Natasha
Niebieskikwiat
Clarín, 01/02/2022
A horas del viaje
presidencial a Moscú y Beijing, el gobernador Axel Kicillof firmó este martes
el contrato para la construcción junto a China de la cuarta central nuclear
argentina, que va estar ubicada en la localidad bonaerense de Lima.
Kicillof catalogó
por Twitter este día como histórico en una ceremonia virtual en la que también
estuvieron presentes los directivos de la empresa Nucleoeléctrica Argentina y
la Corporación Nuclear Nacional de China (CNNC) más los embajadores Sabino Vaca
Narvaja en la capital asiática y Zou Xiaoli, en Buenos Aires, y el
subsecretario de Energía Eléctrica de la Nación, Federico Basualdo, entre otras
autoridades y funcionarios de los dos países.
El proyecto forma
parte del Plan de Acción de Nucleoeléctrica Argentina y supone una inversión
superior a los U$S 8.000 millones. Este financiamiento es una de las razones
que explican los pedidos que también llegaban a la Casa Rosada desde el
Gobierno chino para que Alberto Fernández cerrara el viernes pasado un
principio de entendimiento con el Fondo Monetario Internacional para la
reprogramación del pago de la deuda.
Además, se espera
que en las próximas horas el canciller Santiago Cafiero esté firmando la
adhesión argentina a la iniciativa "Una Franja, Una Ruta", también
conocida como la Ruta de la Seda, que implica un millonario financiamiento
chino para obra pública en la Argentina. Uno de ellos es también el proyecto de
las dos represas hidroeléctricas que quedaron empezadas y paralizadas en Santa
Cruz.
Llamó la atención
que, siendo parte de la comitiva que viaja a China, Kicillof no nombró al
presidente Alberto Fernández en sus tuits. "El antecedente de este gran
paso data de 2006 cuando Néstor Kirchner reactivaba el plan nuclear argentino.
Luego en 2015, junto a Cristina Kirchner, firmamos el contrato para la
construcción de una central nuclear, trabajo que quedó detenido durante 4
años", expresó sin tampoco hacer mención al anuncio sobre el principio de
acuerdo con el Fondo ni tampoco a la renuncia del y primogénito de los Kirchner
a la presidencia del bloque en diputados del Frente de Todos.
Sobre la central
nuclear que se construirá en el Complejo Nuclear Atucha de Lima, la embajada
argentina en Beijing informó que tiene un contrato que prevé la provisión de la
ingeniería, construcción, adquisición, puesta en marcha y entrega de una
central del tipo HPR-1000, que utilizará uranio enriquecido como combustible y
agua liviana como refrigerante y moderador.
Llamado Atucha
III, será la cuarta central nuclear del país, y representa un paso que da la
Argentina a un largo pedido de China para seguir avanzando en los negocios e
inversiones conjuntas, que viene negociando a todo vapor Vaca Narvaja, quien le
dio a su misión un fuerte sesgo económico y comercial.
Por cierto, el
Gobierno nacional se decidió a construir primero la central nuclear que utiliza
una nueva tecnología china y no por la que reclama La Cámpora, que lleva
tecnología canadiense CANDU. Aunque
Fernández ha dicho en su círculo que podría apostar por las dos, para que ello
pueden ocurrir realmente pueden pasar años, debido a que el mundo además se
encamina hacia el uso de otras fuentes de energías alternativas a la nuclear,
donde los chinos también compiten. También queda atrás la central que le
ofrecían los rusos.
En el Gobierno no
han hecho mención a ello ahora ni tampoco a los reparos que tiene Estados
Unidos sobre la instalación de una planta nuclear china en la Argentina. En su
momento manifestaron su desacuerdo con la base de exploración del espacio
profundo negociada por Cristina Kirchner con China.
Según se informó
oficialmente, Atucha III tendrá una vida útil inicial de 60 años, y permitirá
ampliar las capacidades nucleares nacionales gracias a la transferencia de
tecnología para la fabricación de elementos combustibles. La paga China y el
repago es con la propia energía que genera y se devuelve el crédito recién a
los 8 años y medio cuando se termina.
"De acuerdo
con los cronogramas previstos, las obras de construcción comenzarán a fines del
corriente año y requerirán la creación de más de 7.000 empleos y una
integración aproximada del 40% de proveedores nacionales.", afirman y prometen
la participación de empresas y trabajadores argentinos.