Por Javier Boher
Alfil, 8-11-21
Usted es un
privilegiado, amigo lector. Tal vez aún no se ha dado cuenta de ello, pero está
leyendo el medio que le trae siempre la papa: el jueves tuvimos en la tapa el
cruce entre Alféretro y el Hombre de la Campera Roja por ver quiénes son los
dueños de la crisis en Córdoba.
La autoría de la
nota no es mía, así que no me la voy a choripanear. En ella se menciona que lo
que se transcribe salió de unos videos más caseros que pan de hobby de
cuarentena. No voy a hacer un textual sobre una cita textual porque es al vicio
-sabiendo que usted es un fiel lector que no se pierde un párrafo de todo lo
que se dice por acá, obviamente-.
Lo verdaderamente
importante de todo esto, es el acierto electoral maravilloso del presidente.
Hay que reconocerle ese talento innato de operador flojo de lengua, que trata
de decirle al interlocutor lo que quiere oír. Eso está bárbaro cuando andás
rosqueando en una parrilla de un club a las tres de la mañana, pero no cuando
estás en una excursión en tierra hostil.
¿Se imagina cómo
se viralizaría un video del matón de micrófonos, Mauricio Macri, si saliera en
el medio de La Matanza diciendo que se tienen que integrar a la civilización
occidental, en lugar de permanecer en la barbarie rosista en la que viven?
Definitivamente sumaría menos votos que el Partido Humanista.
La verdad que esto
tiene menos sorpresa que ese amague con dos pateadores que usan en los tiros
libres. Era más cantado que la marcha peronista que en la desesperación le iba
a pegar algún palito a esta hermosa provincia, que lo más feo que tiene es un
gobierno nacional que no nos quiere. Antes la gente venía por el aire de las
sierras, después de esto va a ser por el vendaval de antikirchnerismo que se
levantó.
Capaz en la
carrera de derecho en la UBA no les toca ver historia argentina, porque
Córdoba, la provincia virtuosa, se integró al país cuando en la Constitución de
1853 decidieron que acá tenía que haber un país representativo, republicano y federal.
¿Sabrá que los que no se quería integrar a la Confederación eran los señores
como él?.
Le explico el
punto, estimado: las provincias son previas al estado nacional. Es más, hasta
le diría que con los años le terminamos delegando demasiadas cosas a los
burócratas del puerto. No es que yo quiera abrazar las ideas fuerza de la
campaña de Ellas, pero es obvio que desde el corazón del país no nos va a caer
tan bien la boca desde la que se morfan los recursos y hablan gansadas. Todo
bien con el presidente, pero que ate las reposeras al portaequipaje del
Regatta, le pida a Fabiola que prepare los mates y pegue la vuelta para Olivos,
que acá las sierras están llenas y allá seguro lo espera alguna fiesta de chori
con champán.
A esto ya se lo he
dicho otra vez, en alguna otra nota. Se ve que es muy de cordobés contrera eso
de sentirse distinto, porque me acuerdo del profe de derecho constitucional
dedicándole una clase entera a por qué la carta magna dice “unión nacional” en
lugar de “unidad nacional”: la unidad es una sola cosa, mientras que la unión
supone que son varias que se articulan.
Cuando Alféretro
dice “para que Córdoba, de una vez por todas, se integre al país; para que
Córdoba, de una vez y para siempre, sea parte de Argentina” está pidiendo sumisión.
¿Sabe qué es lo peor? Que está pidiendo “unidad nacional” bajo los parámetros
que establecen los mismos que le prohíben a la provincia exportar carne, los
que sodomizan con retenciones a los productores, los que no mandaron
gendarmería en 2013 y tantas otras cosas más.
Acá ya se terminó
la posibilidad de analizar, estimado. Si peleando los votos como casas en
Stalingrado es capaz de decir esto, tal vez no estemos en presencia del gran
estratega que rearmó el país con el Nestornauta. A lo sumo fue un empleado
aplicado como para que le pongan esos prendedores en la solapa de la camisa
como a los chicos de Mc Donald’s.
En la provincia
hacen menos pie que Maldonado en el río y siguen con estos papelones que los
hacen arriesgar la única banca que tienen. Si, es difícil que se queden sin ese
pequeño espacio de pluralismo que tiene la provincia, pero lo que puede pasar
es que en la ciudad se vuelvan a repetir esos escenarios en los que quedaron
quintos, atrás de partidos más de nicho que placa con foto y florero chiquito.
Será lo que diga el pueblo de esta tierra maravillosa, por supuesto.
Me voy a ir yendo,
estimado, porque no podemos seguir sobreanalizando algo que está clarísimo. El
tipo no quiere a la provincia, el kirchnerismo no quiere a la provincia y los
kirchneristas de la provincia no quieren seguir tragándose sapos porque ya
deben estar empachados. Eso sí, la culpa va a seguir siendo del 90% que no
quiere escuchar a la vanguardia revolucionaria que te choca hasta la calesita.
Tenga buena
semana, que el lunes que viene vamos a estar hablando de los resultados. Seguro
que con ese video, siguiendo la idea fuerza de la campaña, ahora sí la dan
vuelta.