Endepa rechaza el
proyecto de zonificación minera en Chubut
Aica, 5 DE
FEBRERO, 2021
La Pastoral
Aborigen advierte que la iniciativa implicaría "abrir la puerta a la
minería a cielo abierto afectando de manera irreparable los territorios de los
pueblos ancestrales que allí viven".
Texto del
comunicado
Chubut tierra de
culturas indígenas de pueblos mapuche, tehuelche y mapuche–tehuelche.
El Equipo Nacional
de Pastoral Aborigen (Endepa) muestra su preocupación y su repudio a la
iniciativa del gobierno del Chubut, dejando clara su posición de rechazo al
Proyecto de zonificación minera en la meseta central de la provincia del
Chubut, porque ello implicaría abrir la puerta a la minería a cielo abierto
afectando de manera irreparable los territorios de los pueblos ancestrales que
allí viven.
Nos unimos y damos
nuestro apoyo a los distintos sectores de la ciudadanía chubutense que se han
manifestado en contra de este proyecto, especialmente a los obispos de la
Iglesia católica de esa provincia y a la Iglesia Evangélica Metodista entre
otras muchas organizaciones del país.
El Consejo
Superior de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco hizo público
un comunicado denunciando que el proyecto de zonificación destinaría
aproximadamente el 64% de la superficie del Chubut a la actividad minera.
Como Endepa
rechazamos de manera contundente el proyecto de zonificación minera y
reafirmamos los principios ambientales dispuestos en el artículo 41 de la
Constitución Nacional Argentina, teniendo presente el derecho humano básico a
vivir en un ambiente sano, y la Ley 5001 del Chubut, sancionada en el año 2003,
a partir de un plebiscito donde el pueblo de Esquel rechazó de manera contundente
la explotación minera.
Asimismo, exigimos
el cumplimiento del derecho de consulta indígena, derecho constitucional de las
comunidades a participar para informarse y decidir, establecido en el artículo
75, inciso 17 de la Constitución Nacional.
Resulta un punto
de inflexión que los gobernantes del Chubut, hoy, promuevan una zona minera,
cuando la provincia atraviesa 14 años de inejecución -en términos porcentuales
superior al 50%- de la Ley 26.160 de emergencia territorial indígena.
El término de
“zonas de sacrificio” se refiere a territorios elegidos para realizar
actividades extractivas de alto impacto. Son zonas de interés debido a sus
recursos naturales, mal denominadas áreas poco habitadas, con escaso desarrollo
productivo y con economías desarticuladas. No es una idea nueva en la provincia
del Chubut. A inicios de la década de 1980 la Comisión Nacional de Energía
Atómica intentó instalar un reservorio o “basurero nuclear” debajo de las
sierras del medio, a 70 kilómetros de la localidad chubutense de Gastre, para
alojar residuos nucleares propios y de otros países. Yendo más lejos, a fines
del siglo XIX se llamó a estas tierras “desierto” para expandir
territorialmente la república ganadera a costa del genocidio de los pueblos
originarios. Sin embargo, las comunidades indígenas existen, habitan el lugar y
deben respetarse sus derechos.
Instamos a seguir
velando por el cuidado de la Casa común y a exigir a los gobiernos
responsabilidad para garantizar un ambiente sano tanto a la población actual
como a las futuras generaciones.
“Si la tierra nos
es donada, ya no podemos pensar sólo desde un criterio utilitarista de
eficiencia y productividad para el beneficio individual. La tierra que
recibimos pertenece también a los que vendrán” (Papa Francisco, Laudato si'
33).