jueves, 5 de enero de 2017

INGRESO BÁSICO UNIVERSAL

Prueba: pagar el sueldo sin un trabajo

Oulu, situada a unos 160 kilómetros debajo del Círculo Polar Ártico, es un núcleo de actividad en comunicaciones inalámbricas y fuertes aspiraciones de innovación. En esta ciudad han miles de ingenieros sin trabajo; muchos fueron despedidos por Nokia, la compañía finlandesa que fue sinónimo de teléfonos celulares y hace poco corrió riesgo de quedar en el olvido.

Según el sistema de seguridad social de Finlandia, los desempleados no pueden percibir ingresos adicionales si reciben beneficios por desempleo. Pero ahora el gobierno de ese país está experimentando con el ingreso básico universal: para 2017 va a seleccionar al azar unas 2.000 personas desempleadas para cobrarlo, sin perjuicio de obtener otros ingresos. En varios países se está estudiando este sistema como modo de disminuir la vulnerabilidad de los trabajadores, frente a la inestabilidad de la economía y a la automatización.

Se considera que toda persona debería gozar de un ingreso seguro que le garantice poder afrontar los gastos mínimos. En Suiza la mayoría de la población  rechazó recientemente este sistema; pero el senado francés aprobó que se lo ensaye. Canadá y los Países Bajos están preparando experimentos en igual sentido, así como el gobierno de la India.

El mercado laboral ha cambiado profundamente, de modo que el pleno empleo puede considerarse una fantasía: los robots reemplazan trabajadores, mientras que los empleos de tiempo completo dan paso a cargos por contrato. El ingreso básico intenta ser permanente. El mundo de la tecnología se aferra al ingreso básico como reacción ante la automatización y a su amenaza de desempleo. Si se satisfacen los requerimientos de todos, la sociedad puede dar la bienvenida a los robots y a la liberación del trabajo esclavo. Según el Profesor Hiilamo, de la universidad de Helsinki, este sistema fue creado a partir de una forma de visión positiva de los seres humanos.
Tal vez la reciente creación en la Argentina del Salario Social Complementario, sea el embrión de un futuro ingreso universal.

(Fuente: Clarín, New York Times, 23-12-2016)