viernes, 16 de junio de 2017

INVESTIGAN CIFRAS INÉDITAS DE INVALIDEZ EN VARIAS LOCALIDADES CORDOBESAS



La Voz del Interior, 16 de junio de 2017

Desarrollo Social analiza los casos de parajes y comunas de departamentos del norte donde la mayoría cobra pensiones. En Guanaco Muerto, el 80% es discapacitado. La Rinconada y Eufrasio Loza, con cifras similares.

Guanaco Muerto, el pueblo cordobés del departamento Cruz del Eje, ayer fue el ejemplo nacional de las supuestas anomalías que rodean al otorgamiento de las pensiones no contributivas por invalidez: la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Carolina Stanley, denunció que “el 120 por ciento de la población” de esa localidad cobra pensiones.

El absurdo se explica porque en esa comuna existen 480 pensionados por invalidez, cuando el Censo 2010 registró apenas 320 habitantes. Luego se aclaró que los datos del último censo no son correctos, y que la proporción de pensionados oscilaría entre el 70 y el 80 por ciento. La cifra igual es exagerada: a nivel nacional, se estima que el 2,5 por ciento de la población total cobra estas pensiones mensuales de casi 4.400 pesos. Y ese porcentaje resulta altísimo a nivel internacional.

Ayer el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación dio marcha atrás con la suspensión de más de 80 mil pensiones no contributivas en todo el país –en Córdoba, unas cuatro mil– y anunció la restitución de los beneficios por discapacidad suspendidos y el análisis “caso por caso” para determinar si corresponde la pensión.

No obstante, lo que ocurre en varios pueblos del norte de Córdoba se está investigando a través de otros mecanismos de auditoría, dada la magnitud del fenómeno. “En los departamentos del norte cordobés hay muchos casos de parajes y comunas donde gran parte de la población percibe la pensión no contributiva por discapacidad”, indicó Marcelino Álvarez, coordinador local del Centro de Referencia Córdoba de la cartera nacional.
El funcionario recalcó que casi todos los casos en investigación corresponden a departamentos del arco norte de la provincia. Lo que se investiga en todos estos casos es la autenticidad y veracidad de los certificados de discapacidad que constituyen el fundamento de la solicitud de las pensiones.

Clientelismo mata política social
Trascendió que, además de Guanaco Muerto, en el departamento Cruz del Eje, se analizan los casos de La Rinconada y de Eufrasio Loza, en el departamento Río Seco, y de Ciénaga del Coro y San Carlos Minas, en el departamento Minas. Son todas zonas con altísimos niveles de pobreza.
En varias de estas poblaciones, el mal de Chagas fue endémico durante décadas, y esa razón podría explicar los mayores porcentajes de pensionados. Pero desde Desarrollo Social consideran que esa enfermedad de ningún modo explica que el 50 o el 60 por ciento de la población tenga una discapacidad de más del 76 por ciento, que es lo que se exige para acceder a la pensión.

En Minas, moneda corriente
Luis Gómez, quien fue candidato a intendente de la alianza Juntos por Córdoba en una importante localidad del departamento Minas hace dos años, contó que pudo comprobar la masificación que tenía en la zona el otorgamiento de pensiones por invalidez. “Convocaban a la gente que tenía chagas, que es un mal común en la zona provocado por la vinchuca, le armaban un certificado y con eso le tramitaban una pensión por invalidez”, indicó.
Aseguró que los punteros políticos de la zona usaban el otorgamiento de esas pensiones para ganar las elecciones en varias localidades con escasa población, donde 50 votos cambian el resultado de un elección.

Se cree que numerosas pensiones por invalidez otorgadas a personas enfermas de chagas fueron emitidas usando el sello de un hospital que no existe. Un exjefe comunal contó a este diario que tuvo en sus manos certificados de discapacidad con el sello de un hospital del paraje Estancia La Guadalupe, establecimiento sanitario que no existe.

En varias de estas localidades también son frecuentes las denuncias de manipulación de los padrones electorales, con el registro de habitantes que no existen. Se sospecha que idéntico mecanismo se habría utilizado para otorgar los certificados de discapacidad.
En La Rinconada, por ejemplo, se comenta que habitantes de pueblos santiagueños radicaban domicilio ahí sólo para tramitar el certificado.