(La Política Online)
Miguel Galuccio sabe
que desobedecer a la Justicia no es gratis. Pero la instrucción llega desde lo
más alto: "Hasta después de las elecciones el contrato no se
muestra", dicen en Balcarce 50. Dorotea Capurro, dueña de los millonarios
recursos de la comunicación de YPF, sabe que cada día que pase va a ser más
difícil mantenerlo bajo siete llaves y recomienda hacerlo público cuanto antes.
Ya son tres los
jueces que le ordenaron a la petrolera estatal mostrar los escritos firmados
con Chevron Corporation. Sin embargo, el secretario de Energía, Daniel Cameron,
dice que se mantendrán en secreto, casi
como si se tratara de documentos militares o de inteligencia.
¿Por qué tanto sigilo
y tanto misterio?, se preguntan los legisladores de la oposición que vienen
reclamando conocer qué hay detrás del acuerdo. Según un abogado que participó
activamente en la negociación, tres serían los puntos del contrato difíciles de
explicar al núcleo duro de los votantes del kirchnerismo antes del 27 de
octubre:
1) La ley aplicable
del convenio, en caso de incumplimientos o disputas, no es la argentina, es la
de la ciudad de Nueva York.
2) En caso de llegar
a existir un desacuerdo o un conflicto entre Chevron y la petrolera nacional,
la jurisdicción no serían los tribunales argentinos, sino la Corte
Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional (CCI), con
sede en Francia.
3) YPF deposita 100
(cien) millones de dólares en un banco de los Estados Unidos en concepto de
escrow (depósito o garantía) para que Chevron pueda eventualmente cobrar de esa
cuenta futuras utilidades de negocio.
Son varias las
preguntas aún sin respuestas. Y la última palabra, antes o después de las
elecciones legislativas, la tiene el gobierno nacional.
Infobae, 28-8-13