Por: AFP, 28-5-18
Puede llegar a ser el presidente más joven en la
historia moderna de Colombia, pero sobre todo Iván Duque figura como el elegido
del popular exmandatario Álvaro Uribe para recuperar el poder para la derecha
opuesta a un histórico pacto de paz con la exguerrilla de las FARC.
Afable y con algunos kilos de más, este senador de 41
años venció en la primera vuelta presidencial con el 39% de los votos. Ahora
deberá medirse con el exguerrillero Gustavo Petro (25%) en un balotaje entre
fuerzas antagónicas.
Abogado con maestría en Economía y corta experiencia
política, Duque (Bogotá, 1976) representa a la mitad de Colombia “indignada”
por las “concesiones” a la antigua guerrilla de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC) a cambio de transformarse en partido tras
medio siglo de guerra.
Por eso promete realizar “modificaciones
estructurales” al acuerdo de paz del 2016 que desarmó a 7.000 combatientes.
Quiere que “quienes han cometido crímenes de lesa
humanidad tengan sanciones proporcionales que sean incompatibles con la
representación política”, dijo. Lo convenido estipula que los jefes
exguerrilleros reciban penas alternativas a prisión si confiesan crímenes y
reparan a las millones de víctimas de un conflicto en el que también
participaron paramilitares de ultraderecha y agentes del Estado.
Duque también es vocero de esos colombianos temerosos
de que el país siga el rumbo que lastró económicamente a Venezuela, lo que
ocurriría, asegura, si gana Petro.
Pero, sobre todo, es la muestra de que las ideas del
ahora senador Uribe -mano dura contra los rebeldes, inversión privada y valores
tradicionales- siguen vivas tras ocho años de dejar la Presidencia. Y ese poder
de Uribe es su mayor reto en caso de llegar a gobernar. (………)
En Estados Unidos conoció a Uribe, quien lo incluyó en
su lista cerrada al Senado para el periodo 2014-18.
“Iván es más que sabio y estoy seguro de que tiene por
delante un futuro brillante”, escribió Uribe en los agradecimientos de su libro
No hay causa perdida (2012).
Sus colegas en el Congreso valoran su inteligencia,
responsabilidad y disciplina. En cuatro años logró destacarse y sacó adelante
cuatro leyes, la más relevante sobre emprendimientos y economía naranja.
A su campaña se unieron sectores de ultraderecha y
evangélicos, que podrían responder a su endurecimiento en estos temas. Se opone
al matrimonio gay, a la droga y a la eutanasia.