domingo, 17 de septiembre de 2017

LA DEUDA EN EL PRESUPUESTO 2018



Por Héctor GIULIANO
(16.9.2017)

El Ministerio de Hacienda acaba de dar a publicidad el Proyecto de Ley (PL) de Presupuesto 2018 y de una lectura preliminar del mismo surge que hay novedades importantes en materia de endeudamiento público, noticias éstas que son el motivo del presente trabajo.

AUMENTO DE LA DEUDA
El PL 2018 prevé un aumento total de la Deuda Pública[1] de 46.500 MD[2]: durante el ejercicio caen vencimientos de Capital o Principal por 66.600 MD (≡ 1.284.400 M$) y se contempla emitir nueva deuda por 113.600 MD (2.180.700 M$).
Esto ocurre porque la totalidad de los vencimientos no se amortiza en forma neta, es decir, no se paga con desembolsos de dinero y/o divisas (según el caso) que reduzcan el stock de las obligaciones sino que se renueva o refinancia íntegramente – hasta el último centavo – con nueva deuda; y además se toma deuda adicional, que en el próximo año serán los 46.500 MD citados.

El año pasado la Deuda se incrementó en 34.500 MD, como producto de 254.00 MD de saldo final del 2015 – administración Kirchner – contra el stock de la deuda al 31.12.2016 – primer año de gestión Macri – que se elevó a 288.500 MD.
Todo esto, según cifras oficiales del Ministerio de Finanzas (MF), que incluyen la deuda remanente con los Holdouts (8.500 MD) y los Cupones PBI (13.000 MD).
La Ley 27.341 de Presupuesto 2017 prevé para el corriente año completar un endeudamiento nuevo por 38.200 MD, como resultado de vencimientos de deuda por 58.200 MD y toma de deuda nueva por 96.400 MD; siempre bajo el mismo régimen de refinanciación total de los vencimientos y toma de deuda adicional.

Según el Mensaje del PL de Presupuesto 2018 este aumento de la deuda del Estado aparece ahora modificado: conforme las proyecciones actuales el aumento del stock de la deuda sería este año de unos 44.000 MD y no ya de 38.200 MD, como producto de 103.800 MD de endeudamiento público contra amortizaciones de capital por 59.800 MD.
No se conoce cuál sería el respaldo legal de esta deuda adicional por unos 5.800 MD más de lo previsto en el Presupuesto del año en curso pero si ello fuera así se trataría de obligaciones nulas porque la Ley 24.156 de Administración Financiera del Estado establece taxativamente – en su artículo 60 – que no se pueden formalizar operaciones de crédito público si no están contempladas en la ley de presupuesto del año respectivo o en una ley específica al efecto.

El extraordinario crecimiento de la Deuda Pública en lo que va de la administración Macri superaría así el aumento del endeudamiento bajo la administración Kirchner 2003-2015 que – pese al discurso del des-endeudamiento – aumentó el stock de la deuda del Estado en unos 100.000 MD (151.000 MD al 2003 contra 254.000 MD a fin del 2015).
Sumando la nueva deuda Macri en sus dos primeros años de gestión, por más de 70.000 MD – 34.500 MD del 2016 más los 38.200 MD del 2017 – y agregándole ahora los 46.500 MD previstos para el 2018, su gobierno elevaría así el endeudamiento fiscal en unos 120.000 MD (119.200) en tres años.
Colocar 2.180.700 M$ (≡ 113.000 MD) de deuda en un año – según lo prevé el PL de Presupuesto 2018 - representa un promedio de colocaciones de deuda de 6.000 M$ (≡ 310 MD) por día: 250 M$ (≡ 13 MD) por hora.

INCREMENTO DE LOS INTERESES
A diferencia de los vencimientos de capital, que se refinancian en forma total, los servicios por intereses de la Deuda Pública, en cambio, se pagan en efectivo y son parte muy importante del Gasto Público Corriente.
Este año 2017 estaba previsto originariamente abonar 247.600 M$ (≡ 13.800 MD, al tipo de cambio 17.92 $/US$) por concepto de intereses pero ahora esa previsión aparece modificada, elevándola a 16.600 MD (unos 320.000 M$) según el PL; y algunas versiones recientes la hacen sobrepasar los 19.000 MD.

Presumiblemente esta relevante diferencia entre los intereses del Presupuesto 2017 original (Ley 27.341) y los que terminarían siendo efectivamente abonados durante el año se explique por el pago de intereses a los Holdouts, que fue arreglado con los acreedores en Abril del año pasado (conforme la Ley 27.249) pero los términos e importes, así como el cuadro de situación actual, se desconocen porque el gobierno no ha cumplido todavía con su deber legal de informar al Congreso al respecto.
Para el año 2018 el PL prevé que el pago de intereses aumente a 406.500 M$ (≡ 21.200 MD), de los que poco más de la mitad se abonarían en moneda extranjera.
Este pago de los Intereses de la Deuda Pública constituye el rubro de mayor importancia dentro del Gasto Público del Presupuesto 2018 después del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (1.293.400 M$), aunque éste último conlleva toda la masa del Sistema Previsional que se contrabalancea con los ingresos respectivos.

El gasto total por Intereses - los 406.500 M$ citados – es casi el doble de Seguridad (120.900 M$) y Defensa (116.500 M$) juntos, duplica igualmente la suma de Educación (163.200 M$) y Ciencia/Tecnología (19.300 M$), también la de Desarrollo Social (174.600 M$) y multiplica la de los gastos de Salud (56.500 M$).
Hoy el Gasto por Intereses es el que tiene el mayor ritmo de aumento interanual: 28.0 % para el 2018 contra un promedio general de aumento del Gasto Público Primario (sin contar intereses) del 16.0 %, comparados ambos con el 2017 (los 21.200 MD contra la cifra ajustada de 16.600 MD), siendo así uno de los factores determinantes de mayor peso dentro del Déficit Fiscal que notablemente es el principal motivo de las lamentaciones del gobierno y del establishment financiero.

El Gasto por Intereses constituye el 14.0 % del Gasto Público Total (406.500 M$ / 2.904.400 M$) y el 15.1 % del Gasto Corriente pero reviste una gravedad mucho mayor porque representa el 28.3 % del Gasto de la Administración Central.
La Administración Pública Nacional comprende tres grandes áreas, cuyos gastos respectivos en el Ejercicio 2018 serían: 1.438.400 M$ la Administración Central, 123.300 M$ los Organismos Descentralizados y 1.342.700 M$ las Instituciones de la Seguridad Social. En total, los 2.904.400 M$ de Gasto Público del Estado.
Los Intereses, sin embargo, están a cargo sólo de la Administración Central (AC) – salvo una suma no relevante de 220 M$, dentro de los 406.500 M$, que corresponden a Organismos y Seguridad Social – de modo que cotejados contra el subtotal de la AC la proporción de tal gasto es del 28.3 % mencionado (406.500 / 1.438.400 M$).

Esto significa que casi 3 de cada 10 $ de Gasto Público de la Administración Central van destinados al pago de los servicios de intereses de la Deuda Pública.
El pago de estos intereses por 406.500 M$ (≡ 21.100 MD) anuales significa un promedio de 1.100 M$ (≡ 57.5 MD) por día ó 46 M$ (≡ 2.4 MD) por hora que pasa de nuestra vida.   

ANATOCISMO DE LOS INTERESES
La capitalización de intereses o anatocismo es el estadio más grave en que se encuentra un deudor y consiste en que los intereses devengados y no pagados se suman al capital original adeudado y generan nuevos intereses.
Así, por aplicación del Interés Compuesto, el anatocismo identifica uno de los puntos más graves del sistema de Deuda Perpetua que condiciona las Finanzas del Estado Argentino: la refinanciación total y permanente de los vencimientos de capital a medida que se van produciendo - por falta de capacidad de repago -  aumenta en forma continua y extraordinaria el monto del principal y el consiguiente  pago de más intereses.

Estas experiencias ya las ha sufrido nuestro país – directa e indirectamente – como producto del aumento extraordinario de la Deuda Pública y del crecimiento desproporcionado de los Intereses a Pagar a lo largo de su Historia y particularmente en los tiempos recientes.
La Crisis de Deuda del 2001 se produjo precisamente bajo circunstancias análogas: un vertiginoso aumento sistemático de la Deuda y sus Intereses, sin capacidad de repago por parte del Estado y con un soporte de liquidez prestada pero sin solvencia propia.
El PL de Presupuesto 2018 informa[3] que 95.200 M$ (≡ 4.900 MD) en 2017 y 122.600 M$ (≡ 6.400 MD) de intereses no se abonarían a los acreedores sino que se capitalizarían; un procedimiento que por ahora tocaría los servicios de la Deuda Intra-Estado (que representa el 51 % de la Deuda Total) y no los de la deuda con terceros (acreedores privados y organismos financieros internacionales).

Se trata de una noticia importante – aunque poco perceptible para el observador común dentro del fárrago de datos del PL de Presupuesto 2018 – pero que denota la gravedad de la situación con respecto a los límites de la capacidad de pago de los intereses de la Deuda y, a la vez, acentúa la tendencia de arrastre – que viene desde la administración Kirchner – hacia una licuación progresiva de la Deuda intra-Estado para seguir aumentando la Deuda Externa con Terceros.     
El anatocismo configura una zona de alerta roja para cualquier deudor e igualmente para las finanzas fiscales y es materialización de la Lógica del Sistema de la Deuda, que es la Usura, entendida no sólo como la dependencia condicionante frente a los acreedores sino además - y más grave aún – el callejón sin salida de una trampa de deuda perpetua frente a los capitales financieros donde el Deudor nunca puede dejar de ser Deudor.

En este marco de Usura - que implica gravísimas consecuencias económico-financieras, sociales y políticas para la Argentina – la administración Macri avanza hacia las elecciones parlamentarias del 22.10 soslayando la agenda económica en general y la gravísima problemática de la Deuda en particular, vendiendo expectativas a la opinión pública a falta de resultados y redoblando su apuesta de gobernar con deuda como requisito indispensable de su estabilidad financiera y política.





[1] Cuando hablamos aquí de la Deuda del Estado según el Presupuesto Nacional nos referimos siempre a la Deuda y al Presupuesto del Estado Central – que es el que aprueba el Congreso - no al consolidado de la Nación Argentina en su conjunto dado que aquí no figura la deuda de Provincias/Municipios, Empresas Públicas, Organismos Nacionales y Fondos Fiduciarios, Banco Central (BCRA) y Juicios contra el Estado con sentencia en firme.
Salvo los datos conocidos por vía separada de la deuda del BCRA – que sólo por Lebac es del orden del billón de pesos (1 B$ ≡ 60.000 MD) y del monto desactualizado de la deuda consolidada de las provincias (incluyendo la CABA) que al 30.9.2016 era de 419.400 M$ (≡ 27.500 MD) , el resto de los pasivos se ignora por falta de información oficial, de modo que el total de la Deuda Pública Nacional de la Argentina es un misterio, un misterio siempre  encubierto por los gobiernos de turno.
[2] Las abreviaturas MD/M$ significan Millones de Dólares/Pesos respectivamente y se expresan siempre con redondeo, razón por la cual pueden darse mínimas diferencias entre totales y sumatoria de términos. A veces estas diferencias menores se derivan también de los importes tomados del propio PL. En la mayoría de los casos, los montos se consignan en pesos y en dólares equivalentes (≡).
Salvo que se indique  lo contrario, la conversión peso-dólar se hace aquí a razón de 19.3 $/US$ promedio, conforme la nueva proyección presupuestaria para el 2018.
[3] Tabla 3.1 – Ingresos y Gastos del Sector Público no Financiero (página 57 del Mensaje del PL de Presupuesto 2018).