el plan de la ONU
que entrega 15 mil millones de raciones por año
Infobae, 9 de
Octubre de 2020
El Comité Noruego
del Nobel otorgó esta mañana el Premio Nobel de la Paz al Programa Mundial de
Alimentos (PMA) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por “sus
esfuerzos en la lucha contra el hambre, su contribución para mejorar las
condiciones de paz en las zonas afectadas por los conflictos y por haber
impulsado los esfuerzos para no convertir el hambre en un arma de guerra”.
El Programa
Mundial de Alimentos de la ONU nació en 1961 y tiene su sede en Roma, Italia.
En principio, fue creado como un proyecto experimental de tres años, por
iniciativa del expresidente estadounidense Dwight Eisenhower. Sin embargo,
distintos acontecimientos que tuvieron lugar en aquellos años (un terremoto en
Irán, un tifón en Tailandia y crisis de refugiados en Argelia luego de lograr
la independencia de Francia) dieron a entender la necesidad de existencia
permanente de un programa que se ocupara de brindar asistencia alimentaria y
combatir el hambre en el mundo.
Actualmente, el
PMA, que se define como la organización humanitaria líder en la lucha contra el
hambre, asiste a 86.7 millones de personas en 83 países todos los años, en
un mundo donde una de cada diez personas no tiene suficiente alimento. Según
datos oficiales, el programa cuenta con 5.600 camiones, 20 barcos y 92 aviones
en movimiento, que entregan alimentos y distintos tipos de asistencia todos los
días. Cada año, distribuyen alrededor de 15.000 millones de raciones con un
costo estimado por ración de 31 centavos de dólar.
Los esfuerzos del
PMA, que se financia en su totalidad con donaciones voluntarias, se focalizan
en la “asistencia frente a emergencias, el alivio y la rehabilitación, la ayuda
para el desarrollo y las operaciones especiales”. La mayor parte de su trabajo
tiene lugar en países afectados por conflictos, donde las personas presentan
tres veces más probabilidades de sufrir desnutrición que aquellas que viven en
naciones donde no hay conflictos que amenacen su subsistencia.
En situaciones de
emergencias, el programa suele arribar primero a la zona afectada para ofrecer
asistencia alimentaria a las “víctimas de guerras, conflictos civiles, sequías,
inundaciones, terremotos, huracanes, pérdidas de cosecha y desastres
naturales”. Finalizada la emergencia, continúan ayudando a las comunidades a
reconstruir sus vidas y los medios de vida que se vieron afectados. Además,
trabajan para fortalecer la resiliencia y la resistencia de las personas y las
comunidades afectadas por las crisis extendidas en el tiempo.
Las madres y los
niños son actores de sumo cuidado para el PMA. Sus proyectos de desarrollo
suelen enfocarse en combatir la desnutrición de ambos grupos desde las etapas
más tempranas, con especial énfasis en los primeros 1.000 días, desde la
concepción hasta el segundo cumpleaños del niño o niña, y posteriormente a
través de comidas escolares. Cada año, el programa brinda alimentos escolares a
más de 16 millones de niños en 60 países.
El PMA está
administrado por una Junta Ejecutiva de 36 miembros y trabaja de manera
estrecha con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) y el Fondo Internacional de Desarrollo
Agrícola (FIDA), ambos también con sede en Roma. Además, se encuentra asociado
con más de 1.000 ONG nacionales e internacionales para ofrecer asistencia
alimentaria y acabar con el origen de las causas del hambre en el mundo.