La Brújula.com, 08.08.2017
El Gobierno busca que lleguen inversiones para Vaca
Muerta, en Neuquén. Sin embargo, ese gigantesco reservorio de gas y petróleo
sufre problemas de infraestructura: los accesos por rutas están deteriorados y
son complicados hasta para los conductores de camiones. Para remediar esa
situación, YPF le propuso al ministerio de Transporte la construcción de una
línea de tren, un proyecto del que vienen hablando desde hace un año.
La petrolera presentó un plan técnico, que conversó
con otras firmas de la industria. La idea es unir la localidad de Añelo (en
Neuquén, cerca del yacimiento) con Bahía Blanca, haciendo una serie de paradas.
En el ministerio de Transporte recibieron el proyecto y comenzaron a
estudiarlo. Quieren una asociación público-privada. Sin embargo, aspiran a que
la línea de tren la paguen las petroleras, algo que no está en los planes de
las empresas.
En el proceso de fractura hidraúlica (conocido como
fracking) se utiliza arena. Hoy, las petroleras llevan ese insumo hacia sus
pozos a través de camiones desde Bahía Blanca. Eso les provoca altos costos
logísticos. El desplazamiento a través de vías ferroviarias les permitiría
llevar mayores volúmenes y a menores precios. Como se encuentra en una etapa
embrionaria, aún se desconoce la inversión que demandará este proyecto. Pero se
estima que será de miles de millones de pesos.
En Transporte suponen que podría ser uno de los
primeros desarrollos que combinen capitales privados con fondos públicos. YPF
-en nombre de la industria petrolera- le ofreció a Transporte un horizonte de
ingresos, con el que podrían financiar el funcionamiento operativo de la línea
de tren. Garantizan que usarán esas vías a través de contratos de mediano y
largo plazo. En el futuro, hasta se ilusionan en poder llevar gas a través de
vagones especialmente acondicionados.
El presidente Mauricio Macri le encomendó a la
conducción de YPF -encabezada por Miguel Angel Gutiérrez- que baje los costos
de perforación para cada pozo de Vaca Muerta. Para seducir a los inversores, el
país debe mostrar que puede ser competitivo contra Estados Unidos. El tren
ayudaría en ese sendero, ya que le mostraría a las empresas que habrá
infraestructura para que puedan desarrollarse. La anterior gestión de YPF, a
cargo de Miguel Galuccio, se abocó a un plan de perforaciones verticales en los
pozos no convencionales. A los ojos de la mayoría de expertos petroleros, esa
estrategia resultó costosa, anti económica, a contramano de las tendencias
internacionales (que tienden a pozos horizontales) y derivó en un inmenso rojo
de pérdidas.
El management de YPF ahora tiene el mandato de cuidar
la caja. En ese sentido, están convencidos que no deben asumir el compromiso de
pagar por un tren, ya que su negocio principal es vender energía.
El presidente Macri desea inversiones en Vaca Muerta
por US$ 20.000 millones anuales para 2019, cuando termine su mandato. Para
concretar ese mojón, un tren que una Bahía Blanca con Neuquén es una condición
ineludible. En Canadá y Estados Unidos, la industria petrolera y el transporte
se encuentran integrados. En la provincia de Buenos Aires, Ferrobaires ya está
haciendo algunas exploraciones iniciales para asegurarse la viabilidad de Bahía
Blanca como estación terminal. En Mendoza, que es vecina de Neuquén, también
estiman que podrían engancharse a un tren de Vaca Muerta. El tema entró en
consideración en una posible reactivación de una planta de potasio en Río
Colorado. La salida del mineral a través de las vías contribuiría a darle
sustentabilidad económica al proyecto, según conjeturan en Transporte.
Fuente: Clarín