PARA LA PRAXIS
REVOLUCIONARIA
La Agenda
Latinoamericana Mundial es una Agenda anual, colectiva y altermundista que
incluye artículos sobre un tema específico cada año desde 1992.
CATAPULTA, 26-1-21
Artillero: Augusto
Padilla
Uso pedagógico de
la Agenda
Además de uso
personal, la Agenda se utiliza como un instrumento pedagógico para
comunicadores, educadores populares, agentes de pastoral, animadores de grupos,
militantes.
La presentación de
los textos se rige por un criterio económico que sacrifica una posible estética
de espacios blancos e ilustraciones en favor de un mayor volumen de mensaje.
Herramienta de
educación popular
Cada año, la
Agenda Latinoamericana disponibiliza en internet una página especial de
información y materiales complementarios, donde ofrece materiales pedagógicos
para las personas que usan la Agenda como una herramienta pedagógica de
educación popular: artículos, libros, ppts, video y otras referencias, dentro
del tema central monográfico al que la Agenda está dedicada ese año.
Algunos años, la
Agenda produce una “cartilla popular” sobre el tema del año, presentando una
síntesis del mensaje que quiere transmitir sobre el tema, en una forma
susceptible de ser trabajada en el grupo, con la metodología de la educación
popular.
Ecumenismo
La Agenda se rige
por un ecumenismo de suma, no de resta. Por eso no elimina lo propio de
católicos ni lo específico de protestantes, sino que lo reúne, de tal forma que
en el santoral se suman las conmemoraciones protestantes con las católicas.
La Agenda se
autocalifica como aconfesional y macroecuménica: se enmarca en un mundo de
referencias, creencias, valores y utopías común a los Pueblos y hombres y
mujeres de buena voluntad, que los cristianos llaman Reino, pero que comparten
con todos en una búsqueda fraterna y humildemente servicial.
https://tienda.claretiana.org/producto/agenda-latinoamericana-2021/
Vislumbrar el
futuro, demanda levantarse de la abyección espiritual que nos ataba al suelo
del egoísmo depredador que era la culminación del individualismo. Se hace
imprescindible identificar la urdimbre de la vida humana con la naturaleza,
para descubrir que nuestro futuro depende de la solidaridad y el reconocimiento
gozoso de la unidad del mundo.
Esta pandemia, y
fenómenos como el calentamiento global, patentizan que vivimos en una
naturaleza que se resiste a ser totalizada como objeto inagotable desde las
perspectivas depredadoras del sistema capitalista. La dualidad sujeto-objeto
–arquetipo fundamental de la modernidad— hizo pensar que la naturaleza era un
objeto disponible para la total manipulación por parte de los intereses
humanos. La tecnología, expresión pura de poder, hizo olvidar que somos parte
del mundo y que dicha dualidad no es más sino una simple abstracción que impide
reconocer nuestro lugar dentro del Universo.
Somos partes de un
todo y el respeto que tenemos hacia nosotros debiera entenderse como
consideración del Todo sin el cual no podemos vivir. Afortunadamente, estas
visiones existen y se encuentran presentes en culturas que han aprendido
lecciones que la arrogancia occidental ha olvidado. La visión del sujeto
depredador supone el eclipse de visiones del mundo que, sin embargo, preservan
perspectivas que van más allá de la obsesión manipuladora que distingue a la
civilización capitalista, que tampoco es la suma total de las fuerzas
espirituales de las culturas occidentales.
Con todo, la
esperanza es uno de los atributos de las sociedades que han sido desplazadas de
la historia. Por lo tanto, es posible encontrar en ellos nuevos medios y
caminos para fomentar la humanidad que parece perdida. Esto supone una tarea
espiritual, puesto que lo que está en juego es la misma relación con el mundo y
del ser humano consigo mismo: es la tarea de re-ligar de las que nos hablan
Leonardo Boff y Frei Betto, proceso necesario en épocas de crisis.
Nada se puede
lograr si el ser humano no viaja de nuevo hacia el centro de sí mismo y
descubre que la espiritualidad supone la emoción y el sentimiento, la conexión
de sentido con el Universo. La vinculación muestra que el propio espíritu es el
ámbito en el que se ubica el ser humano en el todo interdependiente que le da
sentido al multiverso.
No podemos,
tampoco, pensar que los cambios se impondrán por sí mismos. Es hora de elaborar
una nueva praxis, plural pero unificadora. Y todas las contribuciones de esta
nueva edición de nuestra Agenda apuntan en este sentido, sirven de necesario
alimento para esa demanda de horizontes espirituales. Son propuestas para guiar
nuestros pasos en un mundo que necesita una opción definitiva por la vida y la
dignidad de la casa común.
https://agendalatinoamericana.red/
Nota catapúltica
La Agenda es
distribuida por PROCLADE (Promoción Claretiana para el Desarrollo) para la cual
“El grito de los
pobres y los necesitados se oye de formas muy diversas en nuestro mundo. Nos
interpelan las situaciones de desigualdad e injusticia que generan una brecha
cada vez mayor entre ricos y pobres, el creciente número de los excluidos y
descartados y las múltiples manifestaciones de la violencia. Nos sentimos
llamados a denunciar la idolatría del dinero y el Mercado y a impulsar la
inclusión social de los pobres, el diálogo, la paz, la justicia y la defensa de
la Madre Tierra.
Queremos oír estos
clamores y responder a ellos con todas nuestras fuerzas y herramientas
disponibles, cooperando con la liberación de los Pueblos”. https://procladesur.org/proclade/
¿Hace falta
recoradar que el beato Angelelli era claretiano?