Un intento de asesinato cuidadosamente
planificado
Por Raúl Kollmann
y Irina Hauser
Página12, 8 de
septiembre de 2022
Fernando Sabag
Montiel y Brenda Uliarte llegaron caminando por Juncal y cruzaron la esquina
con Uruguay. Avanzaron a paso firme, sin dudar, sin cruzar una palabra entre
ellos. Sabag llevaba la mano pegada al bolsillo izquierdo de la campera, donde
tenía la pistola. En ningún momento miraron desde dónde se podía ver mejor o
adónde ubicarse: lo sabían de antemano, porque el grupito de vendedores de
copos de azúcar habían estado el 23 de agosto y el 27 de agosto en la esquina,
haciendo inteligencia. De manera que estaba claro dónde iban a esperar la
llegada de la vicepresidenta. Fernando llevaba puesto un barbijo y un gorro;
Brenda sólo un barbijo. Pero eran casi los únicos que tenían la cara oculta de
esa manera. Cuando fracasa la tentativa de asesinato, Brenda ni se acercó a ver
qué pasaba con su novio, no empezó a los gritos, no pidió que no le hicieran
nada. Sólo se dio vuelta y salió con absoluto disimulo de la escena.Todo, todo,
pareció parte del plan de un magnicidio que salió mal y por eso la jueza María
Eugenia Capuchetti imputó tanto a Sabag como a Uliarte el intento de asesinar a
CFK. La magistrada acusó a ambos de “haber intentado dar muerte a Cristina
Elisabet Fernández de Kirchner –vicepresidenta de la Nación y presidenta de la
Honorable Cámara de Senadores de la Nación-, contando para ello con la
planificación y acuerdo previo entre ambos”.
Los investigadores
analizan también el rol de un grupo de personas -antiperonistas,
antikirchneristas, neonazis- cercano a los detenidos y que estuvo en varias
manifestaciones y escraches previos al ataque: en julio, cuando autoproclamados
republicanos instalaron una guillotina en Plaza de Mayo; en una marcha de
antorchas, después con un megáfono frente al Instituto Patria; en Tigre contra
Sergio Massa y frente al Ministerio de Economía, también contra Massa. En la
misma noche del atentado, dos miembros del grupo postearon mensajes: “Seguro el
próximo sos vos Alberto, tené cuidado”, publicó Gabriel Carrizo. “Van a juzgar
a una persona que le estaría haciendo un gran favor a toda la Nación
Argentina”, agregó. “Estoy orgullosa”, figura en un mensaje de Brenda a
Carrizo. Es obvio que la investigación sigue ahora con el análisis de los
celulares y tal vez en la búsqueda de un ideólogo, alguien que los usó y tal
vez los financió.
La acusación
La acusación
formulada por la jueza Capuchetti contra Fernando Sabag y Brenda Uliarte por la
tentativa de asesinar a CFK detalla que “dicha conducta tuvo lugar cuando la
vicepresidenta se encontraba saludando a las personas" que estaban frente
a su domicilio, "ocasión en la que el imputado, aprovechando el estado de
indefensión generado por la multitud, apuntó hacia su rostro con una pistola
semiautomática de acción simple, calibre 32 automática, marca Bersa, modelo
Lusber 84 con la numeración 25037 en el lateral izquierdo del cañón, accionando
la cola del disparador en al menos una ocasión, sin que se produzca el disparo
pese a encontrarse la misma cargada con cinco cartuchos de bala del mismo
calibre y resultar apta para sus fines específicos".
Capuchetti
considera que "el referido suceso tuvo planificación y acuerdo previo.
Brenda Uliarte estaba presente en las inmediaciones del lugar al cual arribaron
conjuntamente, habiéndose determinado que detentaban el arma de fuego
secuestrada con sus municiones desde fecha anterior al hecho, cuanto menos
desde el 5 de agosto de 2021”. Con esa descripción, da toda la impresión de que
la jueza calificará los hechos como tentativa de homicidio agravado por el uso
de armas, premeditación y alevosía.
“Asimismo, se
imputa haber llevado consigo y/o tenido en las condiciones antes descriptas el
arma de fuego antes mencionada sin contar con la debida autorización legal, la
cual receptaron previamente con la numeración parcialmente suprimida en la base
de su empuñadura”, continúa la acusación.
En tercer lugar,
la jueza acusa a Sabag y Uliarte de “haber acopiado dos cajas de municiones con
la denominación MAGTECH conteniendo, cada una 50 cartuchos intactos calibre 32
automático, las cuales fueron secuestradas el día 2 de septiembre de 2022 a
raíz de uno de los allanamientos realizados”.
“Por último -dice
Capuchetti- se les imputa haber falsificado y/o haber participado en la
falsificación de los certificados de discapacidad emitidos a su nombre por el
Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, mediante el aporte de sus
datos filiatorios”.
La jueza adelantó
además los próximos pasos de la investigación. “Se encuentra en proceso el peritaje
del teléfono de Brenda Uliarte y seis teléfonos más. Asimismo, se encuentra en
proceso la reconstrucción, a través del análisis de todas las cámaras de
grabación posibles (tanto públicas como privadas), de todo lo que hicieron
ambos imputados el día del hecho”.
La esquina
En su declaración
indagatoria, Brenda Uliarte dijo que se sorprendió con lo que hizo su novio,
que es aberrante, que está en contra del Gobierno, pero no lo odia.
En las imágenes
hallada por los investigadores se demuestra que miente una vez más.
* Por lo pronto,
se habían manifestado públicamente contra el Gobierno y, en especial contra
CFK, por lo que cabe preguntarse: ¿qué hacían en Juncal y Uruguay? Es obvio que
no iban a mirar de curiosos ni a vitorear a Cristina.
* Llegaron a la
esquina desde la Avenida 9 de Julio caminando por Juncal. Cruzaron la calle
Uruguay y no vacilaron en ningún momento. No son personas que no saben adónde
se van a ubicar para ver a Cristina. No hacen ningún rodeo. Tienen un plan
previo. No hablan entre sí y Sabag mantiene su mano en el bolsillo izquierdo de
la campera. Es zurdo y de allí sacaría la pistola Bersa.
* Ya está claro
que Brenda mintió cuando dijo que no sabía que Sabag tenía un arma. Las fotos
publicadas por Página/12 son más que elocuentes: posó con la pistola y las
municiones ya en mayo pasado.
* De los 100
proyectiles que había en la casa de San Martín, 50 eran recargados. En la
pistola pusieron cinco proyectiles de los nuevos, los que estaban en mejores
condiciones.
* Cuando Sabag
intentó el magnicidio, desde apenas centímetros de la cabeza de CFK, Brenda da
la impresión de que fue a supervisar la operación. Simplemente verifica lo que
pasó y se va, en forma fría. No se acerca, no trata de ayudar a su novio, no se
interesa por lo que le está pasando. Se retira con total disimulo.
* Hay alguna
evidencia de que al menos otro integrante del grupo estaba en la esquina. Pero
se están analizando más y más imágenes. Todos ellos ocultaron sus rostros
detrás de barbijos.
Copitos
En el juzgado de
María Eugenia Capuchetti y en la fiscalía de Carlos Rívolo tienen elementos más
que suficientes que demuestran que el grupo hizo inteligencia previa en la
esquina de Juncal y Uruguay.
El artilugio fue
simular la venta de copitos de nieve de azúcar, algo que no tiene ninguna
lógica. Los copitos se venden donde hay chicos y las movilizaciones frente al
domicilio de Cristina no reunían a chicos sino a militantes y simpatizantes.
Está claro que no iban a vender.
El carrito
apareció los días 23 y 27 y se están estudiando las caras de quienes estaban
ambos días. No es sencillo, porque se tapan con barbijos y gorros. En una de
las imágenes de un canal de cable da la impresión de que el carrito lo estaba
atendiendo una chica de pelo rojizo. Se está estudiando en forma minuciosa. Hay
algún indicio de que también estuvieron el día anterior al ataque, el 31 de
agosto, pero esta vez sin el carrito de los copitos.
No son movidas de
inteligencia sofisticadas, pero el mismo día del ataque ya tenían clarísimo
cómo iban a acceder a la vicepresidenta. Sabag se pone en tercera línea, luego
pasa a la segunda y espera que Cristina se acerque.
Mensajes
En la noche del
ataque, el jueves pasado, el grupo que integraban Sabag y Ularte reacciona de
varias maneras, con diversos mensajes.
* En primer lugar,
se envalentonan y Gabriel Carrizo escribe: “Seguro el próximo sos vos Alberto!
Tené cuidado!”. “El Gobierno es vulnerable, y espero que les quede claro…
Nosotros somos los que mantenemos estos parásitos ahí arriba, van a juzgar a
una persona que le estaría haciendo un gran favor a toda la Nación Argentina”.
Esto último en relación a Sabag, reivindicando su intento de magnicidio.
* Cuando Carrizo
entregó su celular en el juzgado, apareció un mensaje de la noche de la
agresión. El mensaje es de Brenda: “Estoy orgullosa”.
* Esa misma noche
del 1 de septiembre hay mensajes que parecen distractivos en los que simulan
que no tienen nada que ver. “Hagarraron (sic) a Brenda y encima estuvimos con
ella”. “Dice que estaba presente ese día del atentado”, escribe otro integrante
del grupo. En los chats empiezan también a reflejar que la policía, de civil,
los merodea: “Vos actuá normal”.
* En casi todos
los celulares hay chats borrados y hay medidas de seguridad no demasiado
habituales. Por ejemplo, Brenda tenía una carpeta con seguridad adicional. Y
buena parte del grupo utilizaba funciones de borrado de wp.
* Se recuperaron
algunos elementos del celular de Sabag. Dato muy asombroso: tenía un archivo de
pornografía infantil. Como se sabe, Brenda tenía posteos en sitios eróticos, en
algunos casos con contenido no sólo sexual sino de cierta violencia.
* Todos supieron
que la investigación iba directo hacia ellos desde el primer día. y por eso se
blanquean de dos formas. Por un lado, van a Telefé y dicen que no son
terroristas. Por el otro lado, se presentan en Comodoro Py y declaran como
testigos. Cuando mostraron algún mensaje de Brenda, el fiscal pidió que se
retengan todos los celulares.
Odiadores
La investigación
judicial está derivando en un análisis de todas las marchas y escraches de los
que participaron. La mirada está puesta en las cámaras que registraron esas
movidas.
* El 18 de agosto,
al menos Brenda estuvo en una marcha de las antorchas en Plaza de Mayo. Lo
posteó ella misma: “El 18A presente. Fui a la marcha, faltan más personas,
tenemos que ser muchos gritando para que nos escuchen”, publicó El Destape,
rescatado de un Instagram de Brenda.
* Según dicen en
el juzgado, algunos de los integrantes del grupo estuvieron en otra marcha a
Plaza de Mayo, esta vez con una guillotina. Fue el 22 de julio y una de las
consignas fue “Andate a Cuba”.
* Se buscan
imágenes del grupo en una marcha contra Sergio Massa en Tigre y en otra frente
al Ministerio de Economía, cuando el tigrense fue designado.
* También hay
algún indicio de que estuvieron en un escrache contra el Instituto Patria, con
un megáfono.
* Tienen
apariciones extrañas en medios, o sea buscaron espacios para difundir odio.
Posan sosteniendo que tuvieron planes sociales y difunden posturas violentas
contra "los planeros" y en definitiva buscan derechizar la pobreza.
Estructura
Por ahora, la
investigación se encamina a determinar que la tentativa de matar a Cristina
Kirchner fue perpetrada por un grupo de unos siete integrantes, odiadores,
influenciados por una organización de derecha, Revolución Federal, que siempre
fue sumamente violenta contra el Gobierno, las vacunas, el aislamiento
obligatorio durante la pandemia.
Por ahora, al
menos por ahora, no se detectaron vinculaciones orgánicas ni un megacomplot.
Pero está claro que no fue Sabag solo, ni Sabag y Brenda aislados. Hubo una
inteligencia casera los días anteriores y el 1 de septiembre cada uno sabía el
papel que le tocaba. El milagro se produjo porque Sabag no es un killer
experimentado y no supo manejar la Bersa o los nervios le pesaron al momento de
mover la corredera.
De todas maneras,
la investigación produce sorpresas todos los días y habrá que ver qué sale de
los celulares que los investigadores todavía no terminaron de peritar. Ayer se
volvió a allanar la vivienda de Sabag-Uliarte, algo que resulta difícil de
entender: ¿es necesario allanar dos veces un monoambiente?
Pero todo indica
que la jueza y el fiscal están buscando algo más de lo que aparece. No se puede
descartar que el grupo haya tenido un ideólogo y un financista.