Elancasti, 22 de junio de 2014
Se puede debatir
sobre la magnitud del fenómeno de la inseguridad en el país. Pero lo que es
indiscutible es el preocupante crecimiento de uno de los emergentes más
peligrosos de la actividad delictiva, como es el narcotráfico.
El combate contra el
narcotráfico se libra en múltiples frentes. Uno de ellos es el de la logística
de las organizaciones delictivas. Al respecto, el Ministerio de Seguridad de la Nación acaba de anunciar
que finalizó el relevamiento de más de 1.400 pistas clandestinas en todo el
país.
El propósito es
identificar a estas pistas para, con el concurso de la Justicia Federal ,
inutilizarlas, evitando de esa manera que sean usadas por organizaciones
vinculadas al tráfico ilegal de drogas. La gran mayoría de estos espacios están
localizados en campos privados. Si bien es imposible determinar a priori cuáles
son utilizados ilegalmente, constituyen potenciales lugares para el aterrizaje
de aviones de porte chico, que son los que habitualmente transportan la droga.
La información dada a
conocer por el Ministerio de Seguridad no explicita cuáles son las pistas
clandestinas ni dónde están localizadas, pero es muy probable que varias de
ellas se encuentren en territorio catamarqueño.Como se recordará, en octubre
del año pasado fue detenido en la localidad santiagueña de Frías, en el límite
con nuestra provincia, Claudio Andrada, quien fue sindicado como jefe de una de
las organizaciones narco-criminales más importantes entre las que operan en el
país. En ese momento, los encargados de la investigación sospecharon que podría
haber utilizado pistas clandestinas ubicadas en Catamarca para recibir
cargamentos provenientes de países limítrofes, en especial de Bolivia. Se
basaron en información confidencial, pero también en denuncias anteriores del
intendente de Recreo, Daniel Polti, respecto de la existencia de terrenos
acondicionados para funcionar como pistas de aterrizaje en cercanías de esa
ciudad del Este provincial.
Deberán recordarse,
además, otros antecedentes. Por ejemplo el operativo "Café Blanco”, en el
que se decomisó alrededor de una tonelada de cocaína en la década del noventa,
concretado en esa zona. En 2010, mientras tanto, una avioneta que transportaba
también cocaína cayó en un campo de soja de Santiago del Estero, casi en el
límite con Catamarca, en las cercanías de la localidad de Tapso. Se descuenta
que pretendía aterrizar en una pista clandestina de la región.
El propio fiscal
federal de Catamarca, Santos Reynoso, reconoció que en el departamento La Paz hay elementos que hacen pensar en la
existencia de aterrizajes de narco-aviones en tierras que habrían sido
adquiridas tiempo atrás por ciudadanos mexicanos.
Como se puede
advertir, sobran los indicios respecto de la presencia de operaciones de
narcotraficantes en el territorio provincial. De modo que resulta alentador el
anuncio de que el Gobierno nacional, con el apoyo de las fuerzas federales, se
apresta a atacar la logística de las organizaciones criminales inutilizando las
pistas clandestinas.
Es de esperar, por
cierto, que no se trate sólo de una promesa sin correlato en la realidad.