Por Natalia Gómez Quintero
*La Arquidiócesis de México dio su respaldo moral a los grupos laicos que se organizan para defender públicamente los preceptos de Dios inspirados en la doctrina cristiana e incluso propuso que deberían convertirse en partido político para defender enérgicamente y desde ámbitos de incidencia en las legislaciones por ejemplo, el derecho a la vida y la defensa de la familia.*
Hugo Valdemar, vocero del Arzobispado de México aseguró que esas organizaciones son respaldadas plenamente por la Iglesia católica, lo que no significa, dijo, que la institución eclesiástica dirija, manipule o sea el titiritero de dichos grupos.
“Si se quiere tener una mayor incidencia una opción debería ser conformarse en un partido político, pues como laicos no tienen ningún impedimento para participar en la vida pública o política del país aún declarándose abiertamente católicos, constitucionalmente no hay nada que les prohiba”, señaló Valdemar.
Precisó que por razones legales un partido político no podría llevar la denominación de católico, pero si la inspiración en la defensa de estos valores.
Desde el Vaticano el cardenal Tarcisio Bertone reconoció este lunes que dentro de las relaciones Iglesia-estado en México ha surgido algún problema cuando un parlamento nacional o regional promueve una ley que no concuerda con la visión antropológica de la iglesia y con los principios fundamentales de los que es portadora.
Ayer EL UNIVERSAL publicó que luego de la despenalización del aborto en la ciudad de México en abril de 2007, se han multiplicado en todo el país las marchas “en favor de la vida”.
A esas manifestaciones acuden miles de católicos cercanos a la jerarquía eclesiástica, y en especial jóvenes de colegios privados, que buscan combatir legislaciones y políticas públicas de corte progresista en favor del aborto, de las uniones gay, de la eutanasia, del divorcio expres, de que las mujeres usen anticonceptivos, del condón, de la píldora del día siguiente.
El vocero Hugo Valdemar aseguró que estas agrupaciones, a las que no considera violentas ni radicales, han tomado fuerza y se han vistos forzados a unirse justamente por los ataques que han recibido de la izquierda.
El vocero de la Arquidiócesis dice que no es extraño escuchar durante las manifestaciones públicas el grito de “Viva Cristo Rey”, utilizado en la época de persecución cristera, pues representa un clamor en defensa de la fe.
“Hoy no somos perseguidos físicamente, pero sí de manera ideológica, porque a los que defienden estos preceptos se les tacha de mochos y se les discrimina. El que sale a las calles no es un grito de guerra, sino de defensa o afirmación de fe, porque nadie pretende emprender un movimiento antagonista cuando el país lo que necesita es paz y reconciliación”, dijo.
“Santo Tomás Moro”
Centro de Estudios Políticos y Sociales