Por
Héctor GIULIANO
(16.9.2017)
El
Ministerio de Hacienda acaba de dar a publicidad el Proyecto de Ley (PL) de
Presupuesto 2018 y de una lectura preliminar del mismo surge que hay novedades
importantes en materia de endeudamiento público, noticias éstas que son el
motivo del presente trabajo.
AUMENTO
DE LA DEUDA
El
PL 2018 prevé un aumento total de la Deuda Pública[1]
de 46.500 MD[2]:
durante el ejercicio caen vencimientos de Capital o Principal por 66.600 MD (≡
1.284.400 M$) y se contempla emitir nueva deuda por 113.600 MD (2.180.700 M$).
Esto
ocurre porque la totalidad de los vencimientos no se amortiza en forma neta, es
decir, no se paga con desembolsos de dinero y/o divisas (según el caso) que
reduzcan el stock de las obligaciones sino que se renueva o refinancia
íntegramente – hasta el último centavo – con nueva deuda; y además se toma
deuda adicional, que en el próximo año serán los 46.500 MD citados.
El
año pasado la Deuda se incrementó en 34.500 MD, como producto de 254.00 MD de
saldo final del 2015 – administración Kirchner – contra el stock de la deuda al
31.12.2016 – primer año de gestión Macri – que se elevó a 288.500 MD.
Todo
esto, según cifras oficiales del Ministerio de Finanzas (MF), que incluyen la
deuda remanente con los Holdouts (8.500 MD) y los Cupones PBI (13.000 MD).
La
Ley 27.341 de Presupuesto 2017 prevé para el corriente año completar un
endeudamiento nuevo por 38.200 MD, como resultado de vencimientos de deuda por
58.200 MD y toma de deuda nueva por 96.400 MD; siempre bajo el mismo régimen de
refinanciación total de los vencimientos y toma de deuda adicional.
Según
el Mensaje del PL de Presupuesto 2018 este aumento de la deuda del Estado
aparece ahora modificado: conforme las proyecciones actuales el aumento del
stock de la deuda sería este año de unos 44.000 MD y no ya de 38.200 MD, como
producto de 103.800 MD de endeudamiento público contra amortizaciones de
capital por 59.800 MD.
No
se conoce cuál sería el respaldo legal de esta deuda adicional por unos 5.800
MD más de lo previsto en el Presupuesto del año en curso pero si ello fuera así
se trataría de obligaciones nulas porque la Ley 24.156 de Administración
Financiera del Estado establece taxativamente – en su artículo 60 – que no se
pueden formalizar operaciones de crédito público si no están contempladas en la
ley de presupuesto del año respectivo o en una ley específica al efecto.
El
extraordinario crecimiento de la Deuda Pública en lo que va de la
administración Macri superaría así el aumento del endeudamiento bajo la
administración Kirchner 2003-2015 que – pese al discurso del des-endeudamiento
– aumentó el stock de la deuda del Estado en unos 100.000 MD (151.000 MD al
2003 contra 254.000 MD a fin del 2015).
Sumando
la nueva deuda Macri en sus dos primeros años de gestión, por más de 70.000 MD
– 34.500 MD del 2016 más los 38.200 MD del 2017 – y agregándole ahora los
46.500 MD previstos para el 2018, su gobierno elevaría así el endeudamiento
fiscal en unos 120.000 MD (119.200) en tres años.
Colocar
2.180.700 M$ (≡ 113.000 MD) de deuda en un año – según lo prevé el PL de
Presupuesto 2018 - representa un promedio de colocaciones de deuda de 6.000 M$
(≡ 310 MD) por día: 250 M$ (≡ 13 MD) por hora.
INCREMENTO
DE LOS INTERESES
A
diferencia de los vencimientos de capital, que se refinancian en forma total,
los servicios por intereses de la Deuda Pública, en cambio, se pagan en
efectivo y son parte muy importante del Gasto Público Corriente.
Este
año 2017 estaba previsto originariamente abonar 247.600 M$ (≡ 13.800 MD, al tipo
de cambio 17.92 $/US$) por concepto de intereses pero ahora esa previsión aparece
modificada, elevándola a 16.600 MD (unos 320.000 M$) según el PL; y algunas versiones
recientes la hacen sobrepasar los 19.000 MD.
Presumiblemente
esta relevante diferencia entre los intereses del Presupuesto 2017 original
(Ley 27.341) y los que terminarían siendo efectivamente abonados durante el año
se explique por el pago de intereses a los Holdouts, que fue arreglado con los
acreedores en Abril del año pasado (conforme la Ley 27.249) pero los términos e
importes, así como el cuadro de situación actual, se desconocen porque el
gobierno no ha cumplido todavía con su deber legal de informar al Congreso al
respecto.
Para
el año 2018 el PL prevé que el pago de intereses aumente a 406.500 M$ (≡ 21.200
MD), de los que poco más de la mitad se abonarían en moneda extranjera.
Este
pago de los Intereses de la Deuda Pública constituye el rubro de mayor
importancia dentro del Gasto Público del Presupuesto 2018 después del
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (1.293.400 M$), aunque éste último
conlleva toda la masa del Sistema Previsional que se contrabalancea con los
ingresos respectivos.
El
gasto total por Intereses - los 406.500 M$ citados – es casi el doble de
Seguridad (120.900 M$) y Defensa (116.500 M$) juntos, duplica igualmente la
suma de Educación (163.200 M$) y Ciencia/Tecnología (19.300 M$), también la de Desarrollo
Social (174.600 M$) y multiplica la de los gastos de Salud (56.500 M$).
Hoy
el Gasto por Intereses es el que tiene el mayor ritmo de aumento interanual:
28.0 % para el 2018 contra un promedio general de aumento del Gasto Público
Primario (sin contar intereses) del 16.0 %, comparados ambos con el 2017 (los
21.200 MD contra la cifra ajustada de 16.600 MD), siendo así uno de los factores
determinantes de mayor peso dentro del Déficit Fiscal que notablemente es el
principal motivo de las lamentaciones del gobierno y del establishment
financiero.
El
Gasto por Intereses constituye el 14.0 % del Gasto Público Total (406.500 M$ /
2.904.400 M$) y el 15.1 % del Gasto Corriente pero reviste una gravedad mucho
mayor porque representa el 28.3 % del Gasto de la Administración Central.
La
Administración Pública Nacional comprende tres grandes áreas, cuyos gastos
respectivos en el Ejercicio 2018 serían: 1.438.400 M$ la Administración
Central, 123.300 M$ los Organismos Descentralizados y 1.342.700 M$ las
Instituciones de la Seguridad Social. En total, los 2.904.400 M$ de Gasto
Público del Estado.
Los
Intereses, sin embargo, están a cargo sólo de la Administración Central (AC) –
salvo una suma no relevante de 220 M$, dentro de los 406.500 M$, que
corresponden a Organismos y Seguridad Social – de modo que cotejados contra el
subtotal de la AC la proporción de tal gasto es del 28.3 % mencionado (406.500
/ 1.438.400 M$).
Esto
significa que casi 3 de cada 10 $ de Gasto Público de la Administración Central
van destinados al pago de los servicios de intereses de la Deuda Pública.
El
pago de estos intereses por 406.500 M$ (≡ 21.100 MD) anuales significa un
promedio de 1.100 M$ (≡ 57.5 MD) por día ó 46 M$ (≡ 2.4 MD) por hora que pasa
de nuestra vida.
ANATOCISMO
DE LOS INTERESES
La
capitalización de intereses o anatocismo es el estadio más grave en que se
encuentra un deudor y consiste en que los intereses devengados y no pagados se
suman al capital original adeudado y generan nuevos intereses.
Así,
por aplicación del Interés Compuesto, el anatocismo identifica uno de los
puntos más graves del sistema de Deuda Perpetua que condiciona las Finanzas del
Estado Argentino: la refinanciación total y permanente de los vencimientos de
capital a medida que se van produciendo - por falta de capacidad de repago - aumenta en forma continua y extraordinaria el
monto del principal y el consiguiente
pago de más intereses.
Estas
experiencias ya las ha sufrido nuestro país – directa e indirectamente – como
producto del aumento extraordinario de la Deuda Pública y del crecimiento desproporcionado
de los Intereses a Pagar a lo largo de su Historia y particularmente en los
tiempos recientes.
La
Crisis de Deuda del 2001 se produjo precisamente bajo circunstancias análogas:
un vertiginoso aumento sistemático de la Deuda y sus Intereses, sin capacidad
de repago por parte del Estado y con un soporte de liquidez prestada pero sin
solvencia propia.
El
PL de Presupuesto 2018 informa[3]
que 95.200 M$ (≡ 4.900 MD) en 2017 y 122.600 M$ (≡ 6.400 MD) de intereses no se
abonarían a los acreedores sino que se capitalizarían; un procedimiento que por
ahora tocaría los servicios de la Deuda Intra-Estado (que representa el 51 % de
la Deuda Total) y no los de la deuda con terceros (acreedores privados y
organismos financieros internacionales).
Se
trata de una noticia importante – aunque poco perceptible para el observador
común dentro del fárrago de datos del
PL de Presupuesto 2018 – pero que denota la gravedad de la situación con
respecto a los límites de la capacidad de pago de los intereses de la Deuda y,
a la vez, acentúa la tendencia de arrastre – que viene desde la administración
Kirchner – hacia una licuación progresiva de la Deuda intra-Estado para seguir
aumentando la Deuda Externa con Terceros.
El
anatocismo configura una zona de alerta
roja para cualquier deudor e igualmente para las finanzas fiscales y es
materialización de la Lógica del Sistema de la Deuda, que es la Usura,
entendida no sólo como la dependencia condicionante frente a los acreedores
sino además - y más grave aún – el callejón
sin salida de una trampa de deuda
perpetua frente a los capitales financieros donde el Deudor nunca puede
dejar de ser Deudor.
En
este marco de Usura - que implica gravísimas consecuencias
económico-financieras, sociales y políticas para la Argentina – la
administración Macri avanza hacia las elecciones parlamentarias del 22.10
soslayando la agenda económica en general y la gravísima problemática de la
Deuda en particular, vendiendo expectativas
a la opinión pública a falta de resultados y redoblando su apuesta de gobernar con deuda como requisito
indispensable de su estabilidad financiera y política.
[1] Cuando hablamos aquí de la
Deuda del Estado según el Presupuesto Nacional nos referimos siempre a la Deuda
y al Presupuesto del Estado Central – que es el que aprueba el Congreso - no al
consolidado de la Nación Argentina en su conjunto dado que aquí no figura la
deuda de Provincias/Municipios, Empresas Públicas, Organismos Nacionales y
Fondos Fiduciarios, Banco Central (BCRA) y Juicios contra el Estado con
sentencia en firme.
Salvo
los datos conocidos por vía separada de la deuda del BCRA – que sólo por Lebac
es del orden del billón de pesos (1 B$ ≡ 60.000 MD) y del monto desactualizado
de la deuda consolidada de las provincias (incluyendo la CABA) que al 30.9.2016
era de 419.400 M$ (≡ 27.500 MD) , el resto de los pasivos se ignora por falta
de información oficial, de modo que el total de la Deuda Pública Nacional de la
Argentina es un misterio, un misterio siempre encubierto por los gobiernos de turno.
[2] Las abreviaturas MD/M$
significan Millones de Dólares/Pesos respectivamente y se expresan siempre con
redondeo, razón por la cual pueden darse mínimas diferencias entre totales y sumatoria
de términos. A veces estas diferencias menores se derivan también de los
importes tomados del propio PL. En la mayoría de los casos, los montos se consignan
en pesos y en dólares equivalentes (≡).
Salvo
que se indique lo contrario, la
conversión peso-dólar se hace aquí a razón de 19.3 $/US$ promedio, conforme la
nueva proyección presupuestaria para el 2018.
[3] Tabla
3.1 – Ingresos y Gastos del Sector Público no Financiero (página 57 del Mensaje
del PL de Presupuesto 2018).