El ejemplo de la
administración d
Por Jorge Medina*
La Voz del Interior, 17-10-18
Resulta interesante
analizar el caso de la Municipalidad de Marcos Juárez, pues si se conoce la
génesis del proceso orgánico y de gestión desde el primer mandato del actual
intendente, Pedro Dellarossa, se descubre una cualidad que podría ser ejemplo
para otras gestiones, municipales, provinciales e incluso la de la Nación.
En efecto, estaríamos en
presencia del primer Estado municipal sustentable y diseñado profesionalmente.
Durante el primer
período municipal, el intendente demostró capacidad para diseñar un “modelo
orgánico”, que permitiera gestionar de modo inteligente la Municipalidad.
Es decir, hubo preocupación por revisar y
reformar la organización con la cual se iba a gobernar durante el primer
período. El 9 de septiembre pasado, los ciudadanos de Marcos Juárez decidieron
que el actual jefe municipal permaneciera en el cargo por cuatro años más.
Dado que en toda
organización es imposible operar o gestionar si no se posee una herramienta con
funciones y estructura adecuadas para hacerlo, se encaró un diseño profesional
de la ingeniería orgánica municipal, tratando de que naciera libre de costos
ocultos debido a defectos funcionales o estructurales. En definitiva, se
trataba de diseñar un órgano sano, para permitir realizar con él una gestión
también sana.
Para dicha reforma del
Estado municipal, se trabajó con el criterio “Estado base 0”, es decir, se hizo una
revisión integral de funciones y estructuras preexistentes, diferenciando los
servicios propiamente dichos de las funciones de apoyo o subsidiarias (aquellas
que no tienen sentido por sí mismas de cara a la sociedad).
En todo momento se
trabajó también bajo el paradigma de que el Estado es un prestador de
“servicios”, y que las obras de infraestructura y los recursos materiales son
componentes de dichos servicios y no la razón de ser primaria, como a veces se
confunde. Por ejemplo, si bien el edificio y el equipamiento de un dispensario
forman parte y son importantes para prestar un servicio de salud, lo
fundamental es la calidad total del servicio.
Se utilizó, además, un
modelo profesional y sencillo, que agrupó en sólo tres líneas
principales todas las funciones específicas o servicios del municipio:
1) Servicios
relacionados con las necesidades de tipo social, de impacto directo sobre el
habitante de Marcos Juárez (salud, educación, cultura, deportes, etcétera).
2) Servicios
relacionados con las necesidades de tipo ambiental, urbanístico y del hábitat
en general en el cual vive el ciudadano (transporte, energía, vivienda,
urbanismo, etcétera).
3) Servicios
relacionados con la necesidad de ayudar a generar riqueza por parte de la
población, o sea la llamada función exoeconómica (promoción industrial,
agropecuaria, comercial, etcétera).
Fue importante, en este
punto, no confundir dicha función con la gestión endoeconómica de conseguir
recursos (impositivos, coparticipativos, etcétera) para financiar la gestión
municipal, que es una función neta de apoyo interno. Con esta sencillez
conceptual pero profesional, fue concebida la organización funcional y
estructural que viene acompañando a la gestión de Marcos Juárez.
No es casual
tampoco que este modelo (M3, como se lo denomina) coincida con el triple
modelo de la Teoría de la Sustentabilidad o de las organizaciones (3G), que
sostiene que un organismo (estatal, en este caso) es fuerte o sustentable si en
él se cuida o se promueve al hombre, a su hábitat y a su economía.
Es importante estimar
el beneficio que la aplicación de este modelo produciría a nivel del Estado
nacional en tiempos en los que se busca reducir en forma drástica el déficit
del Estado y mejorar su calidad institucional.
Existen innumerables
costos ocultos en la maraña del aparato estatal y que permanecen sin ser
identificados y sin solución, gobierno tras gobierno. Esto ocurre, sobre todo,
por la falta de profesionalismo en la ingeniería y arquitectura orgánica del
Estado.
Es imperioso prestar
atención a los costos y errores provenientes de la etapa de diseño y
organización del Estado, sin dejar de atender la modernización u optimización
de la gestión.
Sólo como ejemplo,
basta señalar la falta de lógica que se observa al momento de tener que
justificar por qué causa se propone el funcionamiento de determinada cantidad
de ministerios en la Nación. Por lo general, las justificaciones son de corte
subjetivo, no profesional.
En síntesis, la exitosa
pedagogía del caso Marcos Juárez consistió en mostrar la conveniencia de
realizar una verdadera reforma del Estado para disminuir costos orgánicos y,
por ende, mejorar la calidad institucional para facilitar una gestión de
excelencia.
El modelo aplicado también incluyó un blindaje
original y trascendente, que pocos organismos estatales pueden hoy exhibir.
Se trata de un “código de valores” que fue instalado y
divulgado para conocimiento dentro del municipio de Marcos Juárez y que, si
bien por sí mismo no garantiza el mérito de la gestión, contribuye a mantener
activas las defensas morales durante la gestión y marca una directriz para los
actos de gobierno.
* Especialista en
organización del Estado.