Por Eduardo Ferreyra
Desde hace cuando menos dos años se advierte un aumento alarmante –no de la temperatura de la Tierra- sino de la temperatura del debate sobre la validez de la “tonteoría” del Calentamiento Global Catastrófico. Esta teoría tonta, o “tonteoría” anticientífica está impulsada por sectores del poder mundial que pretenden la instauración del Gobierno Único Mundial, ejercido en apariencia a través de las Naciones Unidas, pero controlado por ese grupo de poderosos influyentes conocido como el G-300. La misión está distribuida entre varios organismos de la ONU, como la Comisión para la Gobernabilidad Global, la Agenda 21, el UNEP, el IPCC, y muchos más.
A causa de que el escepticismo natural que esta teoría genera en quienes tienen los conocimientos básicos necesarios de matemática, física, química, y algo de física atmosférica ha ido creciendo de manera acelerada en los últimos años, los responsables del manejo mediático de la campaña Próximo Apocalipsis Climático Antropogénico han abierto todas las válvulas de la Máquina de Desinformar y provocaron una verdadera catarata de estudios “científicos”, pseudo-científicos, y anticientíficos, que no pretenden demostrar que el CO2 es el culpable del calentamiento o del cambio climático, o siquiera conocer más sobre el gran misterio que es el clima, sino que están dedicados a demostrar que los escépticos están equivocados. Es pretender demostrar la validez de una hipótesis, no por sus propios méritos, sino mediante la descalificación de sus críticos. “Si lo que tú dices está errado, entonces lo que yo digo está acertado.” Filosóficamente aberrante.
Es decir, ya no hay estudios ni investigaciones que puedan probar que la Tierra se está calentando de manera peligrosa y sin precedentes, por la simple razón que ha dejado de hacerlo desde 1998. Por el contrario, las evidencias que se van acumulando tienden a demostrar que el calentamiento se ha detenido –por ser parte de un ciclo que ha llegado a su fin- y que un nuevo ciclo se ha iniciado en dirección a un enfriamiento del planeta. Se relaciona con la variación en la actividad magnética del Sol. Son malas noticias, por cierto, porque un poco más de calentamiento hubiese sido beneficioso para la humanidad, y un enfriamiento severo siempre demostró en la historia haber sido sumamente perjudicial para las actividades agrícolas y para la salud de la población. Las hambrunas y las pestes eran demasiado comunes.
El Espíritu de Goebbels aún Vive
Quizás los más jóvenes no saben quien fue Joseph Goebbels ni cuál es su nefasta herencia. Esa herencia se llama “Propaganda Mentirosa y Desinformación”. Goebbels fue el ministro de propaganda del régimen Nazi de Adolfo Hitler desde principios de la década de 1930 hasta su muerte en 1945. La más famosa (y ampliamente practicada) cita de este personaje es: “Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad.”
El movimiento ecologista maltusiano, útil herramienta del G-300, (los verdaderos dueños del mundo) hace uso extenso y abusivo de los principios filosóficos y las técnicas mediáticas diseñadas por Goebbels, que se pueden resumir de la manera que se explica más adelante. El lector podrá identificar con toda facilidad en cuáles circunstancias y en cuáles campos el ecologismo multinacional emplea los principios goebbelianos:
Los 11 principios de Goebbels:
Principio de simplificación y del enemigo único: Adoptar una única idea, un único símbolo, e individualizar al adversario en un único enemigo.
El símbolo: “salvar al planeta y su biodiversidad”.
El enemigo: La Humanidad y sus actividades.
Principio del método de contagio: Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; los adversarios han de constituirse en suma individualizada.
La categoría de enemigos son “Los Contaminadores.” Cualquiera que realice una actividad, por nimia que sea, es un contaminador. De manera especial si está ligada a la minería, la extracción de petróleo, o a la agricultura moderna de fertilizantes, pesticidas y especies transgénicas.
Principio de la transposición: Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo al ataque con el ataque. "Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan".
El adversario debe estar siempre ligado a la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera, a la compañía ExxonMobil, a la industria del tabaco, a la industria nuclear o cualquiera que utilice energía para sus procesos.
Las malas noticias que no pueden ocultarse son los severos y anómalos fríos –tanto en verano como en invierno- en gran parte del mundo, con tormentas de nieve en lugares donde no se había visto nieve en más de 100 años, como Buenos Aires, Bagdad, el sur de Grecia, Arabia, nieve en verano en Bariloche o Nueva Gales del Sur, Australia o Sudáfrica; catastróficos descensos de temperatura y pérdidas de cosechas por heladas tempranas y tardías como Argentina, el Tibet, China, Siberia, Canadá… Por ello es que es necesario exagerar procesos naturales como el mínimo de hielo Ártico del 2007, o culpar al cambio climático por Katrina.
Principio de la exageración y desfiguración: Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.
Los ejemplos más comunes en este punto son los glaciares que se “derriten”, o el nivel del mar que amenaza ahogar Tuvalu y las Maldivas. El ejemplo más reciente ha sido la disminución del hielo del Ártico de 2007, aunque no han podido todavía explicar la fabulosamente veloz recuperación del hielo, y el aumento sin precedentes de su espesor –como tampoco ha sido del agrado de los catastrofistas el récord sin precedentes de la extensión de los hielos de la Antártida, tanto en el invierno como actualmente en este verano tan fresco que hemos pasado en América del Sur y el Hemisferio Sur.
Principio de la vulgarización: "Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar."
Gran verdad, que no necesita de ejemplos ni mayores explicaciones. Las víctimas más frecuentes son los niños, a quienes se les ha llegado a neurotizar de manera alarmante, provocando un informe revelador de la Asociación Psiquiátrica de los EEUU, que habla de niños que despiertan con pesadillas sobre inundaciones y catástrofes climáticas que acaban con toda su familia.
Principio de orquestación: "La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad."
Este principio es el más usado. El tema fijo es el CO2 emitido por las actividades humanas que está causando un aumento de la temperatura y ese aumento es la causa del cambio climático –siempre catastrófico- aunque los científicos han comprobado que el asunto es exactamente al revés: a lo largo de la historia geológica de la tierra ha sido el aumento de la temperatura quien ha causado un posterior aumento de los niveles de CO2 en la atmósfera. No es el CO2 quien hace aumentar la temperatura, sino una elevación de ésta –causada por diversos factores, entre ellos la actividad del Sol- quien produce un posterior aumento del CO2 en el aire.
Principio de renovación: Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.
Este principio es el que estamos presenciando desde hace unos tres años. La inundación de partes de prensa de estudios presuntamente científicos que afirman que el calentamiento es la causa de todos los males de la Tierra y que el nefasto CO2 está por detrás de todo. Es necesario eliminar al CO2 de la atmósfera, de la manera que sea. No importa si en el camino quedan millones de cadáveres humanos.
Principio de la verosimilitud: Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.
Este principio es sustentado por los famosos “escenarios” que presentan los modelos computados del clima, o Modelos de Circulación General, que pretenden simular el funcionamiento del clima planetario. No pasan de ser groseras suposiciones sobre la manera en que se comportan algunos aspectos del clima, habiéndose comprobado que muchos factores (convertidos en variables o constantes en las ecuaciones de los programas de computación) no son ni siquiera comprendidos cabalmente, ni hay un acuerdo sobre si esas variables debe tener un valor negativo o uno positivo. Es una actividad para profetas, no muy diferente al Tarot Egipcio, que se conoce hoy como Climatología PlayStation®.
Principio de la silenciación: Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen al adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.
Este punto ha sido de mucha importancia en el debate que se pretende acallar. Se ha hecho siempre hincapié en que “el debate está terminado,” "el consenso científico es abrumador,” los “escépticos y negacionistas son un puñado de chiflados”, o “están al servicio de ExxonMobil, o la Philip Morris,” y debería ser juzgados por un “Tribunal de Nuremberg Climático como criminales de guerra.”
Principio de la transfusión: Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.
Principio de la unanimidad: Llegar a convencer mucha gente que se piensa "como todo el mundo", creando una falsa impresión de unanimidad.
Este punto tiene hoy Prioridad Uno en la agenda de los “calentadores”. Es increíble pero cierto: en al artículo publicado en la revista científica EOS se aconseja a los científicos sobre la manera de escribir sus estudios, o hacer declaraciones a la prensa para no permitir que la gente crea que hay algún tipo de debate sobre el tema del clima, o algún tipo de duda sobre las consecuencias catastróficas del “cambio climático causado por el hombre.” El artículo está firmado por —Susan Joy Hassol, de Climate Communication, Basalt, Colorado, y fue publicado en la edición del 11 de marzo de 2008 de EOS, Vol 89, No. 11 y dice cosas que revelan el trasfondo Goebbeliano que transpiran las recomendaciones a los científicos. Hemos extractado apenas algunos párrafos reveladores, y quienes deseen leerlo completo en inglés pueden leerlo bajando el PDF desde aquí.
Mejorando la manera en que los científicos se comunican sobre el cambio climático
La ciencia enfrenta a la política en el desafío más importante de nuestro tiempo: el calentamiento global. Y sin embargo los hechos más básicos de este asunto (que el mundo está calentándose y que la actividad humana es la causa dominante) permanecen oscuros para algunos que deben tomar las decisiones y que deben comprenderlos. ¿Cómo pueden los científicos del clima ser más efectivos en la comunicación de lo que saben, la manera en que lo saben, y cuán seguros están de ello?
Es urgente la necesidad de que los científicos se comuniquen con mayor efectividad sobre el cambio climático. Para que la gente tome al asunto del clima seriamente y apoyen las respuestas apropiadas es necesario que la gente esté segura de que está sucediendo y que está causado principalmente por los humanos.
[…]
El foco de este artículo está en los científicos, que en general no han sido comunicadores efectivos. No es su falta. Ustedes no fueron entrenados para ese rol y en general no son recompensados por ello. Pero con el conocimiento viene la responsabilidad, y si ustedes están dispuestos, hay muchas maneras de mejorar su habilidad para comunicarse. Como alguien que ha pasado 20 años ayudando a científicos mejorar su comunicación sobre cambios globales, yo tengo algunas sugestiones que hacer.
Recomendaciones para científicos
Una recomendación es dejar de hablar en código. Palabras que son perfectamente comunes para los científicos son todavía una jerga para el resto de los mortales, y siempre tienen sustitutos más simples. En vez de “antropogénico” usted pude decir “causado por el hombre”. En lugar de “espacial” o “temporal”, use “espacio y tiempo”. Cuando usted habla de tendencias en grados por década, usted le está pidiendo a la gente que haga cálculos en su cabeza. En vez de ello déles el cambio total durante el período de tiempo total. […] No abuse de palabras difíciles o advertencias sobre posibles dudas o errores. Sabemos que se está calentando y sabemos es a causa de las actividades humanas. Dígalo. Decir que la actividad humana “contribuye” al calentamiento global lo hace sonar como que la actividad humana podría ser apenas un contribuyente menor. Sería más preciso decir “la mayor parte del calentamiento.”…
Distinga claramente entre la ciencia establecida y los detalles en que los científicos frecuentemente enfocan su atención. Evite el uso de la palabra “debate” en conexión con el cambio climático. Refuerza la noción errada de que hay un debate sobre los asuntos básicos que son ciencia establecida. Cuando se refiera al trema en general, trate de decir algo como “el urgente desafío de la perturbación del clima inducida por el hombre,” en lugar de hablar de “debate sobre el clima.”
Palabras que significan cosas diferentes a científicos y legos
Los científicos usan muchas palabras que significan cosas muy diferentes al gran público. Por ejemplo, los científicos usan con frecuencia la palabra “realzar” para significar aumento, pero para la gente común “realzar” significa mejorar o hacer algo mejor, como “realzar su apariencia”. De modo que un “realzado efecto invernadero” o una “realzada destrucción del ozono” suenan como algo bueno.
Trate de usar “intensificar” o “aumentar”. “Aerosol” significa pequeñas partículas atmosféricas para los científicos, pero para la gente significa “spray para el cabello”. Para los legos “positivo” tiene connotaciones buenas y “negativo” connotaciones malas. De modo que “tendencias positivas” o “realimentaciones positivas” suenan como cosas buenas. En lugar de “tendencia positiva” trate de usar “tendencia creciente”. En lugar de “realimentación positiva” use “ciclo auto reforzado”.
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Los científicos usan la palabra “signo” para denotar valores negativos o positivos, pero para la mayoría de la gente significa un signo astrológico. De manera que hablar de un “error de signo” o aún de “no tener un signo correcto,” es inexplicable. “Valores” también significa algo distinto, como los “valores familiares.” Y “régimen” tiene connotaciones políticas. “Sesgo” se relaciona con una injusta y deliberada distorsión o influencia política, de modo que referirse a “sesgo de información”, podaría confirmar la sospecha de que los científicos son sesgados o prejuiciosos. “Error” significa incorrecto o equivocado, de manera que hablar de “barras de error” envía el mensaje equivocado.
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Sea muy cuidadoso al referirse a “riesgo” o “incertidumbre”. Dependiendo del contexto, un “riesgo” a menudo se relaciona con un evento de baja probabilidad, algo que podría ocurrir pero que no es muy probable, como el riesgo de que se nos queme la casa. Por ello, en este contexto, el calentamiento global no es un riesgo sino una realidad. De manera similar, al público “incertidumbre” le suena como que no conocemos si alguna cosa va a suceder, de modo que una incertidumbre sobre el calentamiento futuro se toma como que no ocurrirá un calentamiento; por lo que sabemos hasta podría enfriarse.
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El artículo termina con las acostumbradas referencias a estudios e informes. Como referencia obligada figura –por supuesto- el Informe 2007 del IPCC o AR4, y como confirmando nuestra impresión del trasfondo Goebbeliano del asunto, la referencia al UCS, o Union of Concerned Scientists (Unión de Científicos Preocupados) y su informe 2007: “Humo, espejos u aire caliente: Cómo ExxonMobil usa las tácticas del Gran Tabaco para fabricar incertidumbre en la ciencia del clima,” informe, Cambridge, Mass. (Disponible en www.ucsusa.org/assets/documents/global_warming/exxon_report.pdf)
Conclusiones
Este conjunto de instrucciones está destinado a no dejar ninguna rendija abierta, por la cual podría filtrarse la más mínima idea de que toda la campaña y la alarma por el “calentamiento global” que habría causado el hombre es una gigantesca patraña. Creo que ya no queda tiempo para que los creadores del fraude recuperen el terreno perdido. El esfuerzo por llevar adelante su plan se ha vuelto casi desesperado en vista de los cambios en la tendencia de las temperaturas en todas partes del mundo.
Para impulsar el mito del calentamiento antropogénico no ha sido suficiente con el corrupto sistema de “revisión de los pares” de estudios como el tristemente célebre Palo de Hockey de Michael Mann, que permitieron la publicación de trabajos que no tienen la seriedad y la metodología científica rigurosa que se encuentra en otros campos de la ciencia. Ha sido necesaria una larga y constante campaña de mentiras anticientíficas, repetidas mil veces, para transformarlas en verdades aceptables por el gran público y los políticos ignorantes de la ciencia climática.
Seguiremos viendo, sin embargo, una creciente catarata de partes de prensa, noticias en la TV, en los diarios y toda clase de publicaciones, con la intención de infundir el miedo –o el pánico si fuese posible- en una población que, con respecto al “cambio climático”, está ya sobresaturado de noticias alarmistas. Y como los patos, las noticias y las alarmas le resbalan como el agua sobre el lomo de los patos. La gente comienza a ver que el calentamiento o el cambio climático es una gran oportunidad para miles de inescrupulosos que aprovechan para hacer su pesca en río revuelto, ya sea traficando con permisos de emisión, o creando nuevas cuerpos, instituciones, organizaciones y grupos burocráticos que se surten generosamente de los impuestos aportados por una población que sigue siendo desinformada y alimentada con mentiras y desinformación cuidadosamente diseñada por los herederos de Joseph Goebbels.
Tampoco deberá extrañarnos que la marea de desinformación cambie su temperatura para seguir aprovechando el negocio del alarmismo: por no haber detenido las emisiones de CO2 al ambiente, el hombre ha causado un ciclo de enfriamiento catastrófico, y la reducción de las emisiones tendría que hacerse para evitar que los aerosoles de los combustibles fósiles impidan la llegada del benéfico calor del Sol a la superficie.
La tonteoría del calentamiento global habrá muerto para entonces. Será reemplazada por la tonteoría del enfriamiento global. El Rey ha muerto; Viva el Rey! El show y el negocio, deben continuar.
Mitos y Fraudes
www.politicaydesarrollo.com.ar , 28-Mar-2008