El porcentaje de la
deuda con los privados en moneda extranjera, la más compleja de pagar, se ubica
en torno al 9% del PBI. Los canjes de deuda y el pago con reservas explican una
parte de la reducción, aunque también se da porque creció el endeudamiento con
el sector público, como la Anses
y el Banco Central.
Conocida la decisión de la Corte Suprema de los
Estados Unidos de no hacer lugar a la apelación argentina sobre los fondos
buitres, el ministro de Economía, Axel Kicillof dijo que “la deuda más
recalcitrante en términos de la dificultad de un país para afrontarla es con el
sector privado en dólares; está alrededor del 8%, y es de las más bajas de la
serie histórica”.
Un informe de
Chequeando.com señala que la deuda pública con privados en moneda extranjera
equivalía al 9,4% del PBI en el tercer trimestre de 2013, de acuerdo a los
últimos datos publicados por la Oficina Nacional de Crédito Público del
Ministerio de Economía. Un reporte de Econométrica calcula para este mes que la
relación se ubica en el 9%. Estas proporciones son las más bajas al menos desde
el 2000. El menor porcentaje se debe en parte al traspaso de deuda al sector
público.
Un trabajo del
Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) considera que el aumento en la
deuda pública, en particular entre 2011 y 2012, “se explica por mayor
endeudamiento con los propios organismos estatales, principalmente el Central.
Por el contrario, la deuda con acreedores privados (a través de títulos públicos
y otros instrumentos) evidenció en todos los casos una disminución, debido a
que prácticamente no se registraron colocaciones de deuda en estos mercados”.
El documento compara la composición de la deuda en 2005, luego del canje, y de
2012, y muestra que la parte en manos del propio Estado -ya sea en el BCRA o en
Anses, entre otros-, pasó del 6 al 58 por ciento en esos años.
“El dato del 8%
corresponde a la deuda pública neta, un concepto nuevo del cual no hay series
de largo plazo. Este concepto quita lo que el Tesoro le debe a otras
dependencias del sector público, como el FGS que maneja Anses, el Central y la
porción (no tan importante en el total) de la deuda que no entró al canje”,
detalló Luciana Díaz Frers, economista y especialista en Presupuesto. “Sólo
tiene sentido pensar en la deuda neta si el Estado no piensa honrar esas
deudas”, agregó.
El informe de IARAF
menciona, sin embargo, que “los vencimientos de deuda en dólares, los que
marcarían la verdadera necesidad de divisas para poder afrontarlos son los que
corresponden a acreedores privados, puesto que se considera que los
vencimientos con las propios organismos estatales (como el BCRA) se
refinanciarían en su totalidad, mientras que los de organismos multilaterales
si bien se pagan en su totalidad, lo usual es que luego se obtengan préstamos
por montos similares a los que vencían”.
La evolución de la
deuda
A principios de los
’70 la deuda como porcentaje del PBI era baja y principalmente doméstica,
alrededor del 7.5% del Producto, y de ese total solo el 20% era deuda externa.
A partir de entonces hubo un incremento de los montos y proporciones adeudadas.
Entre 1975 y 1983, la deuda externa se quintuplicó, y se incrementó del 34% al
72% del PBI.
El proceso de endeudamiento externo continuó en ascenso durante el
gobierno de Raúl Alfonsín: entre 1983 y 1989, la deuda se incrementó US$ 18.500
millones adicionales”, cuando significó el 118% del Producto, de acuerdo con
una publicación del Centro Cifra de la
CTA.
“Desde los años ‘70
el país incrementó su nivel de endeudamiento, hasta llegar al pico máximo con
el default”, expresó a Chequeado Ramiro Castiñeira, economista de la Universidad de Buenos
Aires y parte de Econométrica. “Los canjes de deuda de 2005 y 2010, que
permitieron una quita importante, y el pago con reservas desde ese último año,
explican la baja en el endeudamiento del país y el cambio en la estructura de
la deuda”, agregó.
Mientras en el 2000
la deuda en moneda extranjera era el 94% de la deuda total, en 2012 era el 59%,
según datos del Ministerio de Economía de la Nación. No se trata de
un fenómeno aislado en la región, la mayoría de los países mejoraron su
situación de deuda durante estos últimos años. Un reporte del FMI de 2013
destacó que la región tuvo grandes avances en la disminución de la proporción
de deuda en relación al PBI entre 2003 y 2008, bajándolo en más de 30 puntos
porcentuales en promedio.
A partir de 2009
-señala- la baja se desaceleró. A pesar de esto “la mejora en términos, tanto
de deuda pública como de sustentabilidad de la deuda externa, durante la última
década fueron remarcables”.
Alfil, 25-6-14