Los narcos,
políticos, financistas y jueces a los que defendió Mariano Cúneo Libarona como
penalista
Paz Rodríguez
Niell
LA NACION, 13-3-24
“Se informa que el
Dr. Mariano Cúneo Libarona, por haber asumido como Ministro de Justicia de la
Nación, actualmente no forma parte del estudio jurídico Cúneo Libarona. Estamos
trabajando en la actualización de la página web”, dice el sitio de internet del
estudio familiar que el actual ministro compartió hasta diciembre con sus tres
hermanos: Rafael, Matías y Cristian. Solo ese mensaje, con la foto de los
cuatro -más el teléfono, la dirección y el email del estudio-, aparecen hoy en
la página.
Como abogado,
Mariano Cúneo Libarona intervino en causas penales de alta trascendencia
pública: defendió a empresarios que estuvieron acusados de pagar sobornos en la
causa de los cuadernos de las coimas, a políticos -como el exgobernador de
Tucumán José Alperovich en el caso por el presunto abuso de su sobrina- y a
jueces. Fue también abogado de condenados por narcotráfico, como Mario Segovia,
“el rey de la efedrina”, hombre fuerte del negocio de la droga en Rosario antes
de la irrupción de Los Monos, y el exintendente de Paraná Sergio Varisco,
sentenciado a seis años y medio de prisión por comercialización de
estupefacientes. Además, representó al abogado Mateo Corvo Dolcet, acusado de
lavar dinero del narcotráfico colombiano, según documentación de la causa de
2020 publicada por el Centro de Información Judicial (CIJ). Clarín informó en
2018 que, patrocinado por Cúneo Libarona, Corvo Dolcet pagó diez millones de
pesos para salir de la cárcel y que documentación que se le secuestró en un
allanamiento daba cuenta de que Corvo Dolcet habría recibido un pago de la
viuda del capo narco Pablo Escobar Gaviria. En ese caso intervino, entre otras
áreas de investigación del Estado, la Unidad de Información Financiera (UIF),
el organismo antilavado que hoy está dentro de la órbita del Ministerio de
Justicia que dirige Mariano Cúneo Libarona.
El ministro negó,
en cambio, haber defendido a Miguel Ángel “Mameluco” Villalba, como dijo Carlos
Pagni, pero asumió que lo representó su estudio. En su cuenta de X (exTwitter),
Mariano Cúneo Libarona publicó: “IMPORTANTE: Jamás fui abogado, no lo conozco,
ni lo vi en mi vida a ‘Mameluco’ Villalba. Me informan ahora que quien ejerció
su defensa hace muchísimos años atrás (en legítimo ejercicio del derecho a
contar con un abogado defensor) fue mi hermano Matías y somos independientes”.
Matías Cúneo
Libarona lo defendió desde el estudio familiar. En diálogo con LA NACION, el
ministro dijo: “El estudio es así: yo soy el dueño por escritura del estudio,
pero hay compartimentos distintos. Mis hermanos, otros abogados, gente a la que
le presto un lugar. A Mameluco, Matías, que está en otro piso, lo habrá atendido”.
LA NACION
corroboró que lo defendió. “Mameluco” Villalba hoy está condenado a 23 años de
cárcel y está siendo juzgado como presunto autor intelectual del secuestro
seguido de muerte de Candela Sol Rodríguez, de 11 años. Contra Villalba hizo
fuertes declaraciones la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que celebró
haberle desbaratado la banda -algo que definió como un golpe al crimen
organizado- y advirtió públicamente que su clan levantaba, del narcotráfico,
“una cifra de unos 22 millones de pesos diarios”, que luego lavaba en una
financiera.
Matías Cúneo
Libarona también defendió en 2015 al hijo de “Mameluco”, Iván, apodado
“Salvaje”, en una causa en la que fue condenado por narcotráfico. En una salida
transitoria, después de esa condena, “Salvaje” mató a un adolescente y al
chofer de un móvil de Protección Ciudadana de San Martín. Hoy carga con tres
penas en su contra. “Salvaje” es considerado uno de los narcos más sanguinarios
de San Martín. Tal como informó LA NACION, desde la cárcel manejaba bunkers de
droga. En febrero de 2022, una serie de escuchas telefónicas pusieron al
descubierto que un dealer de “Salvaje” había comprado una partida de cocaína
contaminada con carfentanilo que mató a 24 personas.
En cuanto a
Segovia, Mariano Cúneo Libarona no sólo hizo una defensa técnica dentro del
expediente: en 2012 dijo que su cliente era “perseguido” por la policía y los
jueces. “Desde el inicio de éste y otros juicios en los que está acusado Mario
Segovia -dijo- se persiguió e instigó a mi cliente, violando los derechos
humanos y el principio de inocencia, y hasta acusándolo de terrorismo de
Estado”. El hoy ministro sostuvo que “la SIDE, la policía de Campana (que
colaboró con el juez de Instrucción Faggionatto Márquez) y los jueces obraron
por motivos personales”.
El también
condenado por narcotráfico Varisco -hoy fallecido- era intendente de Paraná y,
en la causa en la que lo defendió Mariano Cúneo Libarona lo condenaron, a
finales de 2019, a seis años y medio de cárcel. Esa pena fue confirmada por la
Cámara Federal de Casación.
Hoy, Cúneo
Libarona dice que dejó todas las defensas y reclama que la Justicia actúe
contra la violencia narco. “A las porquerías asesinas les tiene que caer todo
el peso de la ley cuanto antes”, tuiteó. Aboga por la implementación del
sistema acusatorio; dice que con el cambio de sistema se agilizarán las causas.
Sergio Varisco fue
intendente de Paraná, por Cambiemos, y cliente de Sobre su defensa del “rey de
la efedrina”, dijo a LA NACION: “Fue en un juicio y después nos cambió”. En
cuanto a Varisco, sostuvo que su trabajo duró solo unos meses y que él no
participó del juicio oral.
“Cuando yo era
joven, cualquier asunto era importante. A medida que fui creciendo, fui
seleccionando. Algún caso sí y otros no”, dijo. Consultado sobre si defendería
a narcotraficantes como Ariel “Guille” Cantero, líder de Los Monos, o a Esteban
Alvarado, respondió: “Yo con Los Monos estaba en la profesión. Hubo una
consulta y decidí que no me quería meter.”
En el caso de los
cuadernos de las coimas, Mariano Cúneo Libarona defendió a los empresarios
Sergio Taselli y Hugo Eurnekian (sobrino de Eduardo). En referencia a la
investigación contra Taselli, cuestionó cómo se llevó la causa, que estaba a
cargo del juez Claudio Bonadio. En declaraciones a Radio La Red, cuando el caso
estaba en instrucción, dijo que su cliente había sido involucrado por un error
y relató: “Tenés que arrepentirte, confesar algo, e involucrar gente (...). Si
decís que sos inocente quedás preso”, en alusión a cómo se incorporaban los
arrepentidos al expediente.
En esta causa
podría darse la inédita situación de que quien actuó como abogado defensor
ahora vuelva a quedar relacionado con el caso, pero del lado opuesto, si
finalmente la Oficina Anticorrupción, que depende del Ministerio de Justicia, o
la Unidad de Información Financiera (UIF), que hoy funciona dentro de la órbita
de esa misma cartera, vuelven a intervenir en el caso como querellantes; es
decir, como acusadores. En un primer momento se había anunciado que el Gobierno
desistiría de querellar en las causas de corrupción, pero después el ministro
dio marcha atrás y dijo que sí querellaría.
“La causa pasó a
tribunal oral. Mis clientes ya no están -dijo Cúneo Libarona a LA NACION-. Para
mí la causa cuadernos terminó hace cinco años. La UIF y la OA harán lo que
tengan que hacer.”
El estudio de
Cúneo Libarona también intervino en la causa conocida como la ruta del dinero
K, en la que defendió a directivos de Provalor, la financiera de la City de
donde habría salido el dinero que se lavaba al extranjero, según la
investigación del juez federal Sebastián Casanello. Este magistrado procesó a
los directivos de Provalor y los envió a juicio. El juez de tribunal oral
Néstor Costabel ordenó que fueran juzgados con los demás acusados, pero la
defensa recurrió esa disposición y por decisión de la Cámara de Casación, los
clientes de Cúneo nunca se sentaron en el banquillo. Uno de los que eludieron
ese juicio fue José Jabbaz, un financista cuyos movimientos con el poder
describió Pagni la semana pasada. Mariano Cúneo Libarona también fue abogado de
Roberto Erusalimsky, que fue procesado por Casanello cinco veces por la compra
de un campo en Mendoza que pertenecía a Lázaro Báez, en un desprendimiento de
la causa de la ruta del dinero K. Las cinco veces, su procesamiento fue
revocado.
El actual ministro
de Justicia defendió también a jueces, como Walter Bento, que fue destituido
por mal desempeño y en Mendoza lo procesaron por graves delitos: sobornos,
lavado de dinero y enriquecimiento ilícito (cuando lo removieron, ya había
cambiado de defensor). Y al juez en lo penal económico Pablo Yadarola en el
expediente que investigaba un viaje de jueces, exfuncionarios y empresarios a
la estancia de Joe Lewis en Lago Escondido. Esa causa se inició en Bariloche,
donde la fiscal imputó a los involucrados, pero a pedido de Yadarola (con Cúneo
como abogado), el año pasado el caso pasó a los tribunales de Comodoro Py y la
semana de Navidad, el juez Sebastián Ramos cerró la causa. El fiscal Ramiro
González entendió que no había motivos para oponerse, dejó vencer el plazo para
apelar y todos los imputados quedaron sobreseídos definitivamente cuando solo
faltaban horas para que empezara la feria judicial de enero.
Querellante contra
la “gestapo” macrista
Cúneo Libarona
también fue abogado de Horacio Homs, dueño de Abril Catering y señalado como
presunto testaferro de Juan Pablo “Pata” Medina, exlíder de la Uocra de La
Plata. Lo defendió y además lo patrocinó en la querella en la que pidió avanzar
contra una serie de personas, incluidos exfuncionarios macristas, apuntados en
el caso de la llamada “Gestapo” antisindical como responsables de
“persecución”.
La larga listas de
famosos defendidos por el actual ministro de Justicia incluyó al exjefe de la
barra de Boca Rafael Di Zeo y al abogado y empresario Víctor Stinfale, acusado
por la tragedia de Time Warp, donde murieron cinco jóvenes por “intoxicación de
drogas de abuso”. En ese caso, Stinfale había sido procesado por el delito de
facilitación de lugar para la comercialización de estupefacientes agravado, en
concurso ideal con el delito de homicidio culposo y lesiones graves culposas.
En 2020, la jueza federal María Eugenia Capuchetti lo sobreseyó.
“Yo tengo derecho,
como abogado, a defender y a querellar -dijo Cúneo Libarona a LA NACION-. Es mi
trabajo y está en la Constitución. Estudié para eso y en la facultad se enseña
eso. He dejado a más de 40 abogados formados a lo largo de mi vida. Y alumnos
tuve más de 1000.″
En una entrevista
con Clarín, al actual titular de la Oficina Anticorrupción, Alejandro Melik, le
preguntaron si algún funcionario le había hecho consultas por alguna posible
incompatibilidad entre sus trabajos privados y sus funciones públicas, y Melik
incluyó en la lista de los que le habían consultado a Mariano Cúneo Libarona.
Según el ministro, no fue por nada de esto. “Creo que lo que hablé con él fue
por Racing: soy de la comisión directiva y mi duda era si podía seguir.
Renuncié a todo lo legal del club y sigo solo con el tema de educación”, dijo
Cúneo a LA NACION.
La carrera de
Cúneo Libarona incluye haber sido el abogado icónico de los 90. Fue defensor de
Guillermo Cóppola y de Amira Yoma, la cuñada del expresidente Carlos Menem,
acusada de haber lavado dinero del narcotráfico en la causa conocida como el
Yomagate. También intervino en la causa AMIA, como defensor del excomisario
Juan José Ribelli. En 1997, Norberto Oyarbide lo detuvo y lo procesó por
coacción y encubrimiento. Finalmente, Cúneo Libarona fue sobreseído.