Malvinas: otro uso espurio
de los derechos humanos
La aplicación de las normas
no puede dejar de lado la ecuanimidad a expensas de interpretaciones
ideologizadas o mezquindades económicas
Se trata de la citación a 18
militares alegando eventuales torturas a soldados durante la Guerra de las
Malvinas.(…)
Además de la falsedad de los
hechos denunciados, corroborada por los múltiples testigos convocados, las
sentencias explican que la lesa humanidad y su consecuente imprescriptibilidad
requieren que exista un objetivo sistemático de destrucción de un grupo social,
étnico, religioso o político y que, por lo tanto, la tortura o la muerte no
distingan ni la edad, ni la salud, ni la inocencia de las víctimas.
Los jueces
que desestimaron hasta ahora las denuncias, encontraron que esas condiciones no
se dieron en este caso. Los testigos coincidieron en que no hubo torturas y que
los sufrimientos por insuficiencia alimenticia y por frío fueron consecuencia
de las dificultades de abastecimiento generadas por las acciones de la propia
guerra.
Refieren incluso la muerte
de un soldado en el hospital de campaña a causa de trastornos físicos y
psíquicos creados por esas insuficiencias. También relatan una degradación
frente a la formación, como castigo, a un suboficial que se apropió y carneó
una oveja de propiedad de un lugareño, desoyendo claras instrucciones en
sentido contrario.
Claramente, los casos reales ocurridos en relación con los
militares acusados se encuadran en conductas no punibles tratadas por el Código
de Justicia Militar vigente en la época de la Guerra de Malvinas, y que nada
tienen de crímenes de lesa humanidad.
…..
(La Nación, editorial,
23-12-18)