Y NUEVO
GOBIERNO MASSA
Por Héctor GIULIANO
El autor de esta nota normalmente analiza
hechos, no conjeturas, pero en este caso los pocos hechos ciertos que se
conocen hasta ahora permiten algunas interpretaciones consistentes.
Lo que sigue es un intento de evaluar la
naturaleza y alcance del cambio producido con la incorporación del Presidente
de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, al Poder Ejecutivo como súper-Ministro
de Economía de la Nación (MECON).
Lógicamente, cuando todavía no se conoce el
Plan Económico del nuevo ministro ni su equipo de colaboradores – que serán
definidos a la brevedad – algunos de los puntos que aquí se señalan están
expuestos a diferencias o variaciones ante los próximos anuncios que se formulen,
aunque no tan así el contexto en que los acontecimientos se han dado hasta el
momento, que es el objeto de la presente nota.
RENDICIÓN INCONDICIONAL Y NUEVA ADMINISTRACIÓN
DE GOBIERNO
La asunción de Massa se produce en el contexto
de un fortísimo golpe de estado financiero contra el gobierno
Fernández-Fernández que – cualquiera sea el juicio de valor sobre la calidad de
su gestión – ha sido y es movido por grupos de capitales económico-financieros,
locales e internacionales, sectores fuertemente concentrados de grupos
especulativos que el presidente Alberto Fernández denuncia genéricamente pero
no los identifica ni toma acciones concretas contra ellos.
Por el contrario, se subordina a la presión de
los mismos, les mantiene su anonimato y también le mejora los “subsidios” que
les paga con las Tasas de Interés más altas del Mundo a través del Sistema de
la Deuda Pública.
Como consecuencia del fracaso del gobierno
Fernández-Fernández bajo la gestión Guzmán al frente del MECON, éste renuncia
abruptamente en medio de una corrida cambiaria derivada de la brecha
extraordinaria entre Tipo de Cambio Oficial y Dólares Financieros Paralelos
(CCL, MEP y Blue), aumento sistemático de las Tasas de Interés del Tesoro y del
Banco Central (BCRA) por los servicios de la Deuda Pública, Inflación
descontrolada por las remarcaciones salvajes de Precios de los grupos
empresarios oligopólicos que controlan los Mercados de Bienes y Servicios,
Emisión Monetaria excedente sin fines productivos ni destino al Crecimiento
Económico sino realizada para pagar principalmente más intereses de la Deuda
cuasi-fiscal del Banco y para comprar Títulos Públicos en el Mercado Secundario
frente al desarme privado de las carteras de letras y bonos en pesos, así como
para aguantar el mecanismo de re-endeudamiento perpetuo a medida que se
producen los vencimientos de Capital, retención de la liquidación de
exportaciones de granos frente a la falta de Reservas Netas y Líquidas
disponibles del BCRA, limitaciones en la financiación de Obras Públicas, baja
sistemática de salarios, jubilaciones y planes sociales en términos reales –
producto de la Política de aumentos inferiores a la Inflación – restricciones
consecuentes de la actividad económica y aumento de la Pobreza y el Desempleo.
Todos éstos, factores que se dieron bajo Martín
Guzmán y se aceleraron bajo Silvina Batakis, su efímera sucesora al frente del
MECON.
Es decir, el resultado de un gobierno
Kirchnerista – no Peronista – que en dos años y medio de gobierno llevó al país
a una crisis económico-financiera inmanejable por culpa de su política de
subordinación a los Capitales Financieros (Fondos Buitre extranjeros que
jugaron fuerte desde la crisis de la administración Macri en 2018) y a los
Organismos Financieros Internacionales (OFI), con el Fondo Monetario
Internacional (FMI) a la cabeza, en su doble condición de primer acreedor
individual privilegiado de la Argentina y a la vez auditor de los intereses del
resto de los Acreedores del país.
Frente al agravamiento del cuadro de situación por
endeudamiento impagable de la Argentina y su creciente perfil de vencimientos a
corto y cortísimo plazo incontrolable el gobierno Fernández-Fernández se somete
así al esquema dejado por el entente Macri-FMI-Gobierno de los EEUU a través de
una triple rendición:
1. La rendición ante los Fondos Buitre de
Agosto del 2020, que constituyó un allanamiento a las exigencias de estos
acreedores a cambio de patear para adelante el pago de las amortizaciones de Capital a las futuras
administraciones.
Cuyas negociaciones estuvieron formalmente
piloteadas por Guzmán pero – según distintas versiones periodísticas nunca
desmentidas - con la influencia determinante de Sergio Massa merced a sus
contactos en Wall Street.
2. La rendición ante el FMI por el Ejecutivo y
por amplia mayoría en el Poder Legislativo (Ley 27.668) – cuyo principal
artífice fue también el titular de la Cámara Baja, Massa - convalidando el
Stand-By (SBA) de Macri de 2018 y a la vez las irregularidades del propio FMI
en la concesión de dicho préstamo, utilizado para financiar la salida de
capitales y mantener la supervivencia de la administración macrista hasta fin
de mandato. Y
3. La nueva rendición incondicional a través
del discurso de la Ministra Silvina Batakis reiterando el cumplimiento a
ultranza del nuevo Acuerdo con el FMI y ratificándolo inmediatamente después en
Washington ante el FMI, los OFI, el Tesoro Norteamericano y los Fondos Buitre
de Wall Street.
Relevando así al futuro Ministro de Economía de
los malos momentos de tener que volver a ratificar esta última claudicación
ante los Acreedores Extranjeros.
Son las tres grandes rendiciones de la
administración Fernández-Fernández ante las exigencias del Capital Financiero
que, como agravante, no atenuaron el golpe de estado financiero-cambiario en
curso, que empezó ya bajo Guzmán y se fue agravando para desestabilizar al
gobierno hasta el presente, terminando aparentemente por lograr su objetivo de
modificar la estructura de organización y la política del gobierno favoreciendo
la entrada de Massa como súper-ministro.
ANALOGÍAS U HOMOLOGÍAS HISTÓRICAS EN ECONOMÍA
FINANCIERA
Los falsos mitos terminan – como regla general
– cuando la realidad les pasa por encima, esto es, cuando la Verdad, que es la
única Realidad, pone al desnudo los hechos que se trata de imponer, ocultar y/o
distorsionar.
En materia económico-financiera, por ejemplo,
un caso paradigmático es el de la Convertibilidad Menem-Cavallo de la Década
del ´90, a la cual todavía hoy se la trata de presentar como un modelo eficaz y
hasta deseable de reproducir cuando, en los hechos, la Convertibilidad
Peso-Dólar 1:1 fue sostenida con Deuda Externa.
Menem asumió en 1989 con una Deuda Pública de
62.000 MD (Millones de Dólares), heredada del fracaso y la salida anticipada de
la administración Alfonsín, y la dejó en el doble: 122.000 MD; con el agravante
que durante su mandato se privatizaron activos del Estado por aproximadamente
35.000 MD con el argumento de que la venta de los mismos iba a servir para
bajar la Deuda.
Dicho con otras palabras: que la
Convertibilidad se sostuvo con Deuda. Y cuando ese sostén artificial terminó en
2001, bajo la gestión De la Rúa-Cavallo, fue por el corte de la renovación de
préstamos de la Banca Internacional y la negativa final del FMI a seguir
apuntalando ese proceso de endeudamiento, realidad que forzó blanquear la
insolvencia del Estado con la crisis por impago de Diciembre de ese año: el tan
temido Default.
La operatoria práctica en estos casos de Crisis
de Deuda parece seguir un proceso típico cuya secuencia hoy nuevamente se
repite:
a) Sostén del nivel de endeudamiento con y para
el retraso cambiario – procedimiento éste en gran medida necesario porque el
Estado recauda fundamentalmente en Pesos pero más del 80 % de la Deuda Pública
(actualmente superior a los 390.000 MD) y de sus Intereses correspondientes
(unos 10.000 MD anuales) están en moneda
extranjera - lo que posibilita la
refinanciación permanente y la toma de nuevas deudas por medio de una paridad
artificial de la relación Peso-Dólar.
b) Fuerte salida o Fuga de Capitales, que es
previa y determinante de la caída de Reservas Internacionales del Banco Central
(BCRA): caso gestión Cavallo entre Mayo y Noviembre de 2001, Segundo mandato
CFK (2011-2014), Macri 2015-2019 y actual bajo Fernández-Fernández (FF).
c) Crisis Política derivada de un Golpe de
Estado Económico-Financiero contra las autoridades que, con mayor o menor
alcance, lleva a un cambio de hombres y políticas de gobierno: caso Alfonsín
1989, De la Rúa-Cavallo 2001, CFK Enero 2014, Macri Abril 2018 y la actual FF.
Incluso Rodrigazo 1975-Golpe Militar Marzo 1976.
d) “Trabajo Sucio” en el marco de un proceso de
transición – con o sin cambio de Gobierno – para allanar el camino a
modificaciones estructurales o de fondo: caso Planes Austral 1985 y Primavera
1987 por la Crisis de Deuda después de los Acuerdos de Nueva York del ´85, Plan
Bonex 1990 antes de la Convertibilidad, macro-devaluación Fábrega 2014 antes de
su reemplazo por Vanoli para llegar a las Elecciones del 2015, gestión y negociado
Macri de la Crisis 2018 con Luis Caputo en el Ministerio de Finanzas y luego al
frente del BCRA y antes de ello el gran enroque Remes Lenicov-Lavagna de
principios de 2002 – gobierno Duhalde – con la salida de la Convertibilidad
bajo devaluación y pesificación asimétrica.
Hasta llegar a la Crisis de Deuda actual, que
sigue los mismos lineamientos clásicos de las anteriores citadas, en el marco
del nuevo cuadro de Tercera Rendición Financiera Incondicional por parte de la
presente administración Fernández-Fernández bajo el tándem Batakis-Massa.
e) Colocación de un ministro o funcionario
transitorio a cargo de reconocer medidas humillantes de subordinación
incondicional, hoy dado por la ratificación del Acuerdo con el FMI, el Ajuste
Fiscal en curso, el criterio de Caja Única para garantizar el pago de servicios
de la Deuda, el aumento de las Tasas de Interés del Tesoro por sus Títulos
Públicos y del BCRA por sus Pasivos Remunerados de corto y cortísimo plazo
(Leliq y Pases Pasivos) para favorecer a los Acreedores del Estado, nuevas
restricciones del Gasto Público General, incluyendo Obras Públicas y/o de
Infraestructura, congelamiento de Personal en la Administración Pública,
aumento de las Tarifas de Servicios Públicos a los usuarios para bajar los
Subsidios pagados por el Estado, limitación de Transferencias discrecionales a
las Provincias, y sobre todo reducción de Salarios, Jubilaciones y Planes
Sociales en términos reales a través de la Política de aumentos inferiores a la
Inflación, o sea, la Inflación como instrumento de ajuste vía licuación de
Gasto Público.
f) Centralidad de la Crisis de Deuda, que lleva
invariablemente a nuevos procesos de re-endeudamiento, corridas cambiarias y
aumentos sustanciales de las Tasas de Interés.
En nuestro caso y en esta línea, el BCRA acaba
de elevar nuevamente la tasa de las Leliq en 8 puntos porcentuales para estas
Letras de Liquidez a 28 días, llevándola de 52 a 60 % nominal anual (TNA que
equivale a una Tasa Efectiva-TEA del 80 %), aumentó la tasa de los Pases Pasivos
a un día de plazo al 55 % y paralelamente el Tesoro incrementó fuertemente sus
tasas de interés por los nuevos títulos de la Deuda Pública llevándolas al 70 %
anual (TNA equivalente a 90 % TEA), por ejemplo en el caso de las LEDES.
g) Por último, cambio de gabinete con reemplazo
del Ministro de Economía para dar comienzo a una nueva etapa o gestión después
del “trabajo sucio” ya realizado: caso paradigmático de Remes Lenicov 2002 para
dar lugar a Roberto Lavagna (con recambio en la embajada argentina ante la
Unión Europea) o Silvina Batakis dando pié a Sergio Massa 2022 (con paso de
ella a un cargo lateral, al frente del Banco Nación).
Tal la secuencia-tipo que – como un ciclo de
Eterno Retorno - se sigue comúnmente cuando los capitales financieros mandantes
imponen sus condiciones a los gobiernos de turno a raíz de la crisis que ellos
mismos han provocado, según vuelve a ocurrir hoy en la Argentina.
UN NEO-MENEMISMO EN PUERTAS?
El actual Presidente de la Cámara de Diputados,
Sergio Massa, asume la cartera de Economía en condiciones de súper-ministro
(como otrora lo fuese Domingo Cavallo), absorbiendo como Secretarías las áreas
de Producción y Agricultura así como la función de relación con los Organismos
Financieros Internacionales (OFI, que hasta ahora dependía de la Secretaría de
Asuntos Estratégicos de la Presidencia, a cargo del renunciante Gustavo Béliz).
Con un detalle: la incorporación de Massa al
Gabinete Fernández provoca - por su desplazamiento de funciones y rebaja del
nivel de decisiones - la renuncia de Béliz y también de Julián Domínguez, en
Agricultura, ambos vinculados a la Iglesia Católica en general y al Papa
Bergoglio en particular.
Los nombres que se especula acompañarían a
Massa en su nueva gestión, en cambio, provendrían ahora más directa o
indirectamente del establishment y consecuentemente de sectores afines a los
grupos financieros y económicos que – sin que ellos, en lo personal, hayan sido
necesariamente actores de los hechos – son los que habrían movido el golpe de
estado que llevó a este cambio de gabinete: aquéllos que desataron la corrida
cambiaria y la remarcación generalizada de precios, retuvieron las
liquidaciones de exportaciones de granos, descontrolaron el sistema de precios
y presionaron con el arbitraje entre tipos de cambio y tasas de interés a la
suba de ambos.
Massa, como es sabido, proviene originariamente
de la UCEDE de Álvaro Alsogaray, vinculado al gobierno Menem de la
Convertibilidad y la nueva Ola de Macro-Endeudamiento Argentino durante la
década del ´90, estuvo posteriormente al frente de la ANSES en el período
2002-2007 (en cuyo puesto dejó como sucesor a Amado Boudou, también de origen
UCEDE, luego Ministro de Economía y después vice-presidente de Cristina
Kirchner), fue Jefe de Gabinete de CFK 2008-2009 (aunque después habló mal del
Kirchnerismo), estuvo en contacto político con Macri (que lo llevó como presentación al Foro de Davos en
2016) y por último apareció ligado a Alberto Fernández para su campaña
presidencial del 2019.
Massa es un político ligado al sector
financiero-bancario; en particular fue muy amigo de Jorge Brito, presidente del
Banco Macro hasta su fallecimiento. Bajo el actual gobierno
Fernández-Fernández, como hemos dicho, siendo presidente de la Cámara de
Diputados, desempeñó un rol clave en la rendición de Agosto del 2020 ante los
Fondos Buitre y luego, en coordinación con el Macrismo, en la rendición del Congreso ante el FMI por
el Acuerdo de Marzo del corriente año (Ley 27.668, que convalidó el Stand-By 2018
de Macri), está vinculado al Consejo de las Américas y tiene fuertes nexos en
Wall Street y en el Gobierno de los Estados Unidos; siendo previsible por ello
que juegue un rol determinante en el giro de la Argentina hacia una mayor
subordinación a la política del gobierno norteamericano en la Región y en el
Mundo.
Pero en lo inmediato las expectativas están
puestas lógicamente en su inminente asunción como súper-ministro de Economía,
en la composición de su gabinete y fundamentalmente en la definición de su
Política Económico-Financiera e incluso en temas clave de nuestra Política
Exterior (casos de EEUU, Ucrania, Venezuela-Nicaragua-Cuba, Mercosur, Celac,
Irán-AMIA y otros).
Y todo ello, después de la instancia de
“trabajo sucio” o reiteración de la rendición incondicional ante el FMI y los
Acreedores Extranjeros ratificada durante el breve interregno de su
predecesora, Batakis.