El Mayor (R) aviador
de la Fuerza Aérea ,
Jorge Benítez, héroe de Malvinas, derribado en las islas cuando combatía con su
avión Pucará, eyectado y vuelto al combate, sufre prisión en la cárcel
cordobesa de Bower a raíz de haber sido destinado, cuando era primer teniente,
a la Policía
de Reconquista, durante la administración militar. En la carta abierta que
reproducimos, Benítez cuestiona severamente la conducta del Jefe del Estado
Mayor de la Fuerza Aérea ,
Brigadier General Normando Constantino.
Carta abierta al
Brigadier General Normando Constantino
Señor Brigadier:
Con profundo dolor y
vergüenza ante la memoria de nuestros muertos en Malvinas, escribo estas líneas
que nunca esperé dirigir a un Jefe de mi querida Fuerza Aérea y las hago
públicas, porque son respuesta a expresiones públicas, hechas por Ud.
A mi cautiverio llegó
un ejemplar de la revista Sociedad N° 34, septiembre/octubre 2012, en donde se
reproducen algunos de sus conceptos en un recuadro destacado, con el título “El
recuerdo de Malvinas”.
No sé cuáles serán
sus recuerdos de la batalla de Malvinas, pero a la luz de sus palabras, aprecio
que son muy vagos e imprecisos o por lo menos impropios de un de Jefe de la Fuerza Aérea , puesto
que hablar de la “…toma de Malvinas”, es utilizar la terminología impuesta por
nuestros enemigos de afuera y los desmalvinizadores de adentro. Señor
Brigadier[1], nosotros no “tomamos” las Islas Malvinas en 1982: ¡LAS
RECUPERAMOS! ¡PARA GLORIA DE NUESTRA PATRIA Y HONOR DE LOS CAÍDOS EN COMBATE! Y
de lo cual podemos dar testimonio los que combatimos a su lado y tuvimos la Gracia de Dios de regresar
vivos.
Tal vez el hecho de
que Ud. no haya logrado llegar hasta el objetivo naval asignado, ni siquiera
podido entrar a la zona de combate en las dos salidas que efectuó, le impidan
comprender con claridad la magnitud y el significado de lo realizado en 1982. Y
posiblemente también le imposibiliten tener, sentir y expresar el legítimo
orgullo de haber combatido junto a ellos, contra nuestro ancestral enemigo.
Es ese el marco de
referencia que también le permite expresar: “La guerra de Malvinas debe haber
sido la última guerra convencional que se ha producido”. Pretende circunscribir
la guerra (COMO LO HACEN LOS DESMALVINIZADORES), a los 75 días de glorioso
señorío de nuestros derechos soberanos sobre las Islas Malvinas y desconocer de
ese modo, que la guerra se inició el 3 de enero de 1833 y continúa hasta el día
de hoy, porque hay una porción de nuestro territorio usurpado y ocupado por
FFAA británicas. Aunque sus superiores miren al costado para no querer saber.
Señor Brigadier: Ud.
al ser promovido como Oficial Superior ha jurado Defender la Constitución de la Nación Argentina.
Sin embargo ha permitido su constante violación al abandonar, a los que hemos
sido ilegítimamente privados de la libertad, para ser sometidos a los inicuos
juicios que se están llevando a cabo (también parte de la desmalvinización:
DESMOVILIZACIÓN ÉTICA, MORAL Y ESPIRITUAL DE SUS FFAA) y que Ud. sabe o debería
saber por su cargo, que son ilegales y violatorios de lo que Ud. juró defender.
Por esa inadmisible inacción, en algún momento deberá responder a los cargos de
“autor mediato” por nuestra privación ilegítima de la libertad, tormentos y
hasta homicidio de los que fallecieron en cautiverio durante su mandato.
Señor Brigadier: Ud.
se ha rendido como 1er Teniente en 1982 y hoy lo hace como Brigadier General,
Jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina. El enemigo es el mismo de
1982, pero mientras Ud. permitió nuestro desarme e indefensión constante, los
usurpadores maximizan su poderío y con soberbia y desprecio hacia nosotros,
hacen ostentación de ello.
Señor Brigadier: una
Fuerza Aérea no tiene que “proponer la guerra”, “tiene que prepararse para la
guerra”, y un Jefe debe decir: “No deseamos la guerra, pero estamos preparados
para ella”, salvo que en sus dos años de Agregado Aeronáutico en el Reino
Unido, los británicos lo hayan preparado para otra cosa. Respecto a su lirismo
final: “Desde nuestro lugar haremos todo lo que se pueda para lograr que los
ingleses entiendan, en algún momento, que las Malvinas son Argentinas”, le
propongo como muestra de buena voluntad (ya que no entendieron con las bombas
en 1982), les envíe personalmente un ramo de flores y tal vez reciba en
devolución de cortesía, un par de plumas blancas.
Habla Ud. de
“profesionalismo y coraje”. Permítame recordarle que quienes estuvimos en el
frente combatiendo, llevábamos un Rosario al cuello y el grito “por Dios y por la Patria ”, no era una
expresión vacía de contenido, dicha banalmente y como una mera fórmula. Por
ella se vivía, combatía y moría, en cabal cumplimiento del juramento de “seguir
constantemente su Bandera y defenderla hasta perder la vida”. La formación
Católica que recibimos fue la que cimentó nuestro valor (cualidad del ánimo,
que mueve a acometer resueltamente grandes empresas y a arrostrar los
peligros), abonó la comprensión de lo que Ud. menciona muy bien: “saber que
defendíamos” y acrecentó nuestro profesionalismo.
Por si no lo sabía,
le transcribo a continuación lo que dijo Ronald Reagan, Presidente de los EEUU
de América en su discurso a la Academia Militar West Point, en 1981:
“Ninguna nación que
se basó en acuerdos firmados y, al mismo tiempo, abandonó su capacidad material
para la guerra, duró lo suficiente para contribuir a la historia de la
humanidad”.
Nuestra Nación
Argentina, por Gracia de Dios y mérito de la sangre derramada en Malvinas, ha
hecho lo suficiente para seguir contribuyendo a la historia de la humanidad.
Prueba de ello es el furor desmalvinizador y el creciente y constante estado de
indefensión al que estamos sometidos, por acción del enemigo y omisión de los
propios.
Creo, Señor Brigadier,
que su hora ha pasado.
¡VIVA CRISTO REY!
¡VIVA LA PATRIA !
Mayor (R) Jorge
Alberto Benítez
Cárcel del pueblo,
Bouwer, enero de 2013
[1] ACLARACIÓN: Señor
Brigadier es la forma de estilo que corresponde en el tratamiento entre
Oficiales de la Fuerza
Aérea.
Informador Público,
25-2-13