"El kirchnerismo fue
contra Stiuso para tapar la inteligencia ilegal y paralela que hacían con el
Ejército"
Perfil, 7-3-20
Tras el decreto del
presidente Alberto Fernández que busca modificar el funcionamiento de la
Agencia Federal de Inteligencia (AFI), el ex titular de la SIDE, Miguel Ángel
Toma, criticó la medida y apuntó contra el kirchnerismo por su gestión en el
área, donde aseguró que "desfinanciaron" la inteligencia civil para
ir "montando una estructura de espionaje paralelo, ilegal y con la
finalidad del control y la represión social" en el Ejército.
"En un país que no
tiene hipótesis de conflicto, el presupuesto de la inteligencia militar crece
más de un 150% entre 2010 y 2014, mientras que el de inteligencia civil se mantiene
estable. En el 2010, cuando
comienzan las negociaciones del Memorándum con Irán, tanto Nisman como la
estructura de inteligencia civil a cargo de Stiuso, eran una piedra en el
zapato porque estaba investigando la responsabilidad criminal de Irán cuando el
Gobierno estaba negociando un pacto de impunidad con quienes habían masacrado a
cientos de argentinos", acusó el ex funcionario en diálogo con el abogado
y periodista Jorge Rizzo en su programa Gente de Derecho que se emite por AM
770.
En esa línea, continuó:
"Había que llamarlo a Nisman y decirle que no había que investigar más a
Irán y que se centre en Siria. Obvio que Nisman lo rechaza. Esa es la
razón por la cual se la va desfinanciando y se va montando una estructura de
espionaje paralelo, ilegal y con la finalidad del control y la represión
social".
"El kirchnerismo fue contra Stiuso para poner la cortina de
humo para tapar la inteligencia ilegal y paralela que se hacía mediante las
fuerzas armadas, el ejército. Había que echarle la culpa a alguien de
inteligencia civil para cubrir la existencia de un espionaje represivo e
ilegal", comentó Toma.
En cuanto a su experiencia laboral con el polémico espía Jaime Stiuso, expresó: "Considero que es uno de los mejores
oficiales de inteligencia que he conocido. Durante mi gestión no solo tuvo una
profesionalidad absoluta, sino que hizo todo lo que yo le ordené, actuó bajo el
marco de la ley".
De todas maneras, Toma también apuntó contra
la gestión de Mauricio Macri en el área y recordó el caso de Marcelo D'Alessio:
"Recomiendo reconstruir la estructura de inteligencia, fue totalmente
destruida. Si le critico algo al Gobierno de Macri era que había una enorme
expectativa en que iba a reconstruir la inteligencia civil que había destruido
el kirchnerismo. Eso no lo cumplió. Cuando quiso hacerlo, lo hizo mal. Se
acuerdan de D'Alessio y Bogoliuk, y toda esa banda de delincuentes que estaban
nombrados por la AFI en aquel momento. La quisieron reconstruir y la
reconstruyeron, por ignorancia, con los peores elementos. Tienen que terminar
todos presos. Por ese tipo de conducta la inteligencia termina siendo
descalificada y sustituida por el espionaje ilegal".
"Hay que
reconstruir los activos en terrorismo que fueron sistemáticamente destruidos
durante la gestión de Parrilli. Echan a dos mujeres, director y subdirectora de
contraterrorismo que tienen una brillante capacidad y talento, centrales en la
construcción del informe AMIA, fueron echadas como perras. Era clara la
intencionalidad del Memorándum con Irán. Me hago responsable de lo que
digo", sentenció.
Sobre el decreto de Alberto
Fernández que busca reestructurar el área de Inteligencia, explicó:
"El decreto es redundante, repite absolutamente las prohibiciones que ya
estaban incorporados en la ley 25.520 que fue una ley muy importante no solo
porque salió por un consenso prácticamente unánime, fue trabajada durante casi
ocho meses por todos los bloques parlamentarios. Fue realmente una política de
Estado".
"Transparentaba y hacía pública las
reglas del funcionamiento de la inteligencia y además derogaba la totalidad de
la legislación preexistente que era francamente un cambalache. La sumatoria de
decretos y leyes, bandos militares, todo eso de naturaleza secreta. Se regía
básicamente de una serie de elementos de dudosa legitimidad democrática y
desconocida por la sociedad. Derogamos todo y constituimos una estructura
legislativa pública. Lamentablemente, este Gobierno, lejos de convocar a todas
las fuerzas políticas para encontrar un consenso para actualizar esa ley
25.520, lo hacen por un DNU", recordó.
Por otro lado, también hizo
referencia y criticó la filtración de escuchas telefónicas, pero remarcó que
esa divulgación no fue en el área de inteligencia: "La estructura de
escuchas telefónicas, en 2015, el gobierno kirchnerista modifica la ley
25.520 mediante otra ley votada solo por el oficialismo que básicamente buscaba
sacar las escuchas telefónicas de Inteligencia y ponerla bajo la Procuración
General, casualmente en manos de Alejandra Gils Carbó, de Justicia
Legítima. Y la responsable en aquella época de las escuchas judiciales era
Cristina Caamaño, hoy interventora de la AFI. Después Macri las manda a la
Corte Suprema. Lamentablemente volvieron a pasar la divulgación de escuchas.
Las escuchas judiciales y su consecuente filtración se dieron cuando ya no
estaban en el marco de Inteligencia".
"Es muy fácil echarle la culpa a las
instituciones. Es muy fácil descargar la responsabilidad de los políticos
inútiles o corruptos que se quieren lavar echándole la culpa a las
instituciones. El tema es quién conduce las instituciones. Un Estado sin
inteligencia, es un Estado bobo. Tampoco no puede vivir un Estado bajo la
permanente amplitud del espionaje interno como mecanismo de control y represión
social", manifestó.
Por último, habló sobre lo que espera de la gestión de
Caamaño como interventora de la AFI: "No voy a juzgar a un funcionario por
80 días de gestión. Pero los antecedentes que tenemos de Caamaño lo que pudo
haber aprendido de inteligencia es pinchar teléfonos, porque su experiencia fue
al frente de observaciones judiciales bajo el mando de Gils Carbó. Además, está
la pertenencia política, pertenece a Justicia Legítima, tiene un sesgo,
tendencia, que no es lo más aconsejable para lograr un equilibrio".