caso Brandolino
Por María Lilia Genta
Prensa Republicana, 1-6-20
Estimada María Luján
Castillo:
Como bien decís debo andar
triplicándote en años; por eso voy a permitirme tutearte (o vosearte como se
usa en Argentina).
Trataré de ser sintética en
homenaje a Prensa Republicana para no ocuparle tanto espacio. Paso a
responderte:
¿Cómo ves “los programas de
la tarde” en los que participa tu mamá si no ves televisión? No vi el programa
de Nicole Neumann, pero el audio se replicó en los noticieros que sí veo. ¿Me
habrán educado mal?
En cuanto a la “ola celeste”
somos muchos los que estamos comprometidos. Mi marido médico está en Médicos
por la vida (de cuyo grupo de WhatsApp se fue tu mamá, y es a lo que me refería
con el portazo, no al debate con Martín Olivera como erróneamente afirmás vos).
Gracias por lo de
“resentida”. No entiendo bien por qué habría de estarlo respecto de una persona
a quien no he tratado nunca. ¡Pero el “cumplido” va con cita de mi papá y todo!
¿Me habrá educado mal?
En cuanto a la próxima
vacuna contra el Covid 19 no se sabe cuál estará antes. Si la de Oxford
(Inglaterra) o la de Estados Unidos. Te recuerdo que los dos líderes más
decididamente antiglobalistas son Johnson y Trump, este último acaba de retirar
la enorme suma con que Estados Unidos financiaba a la OMS. Allí quedó Bill
Gates con sus financiadores. Esto lo hizo después de retirar los fondos a los
centros promotores del aborto, combatir la ideología de género, amén de abrir
los templos porque lo que más necesita Estado Unidos son oraciones. Por
supuesto que actuaré como “mansa ovejita” y me daré la vacuna si sobrevivo a la
“pandemia”.
Hablando de vacunas:
recuerdo que tu mamá estuvo siempre contra todas las vacunas. No sólo se lo he
escuchado (sin la aclaración que vos decís respecto del origen extranjero de
las vacunas) sino por las consultas que mi esposo suele recibir de parte de
matrimonios jóvenes (algunos sólo lo conocen por sus escritos, otros por
haberlo escuchado en alguna conferencia) después de oír a tu mamá: “La Dra.
Brandolino dijo que no había que vacunar a los chicos. ¿Qué opina usted?
Estamos confundidos”. Mi esposo les respondía con el mayor fundamento posible.
Por otra parte, como dije en la nota, la vacunación obligatoria se la debemos
al Dr. Ramón Carrillo, eminente sanitarista, ferviente católico, si esto último
vale para vos que tanto citás las Escrituras.
Lo que me sorprende en tu
mamá es su permanente ataque y menosprecio a los médicos que piensan distinto
de ella y no siguen sus ideas médicas. Y esto, según tu mamá, porque o aman el
dinero o son cobardes. Estoy casada con uno de esos médicos que, me parece, no
merece ese destrato: fue y sigue siendo pobre y en cuanto a cobarde creo que no
tiene que dar examen, pero te doy un solo dato: participó en el Operativo
Independencia en la época en que el ERP mató a un médico e hirió a otro, es
decir, expuso su vida. Hubo otros, muy pocos felizmente, que pidieron la baja
para no ir a Tucumán.
Este buen señor, mi marido,
al que amo y me ama, y conocí en 1955, en las clases de mi padre al que vos
admirás, suele ser muy medido cuando lo llaman a opinar y aunque no coincida
con tu mamá siempre guarda el debido respeto a su persona. Me dio permiso de
trascribir un párrafo de una de las tantas consultas:
“Estimado amigo: con todo el respeto que me
merece la Dra. Brandolino (a quien no conozco personalmente pero estoy al tanto
de su trayectoria pública) las vacunas deben ser dadas a los niños como el
único medio, hasta ahora comprobadamente seguro y eficaz, para prevenir
enfermedades graves potencialmente mortales. Los presuntos efectos adversos a
los que alude la colega no han sido comprobados ya que no se conocen trabajos
serios (que deben ser randomizados, esto es, realizados con grupos control
formados aleatoriamente) que demuestren, con razonable evidencia estadística,
que en los grupos vacunados haya una mayor incidencia de dichos efectos
respecto de grupos no vacunados. La medicina es hoy medicina de la evidencia y
hasta ahora la Dra. Brandolino y quienes piensan como ella no han mostrado
ninguna evidencia convincente. Mi consejo (ya que me lo pide): vacune a sus
hijos.”
Como nota de color te
cuento que mi padre veía los partidos de fútbol por televisión y pasaba largos
ratos comentando la misión del arquero: es una metáfora del motor inmóvil,
solía decirnos. Las películas las veía en el cine.
Por último, dos
aclaraciones: una, me citás mal ya que nunca escribí que los dichos de tu madre
fueran contradictorios. Lee mejor mi nota. Otra, no canonizo ni a Trump ni a
Johnson, sólo menciono hechos objetivos.
Te deseo lo mejor.
María Lilia Genta