¿Qué tan cerca estaban las partes de poner fin
a la guerra?
Cnl My (R) Grabiel
Camilli
La Prensa,
28.04.2024
Tras el fracaso de
la contraofensiva ucraniana del año pasado, en las últimas semanas se ha
difundido en los medios internacionales, reflejados en nuestros artículos
semanales en La Prensa, la noticia de la inminente derrota de Ucrania provocada
por una grave falta de hombres, armas y municiones, así como por una terrible
moral de las tropas. Mientras tanto, los rusos avanzan, aunque lentamente, en
casi todas partes.
El tiempo parece
estar del lado de Moscú y en contra de Kiev y la Otan. Llegados a este punto
surge la hipótesis concreta de la necesidad de llegar, tarde o temprano, a un
acuerdo negociado con los rusos: más bien una "congelación" del
conflicto según el modelo coreano, que un verdadero acuerdo de paz, que parece
muy lejos de cualquier perspectiva realista. Entre otros lo ha pedido el Papa
Francisco.
Los ucranianos
corren el riesgo de llegar a la mesa de negociaciones en una posición
decididamente más débil que en 2022, cuando habían logrado importantes
victorias estratégicas, mientras los rusos se preparan para tomar Járkov, la
segunda ciudad más poblada del país.
Entonces la
pregunta que muchos se hacen es: ¿no se podría haber encontrado antes una
salida al conflicto, evitando así decenas de miles de muertes en ambos lados?
Según el portavoz
del Kremlin, Dmitry Peskov, el 12 de abril de 2022 se había llegado a un
acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania, pero fue abortado. Este “podría ser la
base para nuevas negociaciones, pero no hay señales de que Kiev esté preparada
para las conversaciones”. El acuerdo incluía cláusulas que exigían a Ucrania
adoptar un estatus de neutralidad y no unirse a la OTAN, limitar el tamaño de
sus fuerzas armadas y otorgar un estatus especial al este de Ucrania.
LOS HECHOS
Recordemos como se
desarrollaron los acontecimientos. En las primeras horas del 24 de febrero de
2022, la fuerza aérea rusa atacó objetivos en toda Ucrania. Al mismo tiempo, la
infantería y los blindados de Moscú invadieron el país desde el norte, el este
y el sur. En los días siguientes, los rusos intentaron rodear Kiev.
Estos fueron los
primeros días y semanas de una invasión que bien podría haber resultado en la
derrota y el sometimiento de Ucrania por parte de Rusia. En retrospectiva,
parece casi milagroso que no fuera así.
Lo que ocurrió en
el campo de batalla, se comprende y se conoce hoy en 2024, relativamente bien.
Lo que se entiende menos es la intensa diplomacia simultánea que involucró a
Moscú, Kiev y una serie de otros actores, que podría haber resultado en un
acuerdo apenas unas semanas después de que comenzara la guerra.
A finales de marzo
de 2022, una serie de reuniones presenciales en Bielorrusia y Turquía y
compromisos virtuales por videoconferencia habían producido el llamado
Comunicado de Estambul, que describía un marco para un acuerdo. Luego, los
negociadores ucranianos y rusos comenzaron a trabajar en el texto de un
tratado, logrando avances sustanciales hacia un acuerdo. Pero en mayo las
conversaciones se interrumpieron, la guerra continuó y desde entonces ha
costado decenas de miles de vidas en ambos bandos.
¿Qué pasó? ¿Qué
tan cerca estaban las partes de poner fin a la guerra? ¿Y por qué nunca
llegaron a cerrar un trato? (Ver https://www.foreignaffairs.com/ukraine/talks-could-have-ended-war-ukraine)
LA OPOSICIÓN DE
BORIS JOHNSON
A pesar de la
noticia de la masacre de Bucha a principios de abril, las conversaciones
continuaron, hasta el borrador del 15 de abril, que preveía que se podría
alcanzar un acuerdo en dos semanas. ¿Por qué se detuvieron las conversaciones?
Según el líder ruso Vladimir Putin, bajo la presión de Occidente, y en
particular de Boris Johnson, entonces primer ministro británico, el Reino Unido
obligó a los ucranianos a seguir luchando. “La respuesta occidental a estas
negociaciones –admite la revista ‘Foreign Affairs’– fue ciertamente tibia.
Washington y sus aliados se mostraron profundamente escépticos sobre las
perspectivas de la vía diplomática que surgiera de Estambul”.
Ciertamente, no es
ningún misterio que Boris Johnson, que fue a Kiev en esos días, le dijera a
Zelensky que cualquier tipo de acuerdo negociado representaría una victoria
para Vladimir Putin. Como relató Davyd Arakhamiia, uno de los principales
asesores del líder ucraniano, “tras nuestro regreso de Estambul, Boris Johnson
visitó Kiev y nos dijo que no deberíamos firmar nada con los rusos y seguir
luchando”. De hecho, durante su visita a Ucrania, Johnson dijo: “Putin es un
criminal de guerra, hay que presionarlo” y tres días después de que el entonces
primer ministro británico abandonara Kiev, Putin declaró públicamente que las
conversaciones con Ucrania habían terminado repentinamente “en un callejón sin
salida”. Evidentemente algo había sucedido, como también lo confirman fuentes
gubernamentales.
Como revela el
‘Washington Post’ (https://www.washingtonpost.com/national-security/2022/07/09/blinken-lavrov-diplomacy/),
la diplomacia estadounidense también se opuso al acuerdo de abril de 2022 con
Moscú.
En una entrevista
en la televisión israelí, el ex primer ministro de ese país, Naftali Bennett,
confirmó que los Estados Unidos y el Reino Unido bloquearon el acuerdo y esta
tesis también está respaldada por el testimonio directo de un diplomático ucraniano
que formó parte de la delegación de Estambul.
Se trata del
embajador Oleksandr Chalyi quien, durante un acto público en Ginebra, Suiza,
recordó lo "cerca" que estaban Kiev y Moscú de poner fin a
"nuestra guerra con una solución pacífica". Putin, destacó,
"trató de hacer todo lo posible para concluir un acuerdo con Ucrania"
y "realmente quería llegar a una solución pacífica". Y en Estambul
las dos partes "consiguieron llegar a un verdadero compromiso". Sin
embargo, "por algunas razones" que el embajador no especificó mejor,
ese compromiso "fue pospuesto".
Ahora, gracias a
una serie de testimonios y documentos, sabemos por qué y podemos llegar a la
conclusión de que Occidente, liderado por los angloamericanos, nunca quiso la
paz en Ucrania.
Evidentemente
existen intereses e interesados, empresas y organizaciones que se benefician
con esta guerra larga e irrestricta que venimos anunciando en esta columna.
GESTA DE MALVINAS
No podemos evitar
recordar un hecho referido a nuestra propia experiencia en la Gesta de Malvinas
y el artero accionar de Gran Bretaña.
En un libro de
lectura obligada para quien quiera entender la trama del conflicto permanente
que mantenemos con ‘Gran Bretaña: Malvinas: cinco días decisivos’ (escrito por
el Lic. J.E. García Enciso y el Alte. Benito Rotolo), encontramos un documento
que no ofrece un relato puramente bélico ni un relato puramente diplomático.
Ofrece un relato único y detallado de los pormenores de la negociación para
demostrar cuán cerca estuvimos de lograr la paz, mientras presenta
simultáneamente las consecuencias y vivencias de ese proceso en la zona de
guerra. El ataque que no fue y la paz que se hundió. En cinco días se condensa
toda la tragedia.
Allí, vemos las
intensas negociaciones entre el presidente del Peru, Fernando Balaúnde Terry,
quien llamaría al Tte Grl L. Galtieri reiteradamente, con bases firmes para un
cese al fuego.
Según nos dice
Juan Bautista Yofre: “A las 14.50 del 2 de mayo, Belaúnde volvió a llamar a
Galtieri”. El mandatario peruano le preguntó: “¿En el día de hoy ha habido
ataques?”. Y Galtieri le respondió: “En principio no, han terminado a media
noche y en el día, parece que hasta ahora, no sé si se han tomado domingo
libre, no ha habido ataque hoy”.
Mientras se
intentaba recrear un espacio de negociación, el mismo 2 de mayo, tras 30 horas
de persecución, el submarino nuclear Conqueror hundió al crucero General
Belgrano. Con una tripulación de 1.093 la acción provocó la muerte de 323
tripulantes. Fue hundido fuera de la zona de exclusión establecida o
autoimpuesta por Gran Bretaña.
El mismo día,
también, fue atacado el Aviso Alférez Sobral, muriendo su capitán y siete
tripulantes. La ofensiva británica en medio de negociaciones muy avanzadas para
lograr un cese de hostilidades fue una provocación para evitar cualquier tipo
de acuerdo negociado. Los ingleses solo buscaban una victoria a sangre y fuego.
Jamás quisieron negociar.
SACANDO
CONCLUSIONES
Ambos hechos
históricos, en 1982 y en 2022 muestran un modo de operar, hay otros ejemplos
históricos que por cuestión de espacio no podemos reseñar que indican como
precede Gran Bretaña para conseguir sus objetivos políticos. El que quiera
entender que entienda…