El filósofo Alberto Buela, en forma breve y precisa, resume el drama actual de la Patria.
Nací en un país en
el que éramos contenidos por la comunidad. Tengo 72 años, estoy criado mitad en
la ciudad, mitad en el campo. Nací en Parque Patricios pero a los dos días me
moría y mi padre hizo un cajoncito y me llevaron a Magdalena, donde estaba toda
mi familia, de modo tal que nací allá de hecho.
Me crié, teníamos
el colegio, el club Huracán, estaba la parroquia de San Bartolomé en Chiclana y
Boedo. Teníamos muchas organizaciones que nos contenían; éramos una familia
humilde. Iba a la pileta de calle Pepirí, me expresaba como nadador. En el club
Huracán jugaba a la pelota o al frontón, que también me gustaba. En la
parroquia hacíamos campamentos. En la
escuela estudiábamos. En la poliomielitis todos los vecinos salieron a pintar
los árboles con cal.
Nací en una
comunidad. Nací en una polis. Y produjimos algo extraordinario: así como los
griegos pasaron de las tribus a las polis, esto lo dice Platón en el último
libro de las leyes: “La diferencia con los bárbaros es que nosotros tenemos
polis y ellos no. Y tenemos un sistema de leyes por el cual Sócrates dice, ante
la opción de escapar de la cicuta: ‘La ley es mi madre y mi partera’”.
Argentina logró un
milagro extraordinario, aparte de tener a Lionel Messi y a Diego Maradona. Nací
en una polis y voy a morir en una tribu. Tenemos las tribus de los abortistas,
de los antiabortistas; las de los terraplanistas, de los subsidiados, de las
madres, de los hijos, de los primos, de los indios.
Se quebró la idea
de pueblo como mayoría. Hicimos lo contrario de los griegos.
(“De la Polis a la Tribu”)