"Si alguien me pagó fue el grupo de
Boudou"
Hugo Alconada Mon
La Nación, 19 de febrero de
2020
Ocho años y once días después de que estalló
el escándalo de corrupción que llevó a la cárcel al vicepresidente Amado Boudou,
su gestor de "negocios", su "testaferro", Alejandro
Vandenbroele, rompió el silencio. Decidió hablar, molesto con las filtraciones
desde el Programa de Protección de Testigos que pusieron en riesgo su
seguridad. Y molesto con las "mentiras", como las calificó, que
circularon por ciertos medios de comunicación.
"Es mentira que me
pagaron para que convirtiera en un arrepentido y declarase en contra de Boudou.
Si alguien me pagó fue ese grupo de Boudou, de Brito [por Jorge, dueño del
Banco Macro] y de Insfrán [por Gildo, gobernador de Formosa", afirma
Vandenbroele, mientras conversa con LA NACION en un departamento ubicado en la
ciudad de Buenos Aires.
"Ellos fueron los que
me pagaron durante años para que me quedara tranquilo", insiste.
"Hasta que dije 'basta', con el apoyo de mi familia. Pero ahora dicen que
me 'compraron' para atacarme, pero en realidad para atacar el régimen del
'arrepentido' en general", afirma, mientras insiste con que "lo que
circula es falso".
Vandenbroele dice, además,
que intimó ya dos veces a los responsables del Programa de Protección de
Testigos para que "salgan a aclarar la verdad", al tiempo que radicó
una denuncia penal para que se investigue la violación del secreto que puso en
riesgo su seguridad.
-Empecemos por lo esencial,
¿el Gobierno del presidente Mauricio Macri le pagó a usted para que declarase
en contra de Boudou o Brito o quien fuere?
-No. Nadie me pagó para que
confesara, ni me coaccionó para que declarase lo que dije ante la Justicia.
-Pero el Programa de Protección
de Testigos le entregó dinero para que usted instale un hotel.
-No es un hotel, es una
posada. No es lo mismo. No puedo dar precisiones porque estoy sujeto al régimen
de confidencialidad como testigo protegido, pero sí puedo decirle que al entrar
a ese programa, tuve que dejar de trabajar por razones de seguridad y está
previsto por ley [mientras remarca "la ley"] que a cada protegido se
le asigne una suerte de 'mensualidad' para mantenerse, primero, y para
reinsertarse en la sociedad cuando el régimen se flexibiliza. ¿Y quiere saber
algo más? Desde mediados de 2019 dejaron incluso de girarme ese dinero.
-¿Se reunió usted o conversó
con Macri alguna vez?
-No. En mi vida lo he visto.
-¿Al jefe de Gabinete,
Marcos Peña?
-No.
-¿Al ministro de Justicia,
Germán Garavano?
-No.
-¿A la ministra de
Seguridad, Patricia Bullrich?
-Sí, una vez. Estaba con
Millman (por Gerardo, su entonces secretario de Seguridad) por un contacto que
obtuve a través de la familia de mi ex mujer (por Laura Muñoz). Fue un tiempo
antes de entrar al régimen del "arrepentido".
-¿Habló de dinero con ella?
-No, ni ofreció solucionarme
nada tampoco. Solo me dijo: "Usted y su familia van a estar en Protección.
Quédese tranquilo". Nunca más la vi.
-¿Se reunió o cruzó llamadas
o mensajes con algún otro funcionario de Cambiemos antes de convertirse en
"arrepentido"?
-No.
-¿Dónde vive ahora?
-En la posada que monté, en
Chacras de Coria [Mendoza]. El programa aportó algo de dinero, pero tal y como
lo ha hecho con otros testigos que están reinsertándose en la vida cotidiana. A
alguno lo ayudó con una heladería, a otros con otras opciones. Yo vi esta
oportunidad. Pero para que quede claro: mi padre y un hermano tuvieron que
salir como garantes para firmar el contrato de alquiler. Una amiga, que es
decoradora, me prestó muebles porque se fue a vivir a España. ¡Abrí la posada
con apenas dos habitaciones y sin aire acondicionado! ¿De qué están hablando?
-¿Ese aporte de dinero para
su posada pudo "influir" en su confesión?
-¡No! ¡Si fue posterior a mi
declaración! El programa (de Protección de Testigos) tiene etapas. La primera
más restrictiva y, cuando se considera que ya pasó lo peor, una segunda fase
más laxa, en la que se busca de a poco que el protegido se reinserte. Fue en
esa etapa cuando primero planteé la posibilidad de montar una playa de
estacionamiento frente al aeropuerto de Mendoza, pero me rebotaron. Después
salió esta posibilidad de la posada, que hoy, después de mucho esfuerzo, tiene
seis habitaciones. ¡Eso es todo!
-La sospecha es que usted
calló durante años porque le pagaron por su silencio y que luego decidió
convertirse en arrepentido porque otros, el Gobierno, le pagó para que usted
declarase.
-Eso es lo que quieren que
parezca para poner en duda todo el régimen de los arrepentidos. Pero yo declaré
ante la Justicia y dije la verdad. Mis dichos fueron verificados por fiscales,
jueces y tribunales de alzada.
-Pero.
-Yo tengo que asumir lo que
hice mal. Lo hice. Y ahora tengo que tratar de torcer esta versión que quieren
hacer correr. Pero, ¡basta! ¡Esta no me la como! ¡Yo esto [por cobrar a cambio
de confesar] no lo hice!