El hombre que fundó Liberland, un país en tierra de
nadie en el centro Europa
BBC Mundo, 13 agosto 2015
Puede convertirse en el país más joven del mundo:
Liberland, fundado en abril este año en seis kilómetros cuadrados de tierra de
nadie entre Croacia y Serbia, en la mitad de Europa.
"Quería fundar un país distinto: donde se
vivieran todas las libertades, fuera del alcance de las fuerzas políticas y que
existe en otras partes del mundo como Singapur o Hong Kong, pero no en el
centro de Europa", le dijo Vit Jedlicka a BBC Mundo.
Entonces se puso a buscar un sitio adecuado. Y lo
encontró en la antigua Yugoslavia, despedazada en los años 90 por un conflicto
feroz que le dio luz de nuevo a las antiguas repúblicas que allí coexistían.
Sin embargo, después de la separación de los países y
respectiva repartición de tierra quedaron seis kilómetros cuadrados que nadie
reclamó.
Están situados en la frontera entre Serbia y Croacia
-dos de los seis países que quedaron tras la disolución-, pero no dentro de sus
territorios. Tampoco en el del vecino Hungría.
Entonces bajo el precepto de "terra nullius"
(tierra de nadie), en ese pequeño espacio de mundo Vit Jedlicka fundó el pasado
13 de abril la República de Liberland.
Eligió la fecha fundacional en honor al natalicio de
Thomas Jefferson, uno de los padres de la patria estadounidense.
Fue un acto similar a la llegada al hombre a la Luna:
ese día, Jedlicka, en compañía de su novia Jana Markovičeva y un compañero del
colegio, transportó una bandera hasta la mitad de ese terreno de nadie y la
clavó hondo.
"El país se enorgullece de otorgar libertad
personal y económica a sus ciudadanos, garantizada en la Constitución, que
limita el poder de los políticos que no pueden interferir en las libertades
otorgadas por la nación de Liberland", se puede leer en su página de
internet en su declaración fundacional.
Y allí también se da cuenta de los símbolos patrios,
casi como los de los países que ya están reconocidos por Naciones Unidas: su
bandera, su escudo bien explicado y solo falta el himno, que han reemplazado
temporalmente con un lema: "vive y deja vivir".
Pero, ¿qué llevó a un político checo a crear un país
en los terrenos sin dueño de la antigua Yugoslavia?
De acuerdo al relato que le hizo al diario New York
Times, la idea venía rondando la cabeza del checo desde hace dos años, cuando
se dio cuenta que podía fundar un país bajo el precepto de la "terra
nullius".
Sólo le hacía falta el sitio.
Vit Jedlicka quería crear un país donde los partidos
políticos y el Estado no tuvieran tanto control sobre las libertades
personales.
Buscando en internet y consultando a varios gobiernos,
logró establecer distintas zonas en el planeta que no eran reclamadas por
ningún país.
"Había un terreno cerca de Egipto, pero me
parecía que la inestabilidad política en la región no ayudaba mucho a nuestra
idea de país", recordó Jedlicka a BBC Mundo.
Poco después esa zona se convertiría en el reino de
Sudán del Norte, y su soberano es el estadounidense Jeremiah Heaton, quien
movió cielo y tierra para que su hija fuera una princesa.
Pero Jedlicka no se amilanó y entonces halló ese
pedazo de suelo extraviado a la orilla del Danubio.
"El gobierno serbio dijo que esa zona no les
pertenecía, lo mismo que Croacia. Así que decidimos que ese sería el territorio
de Liberland", explicó.
Jedlicka cumplió con los requisitos para fundar un
país. Reclamó la posesión de la tierra, enclavó una bandera y formó un
gobierno: fue elegido presidente con los votos de su pareja y el amigo de
infancia que lo había acompañado en el viaje.
Hasta ahora, en la página de internet de Liberland han
ingresado 360.000 solicitudes de ciudadanía para el nuevo país.
Pero sus nuevos vecinos no se pusieron tan contentos:
el gobierno de Croacia calificó la fundación de Liberland como un
"chiste" y Serbia afirmó que lo que había hecho Jedlicka era un
"acto de frivolidad".
"Una cosa es lo que dicen, otra es lo que hacen.
Estamos en un intenso diálogo con ellos para que reconozcan nuestro
reclamo", dijo el flamante mandatario con país propio.
"Por ejemplo, Croacia ya dispuso en los límites
con Liberland una serie de efectivos de la policía para que nadie pase desde su
país hacia nuestro territorio", añadió.
Su aspiración no se concentra en los alrededores.
Desde hace un mes lanzó una fuerte campaña diplomática para que Liberland sea
reconocido como un nuevo país.
"Hemos tenido diálogo con al menos 20 países que
están dispuestos a reconocer nuestra soberanía. Pero tenemos que crear una
logística propia de un Estado", dijo desde su oficina en República Checa.
Ciudadanía
Uno de los asuntos fundamentales de una nación es su
pueblo. Por esa razón, los tres "liberlandianos" iniciaron en su
página de internet y de Facebook una fuerte campaña para que la gente se haga
ciudadano de Liberland.
"Hasta ahora hemos recibido 360.000 solicitudes
de personas que quieren ser parte del nuevo país. También de muchos voluntarios
que quieren venir a construir las primeras edificaciones", dijo.
Los riesgos en la formación de una ciudadanía también
están latentes: con la amenaza de grupos insurgentes islamistas en Europa,
expertos de seguridad alertan que un nuevo territorio en el corazón del
continente, organizado al margen de muchas reglas de la UE, sería un lugar
ideal para ejecutar un plan de ataque.
"Vamos a realizar un cuidadoso proceso de
otorgamiento de la ciudadanía a las personas que han postulado a través de
nuestra página de internet. Esperamos dar nuestras primeras 100 ciudadanías
próximamente, después de que los solicitantes cumplan todos los
requisitos", sentenció.
A pesar de que su fundador ha enviado las solicitudes
a distintos países como Estados Unidos, Francia y Japón, inclusive a Naciones
Unidas, solo el reino de Sudán del Norte ha reconocido a Liberland como un
país.
"Vamos a aplicar un sistema de impuestos
voluntario. Las personas van a pagar lo que crean que deben pagarle al Estado
de acuerdo a los servicios que provee".
Además, en su constitución, Liberland contempla que la
propiedad privada y los derechos individuales están por encima del Estado, algo
que Jedlicka viene proclamando hace cinco años en su partido político en
República Checa.
Hasta ahora ha recibido la intención de inversiones
cercanas a los US$20 millones de distintos ámbitos, como la banca y el sector
energético.
Por ahora Liberland es un territorio inexplorado con
una bandera sobre él, con muchos proyectos en el futuro.
Sin embargo, su presidente ya tiene un lugar favorito
de su patria naciente: una isla de río en medio de sus seis kilómetros
cuadrados.
"Se llama Libertad, una isla de arena en la mitad
del Danubio que se parece mucho a las playas en el Caribe", concluyó.