Joaquín
Morales Solá
La
Nación, 08 DE MAYO DE 2016
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Macri
confió en una oferta electoral sin conexiones con dirigentes peronistas
importantes. Ése fue su acierto.
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Esa
rebeldía de Macri ya le valió que el Senado sancione una ley que virtualmente
prohíbe los despidos de trabajadores. La mayoría peronista arrasó la posición
del Presidente, claramente opositora a una ley de esa naturaleza. Fue un
mensaje claro del peronismo, que muy poco tiene que ver con la situación de los
trabajadores. Una ley así significa un notable extravío en la inteligencia de
senadores y gremialistas. Casi el 40% de los trabajadores argentinos son
informales (están en negro). Un 30% de la sociedad está bajo la línea de la pobreza.
El valor de un PBI anual argentino (unos 400.000 millones de dólares) está
fuera del sistema financiero, según un estudio de Orlando Ferreres. Con una ley
como la sancionada, los que trabajan en negro seguirán trabajando en negro, los
pobres seguirán siendo pobres y los dólares seguirán en colchones o en bancos
extranjeros.
Sin
embargo, es probable que la ley sea sancionada, con modificaciones, por los
diputados.