4 años, y casi la totalidad de ellas con drogas de alta toxicidad y
con numerosas reacciones adversas.
2) Nueve de las investigaciones (2, 3, 4, 6,
7, 9, 10, 14 y 17) fueron aprobadas por comités de ética que no pertenecen a
ningún establecimiento de salud o centro de investigaciones médicas, y que por
lo tanto no tienen ninguna relación con los pacientes ni autoridad sobre los
investigadores. Se trata de comités privados, funcionales a la aprobación
rápida de las investigaciones que se les presentan. Esto resulta habitual y
permitido por la Anmat, haciendo imposible que los comités de ética cumplan su
función de proteger los derechos de los pacientes en investigación.
3) Cuatro
de las investigaciones (6, 7, 9 y 10), fueron aprobadas por comités con
domicilio en la ciudad Autónoma de Buenos Aires, aunque los estudios se
realizaban en Tucumán y Santiago del Estero, sin ningún monitoreo cercano” (…)
“En cualquier caso, sólo el propio Macri puede, y debe, elucidar ese misterio:
quién le dijo que la condición para invertir en el país es el relajamiento de
los ya escasos controles existentes ofrendando la salud de la población para
mayor rentabilidad de Big Farma”.
En su edición del 28 de mayo, La Nación publicó un
artículo de Morales Solá titulado “Macri y Carrió, un matrimonio perfecto”, y
otro de Jorge Fernández Díaz titulado “El chavismo argentino viene asomando”.
Lo más saliente del escrito de Morales Solá es lo
siguiente: “Es difícil encontrar en la historia una relación política parecida
a la que tejieron Mauricio Macri y Elisa Carrió. Sin aparcar las diferencias,
que existen, los dos han hecho algo o mucho para que la coalición gobernante
siga funcionando. El Presidente suele dejar de lado su ego para asimilar las
duras críticas de la diputada y continuar tratándola como a una amiga. Carrió,
a su vez, debe dominar con frecuencia su tendencia a abandonar los lugares en
los que está incómoda para quedarse al lado del Presidente” (…) “La
espectacular irrupción de Carrió en los últimos días apuró una negociación del
Gobierno con Odebrecht por las coimas pagadas a funcionarios kirchneristas,
sacudió la modorra de los jueces federales en varios casos de corrupción y puso
en revisión el papel de los servicios de inteligencia en la política interna”
(…) “El rol arbitrario e ideológico de Gils Carbó en el caso Odebrecht provocó
una decisión ya irreversible. El gobierno promoverá su destitución o su
suspensión inmediata en el cargo no bien sea procesada o citada a indagatoria
por la compra mediante prácticas corruptas de un edificio para sus oficinas”
(…)
“Desde siempre, Macri intuyó que Gils Carbó se convertiría en lo que es
ahora: una defensora de los intereses kirhneristas en la Justicia y una
promotora de causas contra funcionarios macristas” (…) “La negociación con
Odebrecht es un zigzag constante” (…) “el punto más vulnerable del borrador
presentado por la compañía brasileña consistía en que mezclaba las cuestiones
administrativas con las penales. Reclamaba la continuidad de sus obras y la
posibilidad de continuar participando en licitaciones (que es una decisión
administrativa) y, al mismo tiempo, pedía la impunidad penal de sus ejecutivos
(que es una cuestión del Poder Judicial, no del gobierno)” (…) “Quiero toda la
verdad sobre la mesa”, escucharon exclamar al propio Macri cuando se enteró de
que Gils Carbó era el principal obstáculo para conocer los secretos de
Odebrecht. La empresa aportaría información fundamental sobre Julio De Vido. La
cobertura judicial y política de De Vido provocó la primera explosión de
Carrió, que le cayó mal al Presidente, aunque, como siempre, prefirió tender
con ella un puente de diálogo con Marcos Peña” (…) “El diario Clarín informó
que Carrió fue seguida por espías argentinos en una reciente visita a Paraguay”
(…) “Carrió dijo que estuvo con él (el militar Alejandro Camino) porque le
abrió las puertas de los fiscales paraguayos en su investigación sobre el
tráfico de drogas” (…) “Sea como fuere, existe un dossier hecho por los
servicios de inteligencia argentinos sobre la visita de Carrió a Paraguay.
¿Para qué hicieron eso? ¿Por qué se meten en la política interior? El espionaje
circula entre duras internas protagonizadas por los espías que están y los que
se fueron, pero Carrió cayó como una tempestad sobre Silvia Majdalani, la
vicejefa de la ex SIDE, que quedó muy debilitada.
Conclusión: los servicios de inteligencia son
cómplices del seguimiento a políticos argentinos o son ineptos. La coincidencia
fundamental de Macri con Carrió es la crítica feroz a los jueces federales de
Comodoro Py. Los dos recibieron con enorme recelo la flamante creación de una
asociación que los agrupará sólo a ellos, al margen de la histórica Asociación
de Magistrados” (…) “Algunos funcionarios macristas carecen, en efecto, de
sensibilidad para curar las heridas de la política. Nada cambiará, sin embargo.
Carrió no dejará Cambiemos. “No me iré”, repite. Y Macri sacó reservas de
paciencia y ordenó acordar con ella. No es un matrimonio perfecto, pero es
imprescindible para la política y su destino”.
Lo más saliente del escrito de Fernández Díaz es lo
siguiente: “Vengo a proponerles un sueño, decía Néstor aquel 25 de mayo: quiero
una Argentina unida, un país serio y normal” (…) “Y al oírlo en la distancia,
su viuda se emociona de pena y de orgullo, sin comprender que precisamente la
historia la interpela: ella dejó una nación en default y estancamiento, con
astronómico déficit fiscal, sin reservas y con cepos; una de las inflaciones
más altas del planeta, doce millones de pobres, una penetración inédita del
narcotráfico en la miseria, una profunda división social y un tendal de casos
de corrupción escandalosa como nunca había conocido la era democrática. El
“país normal” se transformó…en el umbral mismo de otra esperpéntica revolución
bolivariana. Medicina que propone ahora para curar todos los males del
presente, puesto que si algo probó la electrizante reaparición de la Pasionaria
del Calafate es lo que piensa en su fuero íntimo: lamenta no haber conseguido
suficiente espalda política para radicalizar aún más sus gobiernos” (…)
“Para Cristina, el problema de Brasil no lo constituye
su corrupción endémica y unánime, sino los jueces que llevan a cabo el mani
pulite y los medios de comunicación que revelan los chanchullos del poder. Lo
ha repetido: la prensa ocupa en la actualidad el lugar de las fuerzas armadas
en las antiguas dictaduras; los diarios y los periodistas convierten en parias
a las personas de bien y pudren las cabezas de los ciudadanos comunes, a
quienes ella implícitamente desprecia a raíz de su presunta tendencia congénita
a dejarse manipular. Este concepto fascista es perdonado por sus adoradores”
(…)
“El proceso
mental de la arquitecta egipcia no está exento de terrorismo dialéctico. Hay
que decretar una emergencia alimentaria, laboral, tarifaria y farmacológica, y
plantear la resistencia porque van por los fondos de los jubilados. Con
semejante descripción, debe sentir una cierta perplejidad frente al hecho de
que no existan convulsiones sociales o desesperantes escenas callejeras como
las que ella misma se niega a ver en la trágica ciudad de Caracas. Denuncia la
inseguridad después de haber desertado de esa temática (era una preocupación de
la “derecha”) tras años de abolicionismo oficial y de connivencia con el tráfico
de estupefacientes. Descubre la inflación, después de haberla creado y de haber
prohibido nombrarla. Se horroriza por el déficit que ella misma amasó hasta el
paroxismo, y asegura no entender para qué se usaron los créditos
internacionales, que justamente se tomaron para sostener la colosal
inconsistencia que nos legó a todos: atacará el déficit y atacará su reducción;
si lo mantienen son negligentes, si lo bajan son ajustadores” (…)
“El lanzamiento de Cristina Kirchner tuvo el mérito de
recordarnos una patología de la política nacional: está vivo entre nosotros el
proyecto venezolano de destrucción de una república, el ideal nacionalista del
partido único, un régimen agazapado que nunca se fue y que pretende recuperar
sus bastiones para desestabilizar a sus enemigos y para profundizar su
hegemonía. Ese proyecto nos trajo hacia esta decadencia, pero contó con la
inestimable ayuda de los inútiles, los insensibles y los egoístas de distinta
laya: el populismo es la respuesta aberrante que encuentran los pueblos
angustiados por las impericias de sus gestores y a la impotencia del sistema”
(…) “El presidente de la Nación declaró, hace pocos días, que la sociedad
decidirá en octubre si el país sale del populismo o si vuelve a caer en esa
trampa. Muchos creyeron que esa expresión efectista y no del todo cierta
encerraba además una aspiración modesta; por el contrario, la tarea parece de
largo aliento y verdaderamente titánica, tal vez incluso utópica. El enano
populista que todos llevamos dentro, después de décadas de esa cultura letal
pero facilista, está atento y vigilante, y no se erradicará sino con la
demostración concreta de que su alternativa es capaz de crear prosperidad
equitativa, como sucedió en países admirables que se desarrollaron bajo la democracia
republicana y el capitalismo vigilado” (…)
“
Al lado de este cristinismo bananero y recargado que
se vio el lluvioso 25 de Mayo, Massa es Mitterrand, Randazzo es Obama,
Schiaretti es De Gaulle y Pichetto es Churchill. Les costará, sin embargo,
construir la tercera vía, que por ahora es una trocha angosta. Con un tren (la
grieta) que viene de frente. Quizá en la recta final, buena parte de esta
batalla no se decida a través del medio, sino del miedo: el kirchnerismo dirá,
en la campaña, que si vuelven a votar a Cambiemos vendrá todavía más ajuste, y
el macrismo responderá que si pierden, acontecerá una parálisis y un crac
macroeconómico de infaustas consecuencias. Todos estarán mintiendo, y todos
estarán diciendo la verdad”.
Después el macrismo pontifica sobre la unidad
nacional…