por Alfredo Nobre Leite
Informador Público, 19-4-17
Como una muestra inesperada de un populismo electoral
(de la vieja política), que la administración macrista prometió enmendar,
sorprendentemente el "Programa de Transición al Salario Social
Complementario", según Resolución del Ministerio de Trabajo, su titular,
Jorge Triaca, anunció que se concede 4.000 pesos a cartoneros, manteros y
piqueteros, que nunca trabajaron o no procuran una ocupación, llevando su
"emolumento" al doble, superior a las jubilaciones mínimas de $
6.600 -con el 75% de los "beneficiarios", bajo el umbral de la
pobreza-, como también los presos convictos que cobran el salario mínimo,
vital y móvil, superando el haber de los jubilados que han trabajado más de 40
años fructíferos para el país (amén de los 30.000 millones de pesos otorgados a
aquellos hasta 2019), siendo preocupante que todas esas "regalías"
sean a costa del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), que se utiliza
para todo menester, menos pagar los haberes y ajustes, de acuerdo con el fallo
de la Corte Suprema, en la "causa Badaro" de noviembre de 2006.
Además, llama la atención la publicidad oficial sobre
la pomposa ley de "Reparación Histórica", pues es un engaño, ya que a
la luz del fallo de la Corte aludido, a sus "beneficiarios" les
quitan el 50% de lo que les corresponde, de acuerdo con las sentencias
definitivas de la Cámara de Seguridad Social, que Anses no respeta, apelando a
la Corte que no corresponde -durando los juicios más de 10 años, en la mayoría
de los casos-, y para colmo se pretende convencernos que beneficia al sector
más "postergado" por todos los gobiernos, quienes pusimos todos
nuestros esfuerzos para el engrandecimiento de nuestro país. Lamentablemente,
parece que el presidente Mauricio Macri y adláteres estarían emulando las
engañifas del kirchnerismo.
Es de buen gobierno que todos -cartoneros, manteros,
piqueteros, los sedicentes maestras/os bonaerenses, que no iniciaron las clases
primarias el 6 de marzo pasado, por importarles un bledo la formación de los
niños, y exigen imposibles- colaboren con su esfuerzo, y no pretendan vivir a
costa de quienes trabajan y pagan impuestos, de modo que se requieren reformas
culturales, del Estado, tributaria y de leyes laborales de fondo a fin de que
la Argentina recupere su sitial como una nación próspera.