Por Paul Sheridan
Impacto Ambiental
El libro The Deep Hot
Biosphere (La Profunda
y Caliente Biosfera) es la culminación de más de cincuenta años de trabajo en
la vida de su notable autor, el astrofísico Thomas Gold, de la Universidad de
Cornell. Gold fue el director fundador del Centro de Radiofísica e
Investigación Espacial de la
Universidad de Cornell, Presidente del Departamento de
Astronomía de Cornell y es el autor de más de 260 trabajos en el área de la
cosmología, zoología, física y astro-nomía.
La tesis de Gold en
The Deep Hot Biosphere es simple: los hidrocarburos han existido desde los
primeros tiempos del universo, y son parte del proceso de formación de los
planetas. Sus componentes, hidrógeno y carbón, se originaron en el "caldo
primordial" del que se formó la Tierra. Dice Gold que el metano y el petróleo de la Tierra son abiogénicos –no
tienen un origen biológico.
Contradiciendo las
tradicionales explicaciones, Gold afirma que los hidrocarburos no se disociaron
durante los primeros tiempos a causa de las altas temperaturas de la formación
planetaria, tal como sostienen los teóricos, sino que, como lo demuestra la actual
ciencia geológica, las temperaturas no eran lo suficientemente altas, en
especial cuando se tienen en cuenta las presiones relacionadas con la
profundidad. Gold sostiene que las fuentes de hidrocarburos se encuentran a
grandes profundidades debajo de la corteza terrestre, y no a pocos kilómetros
sino a cientos de kilómetros.
Las fuentes profundas
de hidrocarburos están todavía funcionando, bombeando toneladas de petróleo y
metano a través de las grietas y rocas porosas hasta los niveles sedimentarios
más superficiales. Es aquí donde los equipos petroleros acceden a los
afloramientos que han sido endicados verticalmente en forma de reservorios de
petróleo. Gold afirma que el petróleo no es el resultado de la descomposición
de plantas prehistóricas; estaba allí unos cuantos miles de millones de años
antes de que la vida apareciera en el planeta.
Gold explica en el
libro las últimas informaciones sobre la investigación espacial, muchas de las
cuales él mismo descubrió o propuso, que confirma que los hidrocarburos están
presentes en cuerpos celestes sin vida como lunas, asteroides, cometas y, por
supuesto, en los gigantes gaseosos como Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. De
hecho, la coloración azulada de Urano es resultado del metano, uno de los llamados
combustibles fósiles. Gold comenta: "Estoy seguro de que no existen
pestilentes pantanos en Titán o Plutón". Para apoyar su teoría de la
abiogenici-dad de los hidrocarburos, Gold hace notar lo siguiente:
Los patrones
geográficos que emergen de los campos petrolíferos, ya sea en el Medio Oriente
o en Indonesia, todos muestran correspondencia con estructuras geológicas de
gran profundidad. Esto contrasta notable-mente con la distribución al azar que
se encuentra en la vida de superficie, y sus subsecuentes fósiles, que jamás
han exhibido tales patrones de distribución geográfica.
Los hidrocarburos de
un campo petrolífero cualquiera no muestran cambios químicos a medida de que la
profundidad de extracción aumenta. Sin embargo, los fósiles por encima de él tienen
una "firma" geológica que cambia constantemente y que se relaciona
con sus particulares períodos paleontológicos.
Los hidrocarburos se
encuentran en áreas geográficas donde la abundancia de vida prehistórica que se
conoce que existía allí no podría jamás haber provisto la cantidad de
hidrocarburos involucrados. La mayor parte de la vida de superficie se compone
de 90 por ciento de agua y 10 por ciento de compuestos orgánicos. De modo que,
aún si todo ese 10 por ciento orgánico se convirtió en "combustible
fósil" no estaría ni siquiera cerca de la masa de hidrocarburos que ya se
han extraído durante los últimos 130 años.
A causa de que los
hidrocarburos son tan consistentes, el uso de particulares trazas de metales se
pueden usar para identificar su origen geográfico.
Los actuales reservorios de petróleo se están
rellenando nuevamente –desde el fondo.
Gold lo explica: "El fenómeno de los reservorios de petróleo que parecen
estarse llenando otra vez es algo ampliamente informado, de manera notable en
el Medio Oriente y a lo largo de la
Costa del Golfo de los Estados Unidos. Veo esto como una
fuerte evidencia que apoya a la teoría del gas proveniente de las profundidades
de la Tierra ".
El Caso del Carbón
La vida, tal como la
conocemos se basa en las propiedades químicas del carbono. Aunque hay
discusiones sobre que el silicio es otro elemento que puede proveer una base
para la vida, la vida basada en el carbono es todo lo que hemos podido
comprobar hasta ahora. El origen, cantidad y el ciclo del carbono son
fundamentales para la total comprensión de la vida sobe la Tierra. Como
resultado de ello, algunas formas químicas del carbono son también cruciales
para la preservación de la vida.
Las áreas oceánicas y
terrestres contienen rocas sedimentarias que tienen gran cantidad de materiales
basados en el carbono llamados compuestos carboníferos. El 80% de estos
compuestos contienen oxígeno; por ejemplo, el carbonato de calcio, más conocido
como piedra caliza, es un material oxigenado. El otro 20% que no está
oxigenado, se compone de hidrocarburos –petróleo, carbón y metano. Existe
también una pequeña fracción de fragmentos que se incluyen en el contenido
carbonoso de las capas sedimentarias.
Los compuestos
carboníferos también se encuentran en la atmósfera, en su mayor parte como
dióxido de carbono y metano. Juntos, la atmósfera y las capas sedimentarias de
la tierra y el océano forman lo que se conoce como la "charca
océano-atmosférica". El contenido total de carbono en esta charca es
enorme, y la inmensa mayoría de este "enriquecimiento cercano a la
superficie" del carbono está en los sedimentos y no en la atmósfera.
Venus y los
Calentadores Globales
Los ecologistas
argumentan que este enriquecimiento de carbono cercano a la superficie se
originó de la atmósfera prehistórica, y promueven la noción de que la primitiva
atmósfera de la Tierra
era muy similar a la del planeta Venus. Ellos dicen que el carbono de la Tierra se precipitó del
dióxido de carbono atmosférico a la charca océano-atmosférica; también se
produjo una absorción del dióxido de carbono por parte de las plantas.
Para forzar la venta
de su agenda del calentamiento global, estos teóricos enfatizan que Venus tiene
enormes cantidades del gas de invernadero, el dióxido de carbono y, como
resultado, la temperatura en su superficie es de unos 700 grados Farenheit. Sin
embargo, estos ecologistas se cuidan de mencionar que Venus está 26 millones de
millas más cerca del Sol, o que su órbita es una circunferencia casi perfecta!
A diferencia de los
modeladores de clima computarizados o de los políticos con diploma en teología,
Gold es un astrofísico que ha pasado años descifrando los detalles de cómo se
forman los cuerpos planetarios. De acuerdo con Gold, las condiciones cósmicas
generales que formaron a la
Tierra y Venus eran muy similares, pero el diablo se esconde
entre los detalles. La primitiva Tierra no se caracterizó por la captura de
gases del espacio, como Venus. Una indicación de ello es la muy baja cantidad
de kriptón y xenón atmosféricos, comparado con el resto del sistema solar.
Gold hace notar que
si las rocas carboníferas obtuvieron su carbono de una atmósfera primitiva, los
niveles sedimentarios más profundos deberían poseer mayor densidad de
componentes carboníferos. Si el carbono hubiese sido precipitado de una
atmósfera primitiva que era rica en dióxido de carbono, entonces los
especímenes más superficiales de rocas deberían mostrar una sucesiva
declinación de compuestos carboníferos.
Como lo demuestra
Gold, los registros geológicos prueban lo contrario. No hay una sucesiva
declinación de compuestos carboníferos; la densidad se mantiene constante a lo
largo del tiempo geológico. "La única explicación sensata" –dice
Gold, "es que los gases atmosféricos se han derivado principalmente del
desprendimiento de compuestos volátiles de sólidos enterrados en las
profundidades, y no de una gran atmósfera inicial adquirida durante la
formación de la tierra o por posteriores capturas de gases del espacio".
Más convincente, en
mi opinión, es el asunto del carbono-13. En la última década se ha probado que
las plantas no inhalan el dióxido de carbono que contiene el isótopo pesado
C-13. El proceso de difusión usado por las plantas durante su respiración
permite sólo al dióxido de carbono que contiene C-12. Ahora, el C-13 se da en
la naturaleza a una tasa del 1%. Esto significa que si los hidrocarburos que
fueron sedimentados durante millones de años son el resultado de la
descomposición de vida vegetal, estos "combustibles sólidos" deberían
mostrar una ausencia de C-13. Sin embargo, las muestras de hidrocarburos
obtenidas de pozos profundos no muestran tal constitución isotópica.
Lo que se encuentra
es la constitución nucleo-sintética estelar de 99% de C-12 y 1% de C-13. Gold
nos advierte que un proceso de fraccionamiento geológico, especialmente del
metano, debe tenerse en cuenta al discutir constituciones similares de las
rocas carboníferas.
El Asunto del Helio
Impregnando todo
descubrimiento de petróleo a lo largo de la historia del mundo, está la
presencia de emanaciones de helio. De hecho, es tan abundante en los campos
petrolíferos, que las compañías petroleras usan detectores de helio como una de
sus herramientas de exploración, y se envasan cantidades comerciales de helio
en las áreas de perforación para su venta. Gold dice: "La asociación del
helio con los hidrocarburos es, con toda probabilidad, el hecho más impactante
que la teoría biogénica (combustibles fósiles) no puede explicar, y ha sido para
mí de un gran interés".
El helio es inerte;
no reacciona con nada. No es uno de los miembros de la "docena
primigenia". (Recientemente, los biofísicos determinaron que los nucleidos
estables que eran el original mínimo requerido para el comienzo de la vida
sobre la Tierra
eran hidrógeno, carbono, nitrógeno, oxígeno, sodio, magnesio, fósforo, azufre,
cloro, potasio, calcio y hierro.) La vida vegetal no usa al helio para nada, y
no es derivado de la vida. Sin embargo, es un producto fundamental de la nucleosíntesis
estelar. También es un reconocido subproducto del decaimiento radioactivo del
uranio y del torio. Se sabe que ambos radionucleidos existen a gran
profundidad, a unos 320 km. de profundidad.
Curiosamente, el
helio no se encuentra en cantidades significantes en áreas que no producen
petróleo o metano. Cuando los constituyentes de los pozos de petróleo se
analizan para determinar la tasa de helio, los patrones de información son
consistentes en todo el planeta. Por si mismo, el helio no tiene las presiones
fluidas necesarias para alcanzar la superficie de la manera observada.
Gold explica que la
única manera de que tal cantidad y consistencia en las mezclas de helio son
posibles, es gracias a la existencia de una profunda fuente de "gas
portador" como el metano. La profundidad de estas fuentes está muy por
debajo de la profundidad de penetración de la vida de superficie y sus fósiles.
Impacto Ambiental
TRANSPORTE DE HELIO
EN VOLATILES ASCEN-DENTES: El esquema de Gold muestra cómo la teoría del gas
profundo tomaría cuenta de la asociación del helio con el metano. El helio
producido por el decaimiento radioactivo, a niveles de unos 300 km de
profundidad, es barrido por la corriente de nitrógeno ascendente. A los 100 km,
designado aquí como Región del Metano, el nitrógeno y el helio se mezclan con
el metano, y los tres continúan su ascenso. Los tres gases llegan a su destino
final con sus relaciones de mezclado deter-minadas.
Otro ítem que apoya
la teoría abiogénica del petróleo es la evi-dencia que Gold obtuvo de los
diamantes, que son una forma pura del carbón. Las temperaturas y presiones
requeridas para formar diamantes comienzan a los 110 km de profundidad, don-de
las presiones son del orden de las 600.000 libras sobre pul-gada cuadrada, y
están muy por debajo del alcance y supervi-vencia de los fósiles.
Los ecologistas y
otros sostienen que los hidrocarburos no pueden ser creados en regiones de tan
altas temperaturas; los diamantes se disociarían allí, dicen, y en consecuencia
no podrían haberse creado allí. Esas afirmaciones, sin embargo, no tienen en
cuenta los efectos estabilizadores de las altas presiones en la excitación
relacionada con la temperatura. En cualquier caso, Gold ha confirmado que entre
los espacios intersticiales de los cristales de carbono que constituyen a los
diamantes, se encuentran hidrocarburos. La teoría biogénica de los
"combustibles fósiles" no tiene ninguna explicación para esta clase
de hechos.
El Experimento del Anillo
Siljan
Otro ejemplo que usa
Gold para ilustrar la teoría abiogénica es el del Anillo Siljan, una estructura
producida por el impacto de un meteoro en la zona central de Suecia, cerca de
la ciudad de Rattvik. Como está ubicado muy al norte, no se lo considera un
sitio donde se podrían encontrar abundantes "combustibles fósiles".
El interior de la estructura de impacto tiene muy pocas rocas sedimentarias,
como resultado de la explosión causada por el impacto. El interior de la
estructura también tiene una roca basal que es sumamente fina.
En 1986, Gold y sus
colegas Suecos y americanos perforaron hasta 7,8 km de profundidad a partir del
fondo del interior del impacto. La idea era penetrar la corteza más baja y, en
lo posible, la parte superior del manto. A estas profundidades y en esta
locación, no había posibilidad de existencia de vida de superficie que se
hubiese descompuesto a lo largo de los años, lo que la hacía una excelente
elección para una investigación científica con intenciones de ensayar la teoría
abiogénica de la formación de hidrocarburos.
Hago énfasis sobre
"investigación", porque la intención no era la producción de gas o
petróleo a gran escala. A pesar de ello, para 1991, el experimento del Anillo
Siljan estaba produciendo 80 barriles de crudo diarios. Estas no son cantidades
comerciales, pero no era esa la intención del proyecto: la intención era la
investigación científica.
Los rusos tomaron nota de los hallazgos científicos
de Gold; las principales compañías petroleras americanas no lo hicieron aún.
Para 1998, los rusos tenían ya más de 300 pozos, perforados en la roca basal
guiados por los resultados del experimento del Anillo Siljan, todos los cuales
están produciendo cantidades comerciales de gas natural y petróleo crudo.
Usando el conocimiento y la experiencia ganada por
Gold, los rusos transfirieron su tecnología de perforación a sus aliados en
Vietnam. Hasta ahora, en lo que se llama el Campo del Tigre Blanco, se han
perforado 20 pozos a través de la roca basal. Los vietnamitas están produciendo
más de 6.000 barriles diarios de crudo por pozo, en una región donde la teoría
biogénica de los "combustibles fósiles" sostiene que no existen
hidrocarburos.
Parece que la
discusión ha llegado a su fin.
Fuente: Mitos y
Fraudes
Estrucplan, 2-8-13