Las verdades ignoradas de Montagnier
Paolo Gulisano
Brújula cotidiana,
19-01-2022
El profesor Luc
Montagnier ha intervenido el pasado sábado en Milán durante una manifestación
contra el certificado Covid y la dictadura sanitaria. Según el Premio Nobel,
ha habido enormes errores estratégicos. Uno de estos errores es no tener en
cuenta que el virus también entra en el cuerpo humano a través de las
bacterias.
Ha sido uno de los
mayores virólogos del siglo XX. Dirigió el Centre national de la recherche
scientifique y la Unidad de Oncología Viral del Instituto Pasteur de París,
donde él y Françoise Barré descubrieron el virus del VIH en 1983: este logro
científico les valió el Premio Nobel de Medicina de 2008. Tiene miles de
publicaciones científicas en su haber. Sin embargo, hoy en día, para los medios
de comunicación dominantes sólo es un pobre anciano senil con teorías
conspirativas.
El profesor Luc
Montagnier ha intervenido el pasado sábado en Milán durante una manifestación
contra el certificado Covid y la dictadura sanitaria. Su discurso fue
extremadamente lúcido a pesar de sus 89 años y de las insinuaciones de sus
detractores. El científico francés habló no sólo del virus, sino también y
sobre todo de las estrategias que se han adoptado a nivel internacional para
hacerle frente; estrategias que, según el profesor, son totalmente inadecuadas.
No es sólo la vacuna la que puede detener la epidemia, dijo, sino que “es la
combinación de tratamientos la que eliminará esta enfermedad”. Según Montagnier
ha habido grandes errores estratégicos.
Uno de estos
errores es no tener en cuenta que el virus también entra en el cuerpo humano a
través de las bacterias. Bacterias que están llenas de virus y que se
encuentran en el intestino, y que también pueden ser eliminadas con una dieta
adecuada y con higiene. Pero también con antibióticos, que, al eliminar las
bacterias, disminuyen la carga viral. Esta evidencia clínica no ha sido tenida
en cuenta por muchas directrices para el tratamiento de la Covid, empezando por
Italia. “Muchos países se han olvidado del tratamiento. No existe sólo la
vacuna, hay medicamentos que no se han utilizado y que funcionan muy bien, como
los antibióticos”, ha explicado el académico.
Pero el discurso
del Premio Nobel se ha centrado en las vacunas. Montagnier ha dedicado gran
parte de su carrera a las vacunas; durante años ha estado investigando una
vacuna contra el VIH, sin éxito. Hace cuarenta años que se busca una vacuna
contra el virus responsable del sida sin haber conseguido resultados.
Y no es extraño,
ya que no siempre es posible fabricar una vacuna para una determinada
enfermedad: otros ejemplos de fracaso son la hepatitis C, o la tuberculosis. En
todo caso lo que resulta extraño es que se hayan producido las vacunas en tan
sólo cinco meses de experimentos, como en el caso de Covid. A continuación,
Montagnier expuso su evaluación de estos productos a la luz de las pruebas
científicas de un año de ensayos en todo el mundo.
En contra de lo
que se dijo en un principio, estas vacunas no protegen en absoluto, y esto está
quedando claro científicamente. “En lugar de proteger como se decía que
protegían”, subraya el científico, “pueden incluso favorecer otras infecciones”.
Montagnier también ha recordado que se han producido miles de muertes, incluso
de jóvenes, incluso de deportistas, a causa de las vacunas de ARNm: productos
que no deberían administrarse en absoluto a los niños.
El Premio Nobel
sospecha que pueden causar daños neurológicos, incluso muy graves. Pueden
producirse patologías neurológicas incluso desde las primeras dosis, pero
podrían ser responsables de daños graves a largo plazo. Montagnier ha hecho un
apasionado llamamiento a todos los médicos para que se opongan a la vacunación
con este tipo de vacunas. “Los médicos de hoy en día son perfectamente
conscientes de lo que estoy diciendo, por lo que deben intervenir ahora porque
el futuro de la humanidad depende de ello”, ha asegurado.
Y finalmente, concluye
con una afirmación impresionante: la salvación de la humanidad depende de los
no vacunados: “Sólo los no vacunados pueden salvar a los vacunados. En
cualquier caso, los vacunados tendrán que ponerse en contacto con los centros
médicos para salvarse. Hay que evitar escuchar y dar voz a quienes no tienen
derecho a hacerlo, y dejar que la ciencia hable por sí misma. Repito: son los
no vacunados los que podrán salvar a la humanidad. Al principio, las grandes
multinacionales farmacéuticas estaban muy interesadas en las vacunas por
razones económicas. Esto les ha superado y debemos volver al respeto por la
verdad científica. Hay que vigilar cuidadosamente la evolución de la situación
clínica, especialmente de los vacunados con 1, 2 o 3 dosis, porque hay estudios
científicos que se refieren a patologías cerebrales graves. Y hay que disipar
la niebla que ha caído sobre las noticias científicas”.
El anciano
científico –que reveló que sigue en activo dirigiendo un equipo de
investigación independiente sobre el Covid- ha realizado un llamamiento a toda
persona libre para que contribuya a la búsqueda y defensa de la verdad.