uno de los gurús
del NOM: ¿Para qué necesitamos tantos seres humanos?
Adelante España,
Septiembre 21, 2023
Yuval Noah Harari
es el intelectual israelí de moda en el mundo anglosajón. Consultado por medios de comunicación,
requerido por bancos que buscan hacer perfilismo positivo con su discurso, así
como líderes internacionales que -no lo aman demasiado- y buscan su palabra
como legitimación de su existencia. Es uno de los protegidos del Nuevo Orden
Mundial (NOM), sobre todo desde que pasó del Homo Sapiens al Homo Deus…
porque con lo que sueña Harari es con el endiosamiento del hombre, bueno, de la
clase dirigente de la humanidad, bueno, de ellos mismos.
Y ahora, en sus
conferencias itinerantes advierte , como
no podía ser de otra manera, que: el riesgo nuclear, el cambio climático y la
inteligencia artificial son los tres ejes por los que el mundo moderno transita
en este tiempo y por el que debería asumirse con seriedad semejantes desafíos.
El Nuevo Orden
Mundial (NOM) no es una ideología más
Tenemos que
convencernos de que el Nuevo Orden Mundial (NOM) no es una ideología más. Las
ideologías clásicas se caracterizan por odiar a una parte de la humanidad y
ensalzar a otra. Por ejemplo, el comunismo, que odia a los pudientes y enaltece
al proletariado. Pero el Nuevo Orden Mundial no es una ideología más: el NOM
odia al conjunto de la humanidad, su enemigo es el hombre.
La reducción de la
población que pretende el NOM desde los 8.000 millones de seres humanos a los
1.000, eso sólo es el comienzo. El objetivo final del NOM es la destrucción de
la humanidad propiamente dicha. Y esto, porque no es una ideología humana sino
una perversión antihumana.
Estamos en la
etapa intermedia
Pero por el
momento estamos en la etapa intermedia: hay que reducir el número de seres
humanos, como dice Harari. ¿Para qué, para suministrarles drogas y
videojuegos?. Pero el objetivo final del Nuevo Orden Mundial, contra el que
debemos rebelarnos cada día, cada uno desde su trinchera, es terminar con la
raza humana, en su totalidad manifiesta. Mejor que no lo olvidemos.