CAPACITACIÓN OBLIGATORIA “CONTRA EL ODIO”
NOTIVIDA, Año XXI,
Nº 1302, 28 de septiembre de 2022
El proyecto
(expte.5134/2022) presentado por el diputado Eduardo Valdés (FdT, Ciudad de
BsAs) establecería la capacitación obligatoria, periódica y permanente en la
temática contra el odio, para todas las personas que se desempeñen en la
función pública en todos sus niveles y jerarquías en los poderes Ejecutivo,
Legislativo y Judicial de la Nación.
“Los discursos de
odio son una amenaza a los Derechos Humanos”, afirma Valdés en los fundamentos,
por el contrario, como decía el P. Sanahuja, las leyes para prevenir el odio
son “fruto de la reinterpretación de los tratados de derechos humanos, puesta
en marcha por la ONU y los otros centros de poder del nuevo orden mundial.
Estos organismos han trastocado el significado de las palabras e imponen
tiránicamente esa tergiversación. Además, consideran que el desacuerdo con sus
pretensiones es de por sí violento y agresivo” (Noticias Globales 1102,
13/045/2011).
El proyecto prevé
que la autoridad de aplicación (que será definida por el Poder Ejecutivo)
diseñe los lineamientos generales de las capacitaciones, certifique la calidad
de las mismas y capacite a las máximas autoridades de tres poderes del estado.
En su página web
la autoridad de aplicación publicará el grado de cumplimiento de esta ley en
cada uno de los organismos públicos y brindará un informe con la nómina de
altas autoridades del país que se han capacitado.
Los que se negaren
“sin justa causa” a realizar las capacitaciones serán intimados en forma
fehaciente. “El incumplimiento de dicha intimación será considerado falta grave
dando lugar a la sanción disciplinaria pertinente”.
En los fundamentos
de la iniciativa Valdés afirma que las expresiones de odio contra una persona o
grupo en base a su raza, religión, nacionalidad, género, orientación sexual,
discapacidad, ideología política u otra característica grupal, están muy
presentes en la actualidad.
También menciona
al “Informe: discurso de odio” elaborado en diciembre de 2020 por el INADI,
donde se señala que “el discurso de odio se genera y propaga principalmente a
través de tres canales que se retroalimentan entre sí; a saber: los medios de
comunicación, Internet y el espacio público”. Se agrega que: El estudio del
discurso de odio visibiliza “una cosmovisión, con roles sociales, categorías
cognitivas y estructuras mentales específicas. Todo lo cual está, sin duda,
basado en una violencia simbólica (Bourdieu, s./f.) identificada con la difusión
de patrones estereotipados, valores, íconos o signos que transmiten y
reproducen dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones
sociales”.
Recordemos que
desde la perspectiva del INADI cualquier alusión al orden natural redunda en la
promoción de un “patrón estereotipado” que genera violencia y discriminación:
Si el expediente presentado por Valdés se convierte en ley, los adalides del
pensamiento único contarán con una nueva herramienta de persecución y
amedrentamiento.