Según HORACIO VERBITSKY
El cohete a la
Luna, SEP 4, 2022
A cada edición de
Operación Masacre, Rodolfo Walsh le agregó una introducción y un epílogo,
contextualizando los fusilamientos de 1956 a la luz de la política del momento.
En la 3ª edición, de 1969, incluyó un retrato de “la oligarquía, dominante
frente a los argentinos y dominada frente al extranjero. Que esa clase esté
temperamentalmente inclinada al asesinato, es una connotación importante que
deberá tenerse en cuenta cada vez que se encare la lucha contra ella. No para
duplicar sus hazañas, sino para no dejarse conmover por las sagradas ideas, los
sagrados principios y, en general, las bellas almas de los verdugos”.
Pasado más de
medio siglo, esas palabras mantienen una punzante actualidad. Parte de la
oposición mediática y política intentó minimizar y despolitizar lo sucedido y
cuestionó al Presidente Alberto Fernández por hacer exactamente lo contrario,
en una cadena nacional precisa y medida. Al margen de extremos ridículos como
el de la diputada santafesina Amalia Granata, quien escribió que se había
armado una pantomima para mejorar en las encuestas, la línea más nítida la
marcó Patricia Bullrich
¡Disparan contra
Cristina y quien juega con fuego es Alberto! Literatura fantástica. Hasta el
diputado radical Rodrigo de Loredo lo calificó de “uso faccioso” de un
“atentado contra la democracia”.
“Novela”, fue la
calificación que la propia Cristina le dio en 2014 a una versión publicada en
Clarín sobre un atentado en su contra que estaría preparando una organización
islámica. “Si me pasa algo, no miren a Oriente, miren hacia el Norte”, dijo, en
plena disputa con los fondos buitre y el juez de Wall Street Thomas Griesa.
La idea de un acto
de violencia individual es difícil de sostener. Es posible que Fernando Sabag
Montiel sea «un loquito», como lo fueron el asesino del candidato presidencial
estadounidense Robert Kennedy, Sirhan Sirhan, y Mehmet Ali Ağca cuando atentó
contra el papa católico. Luego se difundieron la manipulación de uno por la CIA
y los vínculos del otro con una organización de ultraderecha turca. Personas
desequilibradas, pueden ser presa fácil de sectas y organizaciones esotéricas.
Lo que está fuera de discusión es que los alineamientos políticos previos y el
clima de confrontación e intolerancia abonan el terreno para esa siembra. El
diputado Procaz Francisco Sánchez reclamó la pena de muerte para Cristina luego
del alegato del fiscal Luciani. “Son ellos o nosotros” tuiteó el diputado Cambiante
Ricardo López Murphy, cuando la policía de Horacio Rodríguez Larreta valló las
calles de acceso al departamento de la Vicepresidenta.
Esa tremenda frase
debe ser resignificada, de modo que no describa opciones políticas antagónicas
sino concepciones excluyentes de la vida en común: quienes sólo conciben actos
de fuerza para imponerse y excluir vs. quienes fían a la competencia electoral
que expresa la voluntad popular el dirimir los rumbos a seguir por la sociedad
en cada momento. Que Sabag Montiel no sea un oligarca sino un marginal, con
antecedentes por portación de un cuchillo de 35 centímetros, violencia de
género y maltrato contra animales, tampoco inhabilita la frase de Walsh. Los
opinators televisivos se dividieron acerca de las razones por las que el
disparo no salió, entre quienes lo atribuyen a Dios y aquellos que se inclinan
por la impericia del criminal. Hay una tercera alternativa que no fue
explorada. En el Foro del Tirador, un post sostiene que las fallas del percutor
son habituales aún en pistolas nuevas de Bersa 380.
Como en 1987 y
2017
La movilización
del viernes en todo el país sólo puede compararse con la respuesta colectiva al
alzamiento militar de la semana santa de 1987 y a la que repudió el fallo de la
Corte Suprema por el 2×1 en 2017. Eso sólo se consigue cuando confluyen
diversos sectores y organizaciones: los sindicatos de la CGT (que se declaró en
alerta permanente), la Corriente Federal, el Fresimona y la CTA (que
propusieron un paro activo con movilización sobre la Corte Suprema), los
intendentes del Gran Buenos Aires, los organismos defensores de derechos
humanos, los movimientos sociales, ministros del gabinete nacional y
gobernadores, organizaciones juveniles como La Cámpora, feministas y de la
diversidad, y mucha afluencia individual de personas de la clase media
empobrecida. La presencia del Ministro de Economía Sergio Tomás Massa en el
palco montado en la Plaza de Mayo, le dio carnadura política a la lectura de un
documento en rechazo de la violencia y en favor de la unidad nacional, que leyó
la actriz Alejandra Darín.
El sábado, la
Cámara de Diputados con participación de todos los bloques e interbloques
aprobó una brevísima declaración de condena y repudio al intento de magnicidio
que empaña la vida en democracia y exhortó a buscar la paz social, texto casi
idéntico al que aprobó el Senado la noche del atentado. El PRO sólo puso la
firma cuando se eliminó toda referencia al odio. Aun así, Cristian Ritondo
anunció que luego de votar el repudio, su bloque se retiraría porque el recinto
no debería ser “una tribuna para atacar a la oposición política, el Poder
Judicial y los medios de comunicación”. Pero el resto de la coalición Cambiante
permaneció en sus bancas. Nicolás del Caño dijo que su original bloque marxista
se abstendría porque la declaración no expresaba todas sus opiniones. Romina
del Pla explayó que el cuestionamiento era a la paz social. Su compañera Myriam
Bregman señaló que pasadas 36 horas, la jefa del PRO aún no había condenado el
intento de magnicidio.
Como corresponde,
la primera en hacer uso de la palabra fue la diputada frentetodista María
Graciela Parola. El diputado José Espert intentó una provocación que nadie
aceptó, afirmando que lo sucedido no era un acto de violencia política y
reclamando la condena de Cristina por corrupción. El día anterior había pedido
“la cabeza de Alberto Fernández, por inútil”.
Javier Milei no repudió el atentado, sino “toda violencia”; llamó
“señora presidente” a Cecilia Moreau, quien le respondió “gracias diputada”,
provocando una ovación del recinto, y los alaridos del energúmeno, que se
retiró airado. El cordobesista Carlos Mario Gutiérrez comparó la resolución de
ayer con el Nunca Más, como patrimonio de todos los argentinos. De Loredo
afirmó que se trató de un atentado contra la democracia, y pidió al bloque
mayoritario que aceptara la solidaridad que ofrecía. Mario Negri reiteró su
imitación de la oratoria de Alfonsín, exitosa pese a la parvedad de su
contenido. Cerró Germán Martínez, quien dijo que no era un hecho policial sino
un acontecimiento político a partir del cual las cosas no van a ser iguales e
instó a sistematizar el consenso alcanzado ahora.
Antes, el
Presidente se había reunido en la Casa Rosada con ministros, gobernadores,
representantes patronales, laborales, de derechos humanos, de confesiones
religiosas y de movimientos sociales a quienes exhortó a celebrar un pacto
democrático que proscriba el discurso mediático del odio. Nadie en la plaza
supo quién firmaba el documento, que tampoco lleva firmas en la versión que
publicó la agencia oficial Télam. Sí se difundió la decisión de no firmar y
retirarse de la reunión en la Casa Rosada de la DAIA, porque el texto “posee un
alegato político partidario”. La DAIA es la rama judía del PRO, lo cual
anticipó sus posiciones.
El histriónico
alegato del fiscal Luciani, salpicado de invectivas contra CFK, la negativa a
excusarse de los jueces que jugaban al fútbol en la casa de Macrì o que lo
visitaban en su residencia oficial o en la Casa de Gobierno, las declaraciones
beligerantes de cámaras patronales como AEA o ACDE, las toneladas de basura
mediática que se derraman cada día sobre Cristina y las declaraciones ofensivas
de políticos opositores no se redimen con declaraciones de compromiso en
repudio de la violencia, como la que emitieron grupos y personas comprometidos
en la creación de esa atmósfera asfixiante, como los cuatro miembros de la
Corte Suprema de Justicia. Como dijo el presidente de la Asamblea Permanente
por los Derechos Humanos, Eduardo Tavani, “los mentores de la persecución y
hostigamiento a la persona de la Vicepresidenta en los medios y en los
tribunales carecen de escrúpulos y en su agenda estaba seguramente esta otra
variante criminal. Esas imágenes horrorosas de un sicario gatillando a centímetros
de la Vicepresidenta resultan escalofriantes. Si no paramos los discursos de
odio, si no frenamos la avanzada reaccionaria, si no advertimos a tiempo que
pretenden la paz de los cementerios y nos quedamos en el mero declaracionismo,
por más que ganemos las calles, ellos van a imponer sus planes de muerte,
arrasamiento y saqueo”.
Pero ni siquiera
el atentado detuvo la demoledora prédica mediática contra Cristina. Un ejemplo
es la entrevista de Telefé con quien fue presentado como el mejor amigo de
Sabag Montiel.
Cuando Nancy Pazos
le preguntó si eso quería decir que hubiera preferido que saliera el tiro,
respondió que “pagaríamos menos impuestos”. Darle espacio para que lamente el
fracaso de la tentativa y prosiga con la agresión a la Vicepresidenta es seguir
alimentando la hoguera con leños resecos y justifica el artículo que hace
apenas un año publicó Graciana Peñafort en El Cohete. Es difícil negar que el
atentado forma parte de una escalada de amenazas cada vez más desembozadas.
El jueves, en una
entrevista radial, Máximo Kirchner había dicho que la dirigencia Cambiante
estaba compitiendo a ver quién mataba al primer peronista. El sábado anterior,
la policía porteña escogió a dirigentes kirchneristas como objeto de agresiones
y arrestos, incluyendo al propio Máximo, al gobernador bonaerense Axel
Kicillof, a su ministro Andrés Larroque, a la titular del PAMI, Luana
Volnovich.
Van der Kooy,
Pagni, Perón y Cristina
Primero fue
Clarín, por medio de su columnista Eduardo Van der Kooy. Luego La Nación, a
través de Carlos Pagni. Ambos atacan a Cristina y defienden al miembro del
tribunal que la juzga, Rodrigo Giménez Uriburu. Ambos citan una nota de El
Cohete, en la que me referí al juez. Se dividen la tarea: Van der Kooy, por lo
que escribí del padre del juez, Pagni, por lo que me atribuye sobre la esposa
del magistrado.
La originalidad de
Pagni es que no cita mi nota, sino el rebote en un portal con el que no tengo
ninguna relación, que reprodujo un borrador que estuvo online unas horas en la
madrugada del domingo 28. Yo descubrí antes que Pagni que había un error y
suprimí el párrafo en que se confundía al abuelo de la esposa de Giménez
Uriburu, Josefina Hornos, con un homónimo. Cuando explica por qué puso el link
a ese portal y no a El Cohete, Pagni dice que borré el párrafo porque era
mentira. Curiosa interpretación. Nadie detesta más el error que quien lo
comete, y por eso me apresuré a enmendarlo. Si la intención hubiera sido
mentir, lo habría dejado.
El columnista de
Clarín dijo que cuestioné al juez por «portación de apellido», al señalar que
su padre, el capitán de navío Héctor Giménez Uriburu, ocupó cargos cercanos a
Leopoldo Galtieri y Reynaldo Bignone. Pagni va más allá y cree que la condena
que Giménez Uriburu pronunció contra Bignone por los crímenes en el Hospital
Posadas prueba que es autónomo «respecto de las vinculaciones funcionales de su
padre».
Es un ingenioso
sofisma. Lo que informé y tanto Van der Kooy como Pagni callan, no fue la simpatía
o antipatía del capitán Giménez por su ex jefe militar, sino la diatriba que el
progenitor del juez publicó en el sitio de la Liverpool (administrado por el
juez), sobre los hechos y las personas que juzga el juez. No su pasado remoto,
sino su presente y su futuro próximo:
“Cristina
Fernández de Kirchner, malversó, robó y estafó”.
“Existe una
tonelada de pruebas».
“Yo la quiero ver
sentada frente a jueces que la interrogan.
¿Dónde está la plata? ¿Y qué posibilidad hay que los corruptos vayan
presos y devuelvan lo robado?”
Agregué que
también la madre del juez, María del Luján Lamon de Giménez Uriburu, cree que
“ser peronista es ser delincuente”, que “no podés ser peronista y buena
persona”. Es la lógica de los
desaparecedores, que practicaron con el cadáver de Evita lo que dos décadas
después harían con los cuerpos vivientes de miles de jóvenes.
No por casualidad
la definición de la madre del juez coincide con la de los delegados de los
dictadores Aramburu y Rojas en la Corte Suprema de Justicia. El decreto ley
5148 del 9 de diciembre de 1955 dispuso la inversión de la carga de la prueba y
la exclusión de pruebas testimoniales en la causa contra Perón. Esto “entra en
el ámbito de los poderes normales del legislador” y no es inconstitucional,
convalidó aquella Corte de jueces sin acuerdo del disuelto Senado.
En 1998, la más
alta Corte de Justicia de Gran Bretaña decidió por mayoría que como ex jefe de
Estado de Chile, Augusto Pinochet no gozaba de inmunidad por delitos cometidos
durante su presidencia. Pero ese juicio fue anulado, porque la defensa del ex
dictador planteó que la esposa de uno de los jueces, Lord Leonard Hoffman, era
colaboradora de Amnesty International.
Si la colaboración
de la esposa del Lord Hoffman con un organismo de derechos humanos llevó a
anular el juicio y repetirlo con otro magistrado, que el presidente del
tribunal del que depende la suerte de Cristina decida publicar en el sitio que
administra las posiciones de su padre sobre la ex Presidenta y las causas
penales en su contra es un ostensible prejuzgamiento y una clarísima causal de
recusación.
Van Der Kooy y
Pagni me atacan a mí, pero su objetivo es Cristina. Le exigen, como a Perón
entonces, que demuestre su inocencia ante jueces que no son imparciales, y que
se calle.
La autoría mediata
de un autor mediado
Roberto Gargarella
es columnista tanto de La Nación como de Clarín, cosa que sólo ocurre con
quienes expresan en forma acabada los tópicos de la derecha argenta. En el
diario de los Saguier comparó el alegato de Luciani con el de Strassera en el
juicio a los ex comandantes de 1985, en un artículo con el explícito título De
los crímenes de la dictadura a los crímenes de la corrupción. En Clarín
respondió a mi cuestionamiento por aquella demasía.
Su artículo se
titula La cuestión de la “autoría mediada”, expresión que repite seis veces,
cuando en realidad se trata de autoría mediata. Gargarella respalda el uso del
tipo penal de Asociación Ilícita, que no requiere probar ningún delito. También
refuta el artículo de El Cohete y afirma que Strassera no adoptó la teoría del
autor de escritorio, del penalista alemán Klaus Roxin, sino la teoría del
control de los actos, de Hans Welzel, que Carlos Nino cuestionó por
“extremadamente vaga”. Gargarella no replicó el artículo en sus redes, lo que
no permite entender si el error entre mediada y mediata fue suyo o de Clarín.
En su alegato, Strassera citó explícitamente el juicio a Eichmann en Jerusalén,
que se basó en la doctrina de Roxin sobre autoría mediata y “los autores de escritorio”.
Welzel jamás habló de aparatos organizados de poder. Es probable que el error
originario sea de Nino en su Juicio al mal absoluto, repetido luego por
Gargarella para quien Nino es la mayor fuente de autoridad. Estas
disquisiciones sólo interesan a una minoría intensa, pero tienen consecuencias
prácticas. Si se toma en cuenta el requisito de que los delitos se ejecuten por
medio de aparatos organizados de poder, no es posible llegar a Cristina. Un
funcionario judicial que conoce bien a Gargarella cree que el artículo expresa
“el odio que destilaba antes de las 9 de la noche del jueves 1°. Y ahora debe
estar con culpa”. Como explicó la semana pasada en El Cohete el poeta y
director de Acceso a la Justicia del Ministerio Público, Julián Axat, Luciani recurrió
a otro dogmático alemán, Gunther Jakobs, y su teoría de la imputación objetiva,
por la cual se atribuye responsabilidad al superior jerárquico. Lo hizo porque
la administración fraudulenta no es un delito de dominio, sino de deber. En el
caso de CFK, el delito sería no haber impedido que los subordinados desviaran
fondos.
El 23
En una entrevista
que concedió esta semana, Máximo Kirchner debió contestar si le preocupaba el
23. “Si, me preocupa el 23 de
septiembre, el 23 de octubre, el 23 de noviembre”, respondió. Es decir que
hasta la elección presidencial del año próximo hay que recorrer un largo camino
plagado de dificultades. También le plantearon si pensaba que Cristina debía
ser candidata. Respondió que, como ciudadano, quería que gobernaran los mejores
y que ella es la mejor. Pero que, como hijo, le preocupaba el tremendo desgaste
que implica esa función cuando se hace en serio. “Quemás mucha vida”. En
octubre de 2010, tuvo un diálogo equivalente con su padre.
—Qué te parece si
aflojamos un poco. Por lo menos un par de meses— le dijo Máximo.
—Vos viví tu vida
como tengas que vivirla y yo voy a vivir la mía— le respondió Néstor Kirchner,
días antes de su muerte.
Es decir, una de
cal y una de arena. Concluyó señalando que lo decidiría la sociedad. Cristina
hará todo lo posible para que, al momento de la decisión, ella sea la mejor
opción posible para el sector de la sociedad que se identifica con las
políticas aplicadas durante los doce años de gobierno de ella y de su marido.
Lo cual no quiere decir que vaya a ser candidata. Llegado el momento, y de
acuerdo con lo que la sociedad reclame, decidirá si serlo o no. Lo que no
parece serio es la idea que se le atribuye de replegarse a la provincia de
Buenos Aires, porque es utópico pensar en ganarla si se pierde en la elección
nacional, o de presentarse como candidata al Senado. Su protección contra el
odio no son los fueros, sino la movilización popular. Esta semana el primo
inteligente de Macrì, Jorge, dijo que Wado de Pedro lo amenazó con que, si detienen
a Cristina, se pudre todo. El Ministro del Interior lo niega. Pero no hace
falta que lo diga De Pedro. Propios y ajenos saben que conserva absoluta
vigencia la reflexión del ex Presidente oriental Pepe Mugica, luego de la
detención de Lula en Brasil: “Si intentan una cosa así en la Argentina, dan
vuelta Buenos Aires”.
Otros números
Las decisiones
sobre el año 23 dependerán en buena medida de la marcha de la economía y de la
gestión de Sergio Massa, quien mañana iniciará sus reuniones en Estados Unidos.
Una versión reiterada en los últimos días decía que el ministro tramitaría un
nuevo préstamo del FMI. Consultado para esta nota, Massa lo negó: el FMI
habilitó una línea de donación de DEGS para proyectos ambientales, que recién
se habilitará en 2026. Nada que ver.
Los objetivos de
su viaje son
destrabar los
1.300 millones de dólares retenidos por el BID entre fondos de libre
disponibilidad y proyectos, y no está aprobado el plan para el año próximo; la
aprobación de las metas pactadas con el FMI, que una vez refrendada por el
directorio, en septiembre, habilitaría el desembolso de 3.650 millones de
dólares.
las inversiones
hidrocarburíferas habilitadas por un decreto reciente, que se discutirán
durante dos días en Houston; y la posible reciprocidad del sistema de
información automática para acceder a la base de datos de contribuyentes
argentinos con cuentas en Estados Unidos y que no contribuyen en la Argentina.
Massa tiene
reuniones programadas en el Tesoro, el Departamento de Estado y el propio Fondo
Monetario, donde el lunes 12 se verá con Kristalina Georgieva. Con el FMI se
tratará el segundo trimestre de este año. Cuando llegue el momento de revisar
el tercer trimestre, la Argentina reclamará que se tomen en cuenta los cambios
que produjo la guerra en Europa, que en la Argentina tuvo un impacto negativo
de casi 5.000 millones de dólares.
Su propósito es
emprolijar la situación caótica en lo fiscal y las reservas que dejó Mr.MaGoo.
Para cerrar el segundo trimestre, el ex ministro
corrigió las metas
(pasó de 0,5% a 0,9%), con lo cual dejó para julio un desborde fiscal del
11,7%.
En cuanto a
reservas postergó todos los pagos de energía para el tercer trimestre;
le alquiló dólares
a los bancos Provincia y Nación, y
les pidió un
anticipó a las cerealeras, por un acuerdo que no cumplió. De este modo dibujó
1.500 millones de dólares que no eran del Banco Central.
Antes de viajar a
Estados Unidos, Massa anunciará el acuerdo alcanzado con las cámaras de
aceiteros y exportadores de cereales (CIARA-CEC). Ese régimen especial y
extraordinario de liquidación de divisas a un tipo de cambio de 200 pesos solo
será aplicable para la compra de soja, durante el mes de septiembre. Como no se
suspenden las retenciones del 35%, los exportadores recibirán 130 dólares por
tonelada. Con este mecanismo, Massa espera un ingreso total de divisas cercano
a los 5.000 millones de dólares, cuando lo normal para septiembre es poco más
de la mitad.