"No han achatado curvas, han achatado
cerebros"
La Prensa, 12.09.2020
¿Desde cuándo los estudios
complementarios estuvieron por encima de la clínica médica?
Todos los que hemos
estudiado y ejercemos la medicina en el ámbito de la clínica hemos escuchado y
aprendido algo que está escrito en piedra, un aforismo que afirma "La clínica
es soberana". Sin embargo, parece que desde hace unos meses a la fecha la
clínica ha sido superada increíblemente por estudios complementarios. Los
pacientes dejaron de ser personas para transformarse en números, casos
positivos de un test sin importar su real estado de salud.
En los más de 22 años que
trabajo como médico, jamás he visto ni siquiera imaginado algo tan aberrante.
Que nadie se sorprenda.
Todos los inviernos las terapias intensivas y las guardias de todos los
hospitales y clínicas en nuestro país trabajan a máxima capacidad, sin embargo
hoy un grupo de sujetos pretende sostener el miedo apelando al relato del
colapso del sistema sanitario, psicopateando a parte de la sociedad con el
sofisma de que las personas sanas que deciden salir de sus casas después de 170
días de encierro son absolutos responsables de la diseminación de un “virus
despiadado”.
Siguen infundiendo miedo en
la gente publicando todos los días cifras crecientes de resultados de tests
informados como positivos llegando incluso en algunos distritos a sumar
personas sanas como casos positivos sin siquiera realizarles un test, basándose
en meras suposiciones epidemiológicas. Esa es la clave, hacer que sigan
subiendo los números para continuar dibujando curvas y justificar más
sometimiento.
Hasta principios de junio la
terapia intensiva de uno de los importantes sanatorios donde trabajo en la
ciudad de Buenos Aires siempre estuvo a media ocupación y hasta el día de hoy
ésta casi nunca se vió desbordada, al menos no más que otros años. Asímismo,
existen en las clínicas pisos completos con habitaciones simples ocupadas con pacientes de todas las
edades con las típicas patologías respiratorias de la estación con sospecha o
tests positivos para esta polimorfa enfermedad llamada Covid 19, porque así lo
disponen los protocolos, quitándoles en muchos casos lugar a personas que por otros motivos
clínicamente serios podrían estar necesitando una cama, y ésta a mi entender
sería una estrategia diseñada para colaborar con el colapso del sistema y
sostener así la necesidad de una cuarentena indefinida. No quiero dejar de
mencionar los pacientes añosos dejados dentro de consultorios de guardias
externas literalmente tirados sobre duras camillas durante más de 24 horas
esperando el resultado de un test, aislados de sus seres queridos como si
fueran leprosos, aterrados pidiendo ayuda. Esto que afirmo lo he visto yo con
mis propios ojos, nadie me lo ha contado. Es evidente que los protocolos han
calado profundo en la cabeza de muchos profesionales de la salud y varias de
sus conductas tan desapegadas del sentido común y la compasión no pueden menos
que generarme indignación y vergüenza.
Podría contar muchos
ejemplos de medidas médicas irracionales, hisopados y placas de tórax a
pacientes que consultan por síntomas compatibles con cuadros clínicos que lejos
están de la enfermedad descripta como Covid. El sinsentido y la falta de
criterio de una parte de los médicos me resulta abrumadora.
En vez de considerar la
clínica en primer lugar para decidir conductas racionales, como debe ser,
parecen pensar únicamente en Covid y en la realización de estudios
complementarios como ser tests de PCR de cuestionada especificidad y tomografías, irradiación que sabemos no resulta
inocua. Es que ahora a todos los paciente con un poco de tos y fiebre no les
alcanza con indicarles una radiografía, cosa que no debería hacerse si el
paciente está en buen estado general y no tiene semiología, sino que además les
realizan tomografías de tórax para buscar "imágenes en parche con patrón
de vidrio esmerilado". Parece que a muchos colegas les agarró la obsesión
del vidrio esmerilado... y, cuando lo encuentran, el paciente termina siendo
internado como posible caso Covid, engrosando las listas de camas ocupadas, aún
cuando éste se encuentre bien clínicamente y curse un leve catarro que podría
tratarse tranquilamente en su domicilio con pautas de alarma y control.
¿Cuántos pacientes habremos
visto con síndromes gripales durante tantos años a los que si les hubiéramos
realizado tomografías oportunamente hubiéramos encontrado imágenes de
infiltrados como estos?
Parece también que a partir
de marzo hemos redescubierto y redimensionado la fiebre, las mialgias, las
cefaleas y la tos... y todo eso responde hoy a la primacía del Covid-19. Ningún
otro virus respiratorio dando vueltas, y el resto de las patologías en último
plano o directamente olvidadas por completo. Si un paciente consulta por dolor
abdominal, aunque tenga una apendicitis, si no cumple los criterios del
protocolo para Covid19 que tome paracetamol y ¡que sólo vuelva al hospital si
le duele la garganta, tiene tos, dos líneas de fiebre y pierde el olfato!
Muchos de los que trabajan
en terapias intensivas y guardias externas son un caso serio, están
absolutamente sesgados y cegados. Agotados y asustados con la cabeza
literalmente limada, creen que la realidad es solo lo que ven en sus reductos
laborales.
Como siempre dije en todos
estos meses, no han achatado curvas, han achatado cerebros en particular el de
muchos profesionales de la salud que ya no piensan críticamente. Perdieron
definitivamente el norte y lo peor de todo, a mi entender, les falta humildad
para admitir que se están equivocando, que han sido engañados. Muchos se
encuentran desinformados, parecen ajenos a las historias de cientos de miles de
argentinos que siguen perdiendo sus trabajos, enfermando y muriendo día tras
día por multiplicidad de causas evitables secundarias a esta ya clarísima
“infectadura” que se pretende prolongar. Quizás sea orgullo o temor lo que los
mantiene cerrados en un pensamiento único e inflexible sin poder reconocer que
han estado siendo usados como brazo ejecutor de un plan de locura, destrucción
y muerte.
Por favor, reaccionen.
Cuanto más tiempo sigan en esta postura más chance tendrán de ser juzgados en
un futuro cercano como cómplices de un plan de terrorismo médico sin
precedentes en la historia de la humanidad.
Todo esto representa algo
para analizar e interpretar desde una perspectiva de la psicología de la
conducta humana más que de la inmunología, la Infectología o la biología
molecular de un virus que no mata mucho más que el de una gripe estacional.
Leonardo González Bayona
Médico especialista en
Medicina Familiar (M.N. 97.300)
Epidemiólogos Argentinos
Metadisciplinarios