funcionará desde el 20 de junio
Ximena Casas
Indfobae, 9 Jun,
2023
La secretaria de
Energía Flavia Royón confirmó que el Gasoducto Néstor Kirchner –la obra de
infraestructura energética más importante de las últimos 40 años– se pondrá en
marcha el próximo 20 de junio, aunque aún no hay fecha confirmada para el acto
de inauguración oficial, que dependerá de la agenda del ministro de Economía
Sergio Masa.
La puesta en
marcha implica que se abra la válvula para que pueda ingresar el gas natural
que proviene de Vaca Muerta al nuevo gasoducto, que luego tiene un plazo de al
menos 20 días para completar su “llenado”. En diálogo con Infobae, la
secretaria destacó el “tiempo récord” de la obra y el ahorro de USD 1.700
millones en las cuentas públicas que permitirá durante su primera etapa.
“Massa estuvo muy
enfocado todos los días en cómo iba la evolución del gasoducto. Es el hito más
importante de su gestión y él puso prioridad en esta obras”
“Los que están
involucrados en la construcción de gasoductos consideran que la obra no se
podía hacer en menos de 24 meses y se hizo prácticamente en 10. El 11 de agosto
del año pasado fue el primer acto del ministro de Economía Sergio Massa en
Salliqueló donde se firmaron los contratos de la obra que claramente se hizo en
tiempo récord absoluto técnicamente con una soldadura promedio de 5 kilómetros
de caño por día”, explicó Royón.
“Fue posible
porque las empresas que estuvieron involucradas en la construcción, Techint y
Sacde, son de primer nivel y también porque el ministro Massa estuvo muy
enfocado todos los días en cómo iba la evolución del gasoducto, gestionar las
importaciones, los pagos. Es el hito más importante de su gestión y él puso
prioridad en esta obras”, agregó.
El gasoducto es el
comienzo para dar vuelta la balanza energética, dijo Royón
El gasoducto es el
comienzo para dar vuelta la balanza energética, dijo Royón
— ¿Cómo va a
cambiar la estructura energética de la Argentina esta obra?
— Va a cambiar la
vida de nuestro país. Es el comienzo para dar vuelta nuestra balanza energética
y comenzar a no necesitar importaciones energéticas y exportar. Hoy Vaca Muerta
no tenía cómo evacuar la producción, cómo crecer. Esta primera etapa fue
realizada con recursos del Tesoro Nacional, sin financiamiento de otros
organismos ni privados, porque se entendió su importancia. Para el Estado,
entre lo que se ahorra de importaciones y subsidios, al poder acceder a un gas
más económico, el costo se recupera en dos años.
— ¿Qué ahorro se
logra con la obra en esta primera etapa?
— Esta primera
etapa va a permitir un ahorro de USD 1.700 millones. Y en 2024, que va a estar
todo el año operativa, va a permitir un ahorro de USD 4.000 millones. El
impacto es increíble. El país no va a necesitar importaciones de envergadura.
Se va a poder comprar GNL (a través de barcos) para algunos picos de invierno,
compras puntuales, pero no se va a necesitar de bloques de barcos importantes.
Massa puso como prioridad la red de gasoductos. También ahora, en las próximas
semanas, se va a licitar la reversión del gasoducto del Norte, que ya tiene
financiamiento internacional comprometido por parte de la CAF y va a
posibilitar que el Norte de la Argentina no dependa más de las importaciones de
gas de Bolivia. Hoy Bolivia no puede cumplir con los compromisos acordados con
la Argentina y pone a todo el Norte del país en una situación de
vulnerabilidad.
— ¿Cuáles son los
plazos para esa reversión?
— Hoy el sentido
troncal es de Norte a Sur y la reversión va a permitir llegar con el gas de
Vaca Muerta y abastecer todo el Norte y permitir el desarrollo de nuevas
industrias con un gas a precio más competitivo. Las obras tienen un plazo de 12
a 18 meses, pero estamos confiados que pueda ser menos dado el éxito en esta
primera etapa. Esta obra posibilita pensar en exportar a Brasil a través de
Bolivia. Tener la garantía de abastecimiento sin necesitar de Bolivia es un
logro muy grande. Sin dudas, esta red de gasoductos es el hito más importante
de la gestión.
La obra demandó 10
meses y se construyó en tiempo récord
La obra demandó 10
meses y se construyó en tiempo récord
— ¿Por qué había
tanta falta de infraestructura en el sector? ¿La necesidad surge a partir de
Vaca Muerta?
— Vaca Muerta está
hace varios años. El sentido de la urgencia también lo puso el incremento de
los precios energéticos el año pasado. A pesar de eso, la Argentina pagó esos
precios y no hubo restricciones energéticas ni a la industria, y menos a los
residenciales. Veíamos cómo en Europa se restringía el abastecimiento y acá no
fue así. Fue un esfuerzo en el uso de los dólares de nuestro país el año
pasado. La Argentina necesita infraestructura energética para poder crecer.
Este gasoducto y todos los otros (Santa Fe, de la Costa) fueron obras que
estuvieron paradas. También en materia de transporte eléctrico teníamos muchas
obras paradas (las líneas Atlántica Norte y Atlántica Sur, que se van a
energizar el 30 de junio), la estación transformadora del Chaco. Entre las
obras que vamos a habilitar y dejar licitadas con financiamiento estamos en
casi 5.000 kilómetros de líneas de alta tensión que hoy es un cuello de botella
para el sistema de transporte eléctrico para incorporar más energía renovable y
garantizar la seguridad del suministro porque las estaciones transformadoras
están con un porcentaje de uso muy alto. Hay una visión de infraestructura para
el desarrollo. Esto también da la posibilidad de desarrollar gasoductos y
líneas de transporte eléctrico, en regiones mineras que claramente es un sector
al que se apuesta estratégicamente. Tenemos una mirada productivista y de
desarrollo.
— ¿Qué modelos de
financiamiento se contemplan para las próximas obras energéticas?
— La Argentina
tiene una situación compleja de restricciones para acceder al financiamiento
internacional. Acceder al financiamiento de organismos multilaterales, con
plazo de gracia y períodos de repago extenso, hubiera sido lo ideal pero había
una cuestión de tiempos. En un mundo ideal, hubiera sido mejor tener plazo de gracia,
tasas convenientes, y períodos de repago, pero hubo que pagarlo de contado.
Pero para la reversión está el financiamiento de la CAF y para la segunda etapa
del gasoducto hay previsto financiamiento.
“Los que están
involucrados en la construcción de gasoductos consideran que la obra no se
podía hacer en menos de 24 meses y se hizo prácticamente en 10″
— ¿En la gira por
China se obtuvo compromiso de financiamiento para la segunda parte del
gasoducto Néstor Kirchner?
— Hay un
financiamiento preacordado, que hay que ir definiendo los términos, de una
empresa china que está interesada en llevar adelante la construcción del
segundo tramo. Pero es voluntad del ministro Massa licitarla porque hay otras
propuestas. Los tiempos de negociación de ese tipo de financiamiento son más
extensos y la voluntad es licitar el segundo tramo en agosto. Se va a tomar
financiamiento externo con Brasil para los tubos y los caños. Es una obra que
va a cambiar a la Argentina
— Con la puesta en
marcha del gasoducto, ¿no serán necesarias más importaciones de GNL que las ya
asignadas?
— Hay un bloque de
40 barcos. El requerimiento depende de muchos factores como la temperatura, ya
que tuvimos un mayo cálido, el régimen de hidraulicidad, precios relativos. Se
prioriza la importación de energía eléctrica de Brasil. La ecuación energética
es más compleja para que uno pueda definir cuántos barcos compra. Pero con la
compra que se hizo sería suficiente.
— ¿Qué impacto
tendrá en las tarifas de los hogares la mayor disponibilidad de gas natural a
partir del gasoducto?
— Hoy las tarifas,
sobre todo del grupo de bajos ingresos y la clase media, tiene subsidios y el
primer impacto va a ser que el Estado va a tener un ahorro en la baja de esos
subsidios. Al bajar el costo del gas, baja el monto que hay que subsidiar. A
mediano plazo, la aspiración para generar ese ahorro fiscal es tener una matriz
energética más competitiva, que los subsidios vayan bajando y poder sacarlos
cuando haya un precio más accesible, pero eso no es cuestión inmediata de este
Gobierno. Este Gobierno tuvo una política de segmentación y quita de subsidios
a quienes no lo solicitaron o que tenían altos ingresos. La voluntad es
mantener los subsidios para los que los necesitan y también se está subsidiando
de manera parcial a la clase media. Hay que ir reduciendo los subsidios antes
de poder retirarlos. Claramente tener precios de la energía competitivos
implica mayor ahorro fiscal porque se baja el requerimiento de subsidios para
la población.
“Esta primera
etapa va a permitir un ahorro de USD 1.700 millones. Y en 2024, que va a estar
todo el año operativa, va a a permitir un ahorro de USD 4.000 millones”
— ¿Qué aumentos
quedan pendientes para los hogares para el resto del año?
— Para la
electricidad, a partir del 1° de mayo se retiraron los subsidios para el que no
lo solicitó o de altos ingresos. Habíamos comprometido hacer una nueva
audiencia hacia noviembre para el último tramo de aumento Edenor y Edesur y
tarifas de distribución de gas. Y hemos comenzado el proceso de la Revisión
Tarifaria Integral (RTI).
— También se
retomaron las exportaciones de petróleo a Chile a través del oleoducto
trasandino después de 17 años. ¿Cómo va a contribuir eso a la balanza
energética?
— Se comenzó en
mayo la reutilización del oleoducto para exportar crudo a Chile. Ya es una
realidad. El Estado ha impulsado toda la infraestructura en materia de
gasoductos, pero en materia de oleoductos el sector privado está mostrando su
apuesta a Vaca Muerta. En inversión privadas hay comprometidos USD 1.100
millones entre OTASA (Oleoducto trasandino), Sierras Blancas, ampliaciones en
curso de Oldelval. La mayor exportación de petróleo, que va a contribuir a que
la balanza energética pase de ser negativa a positiva, es una realidad.
— ¿Medido en dólares
cuánto sería el impacto en la balanza energética?
— La proyección es
que para 2030 la balanza sea positiva en USD 18.000 millones