sin cuarentena y de una forma muy diferente al
resto del mundo
Infobae, 30 de marzo de 2020
Las calles de Estocolmo
están tranquilas pero no desiertas. Todavía hay gente en las cafeterías al aire
libre en el centro de la capital sueca. Hay vendedores de flores, adolescentes
charlando en los parques. La gente se saluda de mano y con abrazos.
Después de un largo y oscuro
invierno escandinavo, la pandemia de coronavirus no mantiene a los suecos en
casa, incluso cuando en muchas partes del mundo las personas están refugiadas
bajo techo y no encuentran tiendas o restaurantes abiertos en las pocas
ocasiones en que se les permite salir.
Las autoridades suecas han
aconsejado al público que practiquen el distanciamiento social y trabajen desde
casa, si es posible, y exhortaron a las personas mayores de 70 años a aislarse
por precaución. Sin embargo, en comparación con las cuarentenas impuestas en
otras partes del mundo, la respuesta del gobierno al virus permite una gran
cantidad de libertad personal.
Está prohibido estar de pie
en los bares, pero los restaurantes sí tienen permitido dar servicio a los
comensales en mesas o para llevar. Las secundarias y universidades están
cerradas, pero las escuelas preescolares y primarias aún imparten clases presenciales.
“Suecia es un caso atípico
en la escena europea, al menos", dijo el epidemiólogo Johan Giesecke,
asesor de la Agencia de Salud de Suecia. “Y creo que eso es bueno”. Otras
naciones europeas “han tomado medidas políticas desconsideradas” en lugar de
las dictadas por la ciencia, afirmó Giesecke. Se desconoce cuánto durará el
estado excepcional de Suecia. Advirtiendo de “muchas semanas y meses difíciles
por delante”, el primer ministro Stefan Lofven anunció que, a partir del
domingo, las reuniones se limitarían a 50 personas en lugar de 500.
Por ahora, el gobierno sueco
sostiene que se puede confiar en los ciudadanos para ejercer la responsabilidad
por el bien común y se quedarán en casa si experimentan algún síntoma de
COVID-19. De hecho, muchos suecos mantienen la distancia recomendada.
Suecia, una nación de 10
millones, tenía un total de 3.447 casos confirmados y 105 muertes hasta el
domingo, según un recuento de la Universidad Johns Hopkins. Las infecciones en
todo el mundo superaban las 680.000 personas, con más de 31.000 muertes.
Pruebas muy focalizadas
Mientras el mundo sigue
trabajando en el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus, los países
empiezan a tomar sus propias medidas para hacer frente al avance de la
epidemia. Tal es el caso de Suecia, que en las últimas horas decidió cambiar el
enfoque que estaba tomando para realizar las pruebas de COVID-19.
En los primeros días y
semanas del virus, las autoridades suecas realizaban pruebas a cualquier
persona que informara síntomas después de haber viajado a zonas de alto riesgo
en el extranjero, o después de haber estado en contacto con pacientes
confirmados con coronavirus. Incluso se aislaba a todo aquel que hubiera estado
en contacto con esas personas en los días recientes, y se les practicaba el
test.
La Agencia de Salud Pública
indicó que en estos casos, generalmente solo los contactos más cercanos, como
miembros de la familia o colegas cercanos, también daban positivo. No así,
siempre en líneas generales, aquellos que habían estado en el mismo vuelo o
tren. No obstante, esa estrategia cambió. En estos momentos las autoridades han
dejado de realizar las pruebas en todos los casos, y desviar su atención hacia
los grupos más vulnerables. Es decir, personas de edad avanzada, otras con
problemas respiratorios o con ciertas afecciones.
“La estrategia anterior de detectar todos los
casos de enfermedad, al evaluar a las personas que presentan síntomas después
de viajar a ciertas áreas en el extranjero, ya no es la más efectiva (...). Esto
significa que todas las personas enfermas con síntomas de resfriado o gripe
deberían estar en casa para no correr el riesgo de contagiar a otros”, explicó
la Agencia de Salud Pública.
Por lo tanto, cualquier
persona que no se encuentre en el grupo de riesgo, pero que tenga síntomas de
coronavirus (como tos o fiebre), debe permanecer en su casa y limitar el
contacto social hasta que quede libre de síntomas durante al menos dos días.
La decisión de las
autoridades suecas de cambiar el enfoque de cómo intentar detener la
propagación del virus se dio luego de que se registraron los primeros casos de
infección comunitaria. Es decir, aquellos que no pudieron vincularse con viajes
al extranjero o casos confirmados previamente.
La Agencia de Salud Pública
remarcó que la decisión responde a una necesidad de priorizar mejor los
recursos, y así centrarse en los pacientes más gravemente enfermos o en riesgo.
La Organización Mundial de
la Salud (OMS), en cambio, instó esta semana a los países a “analizar, analizar,
analizar” el coronavirus, en todos los casos posibles. “Prueben todos los casos
sospechosos. Si dan positivo, aíslelos y descubra con quién han estado en
contacto dos días antes de que desarrollaran síntomas y pruebe también a esas
personas”, indicó el director del organismo, el doctor Tedros Adhanom
Ghebreyesus.