"¿Seguirá siendo Europa la tierra de los
europeos?"
elmanifiesto.com, 26 de julio de 2017
En su discurso anual, Orbán manifestó que las
elecciones parlamentarias que se celebrarán la próxima primavera en su país
tendrán una importante dimensión europea. “Lo que suceda en Hungría tendrá
importantes implicaciones para el conjunto de Europa, porque hoy una Hungría
fuerte juega un papel decisivo en la batalla para evitar la descristianización
de Europa”, señaló.
El primer ministro húngaro saludó también el reciente
discurso de Donald Trump en Varsovia, del que citó los siguientes pasajes:
“Nuestro combate por Occidente no empieza en los campos de batalla, sino en
nuestra cabeza, con nuestra voluntad y nuestro espíritu. Nuestra libertad,
nuestra civilización y nuestra preservación dependen de los vínculos entre la
historia, la cultura y la memoria […]. Combatamos, pues, como los polacos, por
la familia, por la libertad, por el país y por Dios”. Después de lo cual, Orbán
concluyó: “Estas palabras no se habrían podido pronuncia en sitio alguno del
mundo occidental hace todavía dos años”.
Orbán consideró asimismo que un país fuerte no puede
permitirse un declive demográfico. “Los países más fuertes son aquellos que son
capaces de mantenerse biológicamente. Para que Hungría tenga futuro tiene que
mantener una tasa de fecundidad de 2,1 hijos por familia”.
Subrayó que un Estado fuerte necesita una buena
seguridad, incluida la protección de sus fronteras y la lucha contra el
terrorismo, así como “el mantenimiento de un fuerte sentido de identidad
cultural”. En contraste con estos principios, apuntó a Europa, víctima a su
juicio de un cambio cultural y demográfico de imprevisibles consecuencias.
“La inmigración no traerá ninguna solución a los
problemas económicos. Tratar de remediar la escasez de mano de obra mediante la
importación de inmigrantes es como si en medio de un naufragio te pones a
consumir agua del mar. Es también agua, pero el problema no hará sino
aumentar”, sostuvo el primer ministro húngaro.
En este punto, quiso mostrarse “muy franco” sobre los
retos ante la integración de un gran número de inmigrantes musulmanes en
nuestra cultura cristiana. “No podemos mantener nuestros ideales solidarios en
nuestras naciones cuando existen grupos étnicos que pretenden modificar la
cultura europea. No podemos mantener nuestros ideales en medio de colectivos
que se oponen a la existencia y la cultura de Europa, porque el resultado final
será catastrófico”, enfatizó Orbán.
“El reto en las próximas décadas es si Europa seguirá
perteneciendo a los europeos. Si Hungría seguirá siendo la tierra de los
húngaros, si Alemania seguirá siendo la tierra de los alemanes, si Francia
seguirá siendo la tierra de los franceses, si Italia seguirá siendo la tierra
de los italianos”, añadió el líder magiar, criticando en este sentido a “los
burócratas europeos y del imperio mundialista de George Soros” al oponerse a
“la voluntad de las naciones”.
“Hoy, los intereses de George Soros están mejor
representados en Bruselas y Washington, DC que en Tel Aviv”, espetó Orbán,
quien rechazó que las críticas al financiero judío de origen húngaro formen
parte de teorías conspirativas. “Existe un plan de Soros, que él mismo ha escrito”.
Según Orbán, dicho plan consistiría en trasladar a un
millón de inmigrantes al territorio de la Unión Europea. “A su llegada deben
recibir 15.000 millones de euros manteniendo así el efecto de succión. Esta
cantidad es mayor que la renta media anual de los húngaros. Soros pretende que
los inmigrantes sean distribuidos por todos los países de la Unión Europea.
Proteger nuestras fronteras europeas frente a la entrada de ilegales nos ha
supuesto un gran esfuerzo económico. Europa ha asumido una pequeña parte de ese
costo. Hoy Alemania está al borde de la quiebra, así que no nos hablen más de
la falta de solidaridad de Hungría”, señaló. “Si Europa quiere seguir siendo
viable, debe recuperar su soberanía y liberarse del ‘imperio Soros’,” remachó.
Al mismo tiempo que defendió la necesidad de defender
los derechos de los húngaros establecidos fuera de la actual Hungría, Orbán
abogó por una reforma de la Comisión Europea y por la necesidad de volver a “la
forma prescrita por los tratados constituyentes”. “Las Naciones Unidas deben
proteger las fronteras de Europa. Una vez hecho esto, los inmigrantes deben ser
rechazados del territorio de la UE. Esto puede sonar duro, pero los que han
entrado ilegalmente en Europa deben ser expulsados. Europa no puede seguir siendo
un continente desprotegido”, proclamó el primer ministro de Hungría.
También consideró prioritario que la Unión Europea
“recupere su competitividad”, con objeto de garantizar la paz, y se abra a los
Estados balcánicos (a Serbia, en particular) resolviendo sus “problemas
externos” con Rusia y Turquía”. Orbán no cree, sin embargo, que los actuales
líderes europeos sepan estar a la altura de ese desafío.
“Esto no va a ser sencillo. En la Europa de hoy, los
partidos cristianos han sido descristianizados y temen oponerse al proyecto
axiológico de los intelectuales liberales. En cuanto a los socialdemócratas,
han dejado de ser socialdemócratas y han renunciado a la idea de defender a los
trabajadores nacionales. Lo que defienden hoy son los intereses económicos del
neoliberalismo”, denunció el presidente húngaro.
Según Orbán, existe un plan para poner el territorio
europeo en manos de una población cosmopolita predominantemente musulmana. “El
éxito de este plan requiere una Europa descristianizada, gobiernos burocráticos
y sin alma”, advirtió.
Por todo ello, el mandatario insistió en la
importancia de las próximas elecciones parlamentarias húngaras para todo el
conjunto europeo. Recordó en este sentido que Hungría, con la ayuda de los
demás países del Grupo de Visegrad (constituido
por Polonia, Chequia, Eslovaquia y Hungría) fue quien cortó el corredor
migratorio que pasa a través de los Balcanes occidentales. “Los partidos de la
oposición húngara claramente han prometido acabar con la barrera de protección
de esta frontera y ceder más competencias nacionales a Bruselas. Mientras yo
soy el primer ministro, la barrera se mantendrá en su lugar. Vamos a proteger
Hungría y Europa”, proclamó.
“Somos el principal obstáculo para la realización del
plan de Soros”, dijo Orbán, insistiendo que el principal obstáculo al que
deberá enfrentarse no son los partidos de la oposición de su país. “Nosotros,
en primer lugar, tendremos que medirnos con la ‘red Soros’, los eurócratas de
Bruselas y sus medios de comunicación. Conocemos sus tácticas, basadas en el
chantaje financiero y el periodismo mercenario”.
Por último, Orbán advirtió que “hay mucho en juego, no
sólo en el ámbito nacional, sino también a nivel europeo”. “Hace 27 años,
pensamos que nuestro futuro era Europa. Hoy somos el futuro de Europa”,
concluyó el estadista húngaro.