sábado, 31 de octubre de 2015

DECLARACIÓN DE UNA (MASSA)



Sergio Massa presentó un documento con propuestas para que los dos candidatos a presidente definan si las aceptan

MIÉRCOLES 28 DE OCTUBRE DE 2015 

Este es el texto completo presentado por UNA en un hotel de Puerto Madero:

"Más de cinco millones de argentinos votaron a los candidatos de UNA, Sergio Massa y Gustavo Sáenz, para terminar con la impunidad, recuperar la cultura del trabajo, garantizar la seguridad ciudadana, desarrollar la economía, saldar la deuda con nuestros jubilados y garantizar una mejor calidad educativa. Nos han pedido también, un compromiso expreso y concreto contra la corrupción, extendida al amparo del poder político. No debe quedar impune ningún delito contra el Estado cometido por funcionarios públicos en connivencia o no con el sector privado.

Esas fueron las principales banderas de nuestra campaña y serán asuntos ineludibles para el próximo gobierno.

Una de las principales deudas de la democracia es construir un país federal , donde se respete la autonomía de las provincias y se distribuyan con justicia los recursos. Por eso, será necesario crear un Nuevo Pacto Fiscal y un Fondo de Equilibrio para la Redistribución de los Impuestos coparticipables en las provincias, refinanciar los pasivos provinciales a 10 años, y la devolución de lo adeudado por cualquier concepto a las mismas.

Nuestra propuesta para reactivar la economía incluye la reducción del 30% de la presión tributaria global en 4 años, la eliminación de las retenciones a los productos regionales, al trigo, al maíz, al girasol y la disminución progresiva de las retenciones a la soja y sus derivados y un plan de construcción de 1.2 millón de viviendas, que permita crear trabajo y paliar la situación habitacional.

Vamos a defender el derecho de los trabajadores a celebrar paritarias libres, sin tope. Además, para proteger a los trabajadores de cambios bruscos en la economía, impulsaremos la sanción de la Ley del Consejo Económico y Social, en equilibrio con precios y tarifas de servicios que permita acuerdos con el Estado para garantizar el sostenimiento de los salarios y el empleo.

No es justo que el Estado financie el déficit fiscal con el dinero de los trabajadores y de los jubilados. El próximo gobierno tendrá que estar dispuesto eliminar el impuesto a las ganancias que grava los salarios, y a pagar a los jubilados el 82% móvil y los juicios con sentencia favorable de la SCJN.

Nuestro mayor desafío es recuperar la cultura del trabajo, capacitando y generando fuentes de empleo para que más de 11 millones de argentinos que hoy dependen de un plan social, puedan insertarse en el mundo laboral con un trabajo digno.

Los jóvenes necesitan que el Estado les de una mano y les ayude a insertarse en el mundo laboral. Por eso proponemos una Ley del Aprendiz, para subsidiar durante 24 meses el 75% del salario a las empresas que contraten jóvenes.

Para empezar a resolver la inseguridad, Argentina necesita un nuevo Código Penal y un Código Procesal Penal que termine con la puerta giratoria, garantice los derechos de las víctimas y fije penas más duras para delitos graves como el narcotráfico, estableciendo el juicio de jurados populares para los crímenes aberrantes (robo, secuestro y violación seguidos de muerte y delitos de corrupción).

Un plan integral de lucha contra la inseguridad y el crimen organizado, debe promover además una

Reforma integral de la ley de Ética pública y un paquete de leyes contra la corrupción que incluya la extinción de dominio, la imprescriptibilidad para delitos contra la administración pública y la reforma del consejo de la magistratura para terminar con su politización partidaria.

Asimismo, tendrá que tener la voluntad y la firmeza necesaria para reformar el sistema educativo y garantizar una educación de calidad. Es imprescindible mejorar las condiciones laborales, capacitar a los docentes, evaluar su trabajo y reconocer con incentivos salariales el cumplimiento de metas de desempeño y presentismo.

Jerarquizar el Consejo Nacional de la Mujer, promoviendo la transversalizacion de la perspectiva de género en todas las políticas públicas. Implementar políticas públicas efectivas, referidas a la prevención, asistencia y erradicación de la violencia contra las mujeres.

El próximo gobierno tendrá que estar dispuesto a dialogar con todas las fuerzas políticas y con los distintos sectores de la sociedad, para propiciar la Cultura del Encuentro, pero principalmente, tendrá que estar dispuesto a defender con firmeza el interés de todos los argentinos.

Elevamos este documento para que Daniel Scioli y Mauricio Macri consideren la inclusión de estas propuestas en el debate presidencial.

La posición de los candidatos sobre estos temas definirá el apoyo de más de 5 millones de ciudadanos que votaron a Sergio Massa y Gustavo Sáenz en las elecciones de octubre.

Firme a nuestra convicción continuaremos luchando desde el Congreso Nacional, junto a todos los senadores y diputados de UNA, para que estas propuestas se hagan realidad.

El compromiso de UNA y del Frente Renovador será siempre con los trabajadores y la clase media, con los comerciantes y los productores, con los jóvenes y los jubilados, con las víctimas del crimen y del narcotráfico. En suma, con los más de cinco millones de argentinos que eligieron un país sin impunidad, con trabajo digno y con una educación que vuelva a ser sinónimo de movilidad social y progreso".

¿NIVELANDO PARA ABAJO?

 El kirchnerismo hace desaparecer los exámenes de ingreso

Urgente24, 30/10/2015

Estocada final a la Educación: Reducen el nivel de exigencia a la mínima expresión

El Senado aprobó una ley que garantiza la gratuidad en las universidades públicas y prohíbe la posibilidad de implementar exámenes de ingreso. Además, la norma abre la puerta para que se puedan flexibilizar los requisitos para que los alumnos mantengan la condición regular.

El proyecto fue impulsado por la diputada del Frente para la Victoria Adriana Puiggrós y surgió como una modificación a la Ley de Educación Superior. El principal cambio es la inclusión del artículo 2 bis, que establece la "prohibición "de establecer "cualquier tipo de gravamen, tasa, impuesto, arancel o tarifa " sobre las carreras de grado en las universidades públicas.

El texto de la norma define el ingreso a la educación universitaria como "libre e irrestricto". Los fundamentos del proyecto explican que este punto busca evitar que se restrinja el acceso a las facultades públicas vía "exámenes eliminatorios" u "otros mecanismos de exclusión".

Los expertos explicaron que esta modificación echa por tierra los cursos de nivelación que realizan algunas facultades. Uno de los casos emblemáticos es el de Medicina, en La Plata.

A partir de esta ley, cada universidad podrá definir los requisitos de regularidad de sus alumnos. Hasta ahora estaban obligados a aprobar como mínimo una materia por año -en algunos casos son dos-. Una vez que se reglamente la modificación sancionada en la Cámara Alta podrán definir criterios propios más flexibles.

Los expertos rechazan la nueva ley, en parte porque, establece medidas "demagógicas". "Cada universidad ha construido modos de garantizar la inclusión con calidad, definiendo formas diversas y creativas de acceder a la universidad a partir de claros problemas de formación en el nivel secundario, atendiendo a diferentes perfiles de alumnos en diferentes condiciones. Lo que se ha aprobado echa por tierra esa diversidad, uniformando una riqueza de experiencias institucionales muy valiosas", afirma Mónica Marquina, especialista en política universitaria de la Universidad Nacional de General Sarmiento.

"La decisión ignora los problemas del nivel secundario, dándoles una solución uniformadora, un tanto demagógica e irresponsable –dice Marquina–. Está más que demostrado que el ingreso irrestricto per se no asegura democratización de la universidad, y los problemas se trasladan al futuro".

En diálogo con el diario 'Clarín', Marcelo Rabossi, investigador de la Universidad Di Tella, ilustra: "La universidad gratuita es sobreutilizada por los sectores socioeconómicos más ricos. El 50% de los jóvenes del quintil más rico de la sociedad asisten a la universidad, contra solo el 10% del quintil más pobre". Y agrega: "El ingreso irrestricto se presenta como un sistema igualitario, pero no lo es tanto. Los alumnos universitarios de los sectores más pobres tienen el doble de probabilidad de abandonar los estudios antes de graduarse que los de los sectores más ricos. Entonces, el sistema es democrático –y hasta por ahí nomás– en el ingreso, pero selectivo en el egreso".

EL DESGARRO EN EL FÚTBOL Y EN LA POLÍTICA

José Antonio Riesco


  Los acontecimientos políticos llaman la atención ya que, como van las cosas en la Argentina, existe un clima de intensa expectativa cuando falta poco más de 20 días para el “ballotage”, o sea la segunda y definitiva confrontación entre los dos candidatos más votados el 25 de octubre ppdo -  El cuerpo electoral debe decidir quién será el próximo presidente de la Nación : Daniel Scioli o Mauricio Macri.

El líder de “Cambiemos” se exhibe feliz y exultante con el 34,33% de los votos que consiguió, acaso animado por las nuevas adhesiones que está recibiendo, e incluso con un optimismo un poco inocente cuando falta contar las cifras del 22 de noviembre próximo. En 1990 el escritor Mario Vargas Llosa era favorito en las elecciones presidenciales de Perú; algo pasó ya que unos días antes apareció la candidatura del ing. Alberto Fujimori que se quedó con el premio.

En cambio D. Scioli, pese a los 36,86% que lo hicieron ganador provisorio, aparece en público con las huellas en el rostro de una derrota a futuro, tan amargado como si la esposa lo hubiese echado de su casa por  aburrido. Ocurre, además, que los agresivos juicios sobre su actuación en la campaña y sus condiciones para el eventual cargo de Presidente, parten de los propios partidarios.

Es un hecho que el flamante Licenciado en Negocios viene recibiendo reproches a granel de su propia tropa. “-No es creíble ni querible…!” le endilgó una de sus madrinas, Hebe de Bonafini, suerte de Madame Pompadour del “modelo” y sin ninguno de los talentos de aquélla; y digo una,  puesto que como es de público y notorio la principal e incuestio nable, es la señora que habita un día en Olivos y otro en Calafate. Tanto que no falta un atrevido para quien el “papelón electoral” no fue obra de Scioli sino de doña Cristina.

Para colmo, a la acometida en contra del candidato kirchnerista se incorporó la elite de la “nomenklatura” oficialista; para lo cual uno de sus principales mentores, Horacio González, todavía director de la Biblioteca Nacional, publicó una larga nota  en  la edición  del 28.X.2015 de “Página 12”.(Hacia la elección final) El diario que dirige Horacio Verbitvsky, a quien Gregorio Levina dedicó un libraco pesado y nada original. Todo el mundo sabía antes de esa edición que don Verbitvsky (“Fouché”), en tiempos militares frecuentaba las bases de la Aeronáutica como instruc tor de vuelo y escriba.

El reverendo H. González, días antes del 25 de octubre ppdo., se anunció “desgarrado”, una lesión en los tejidos musculares que suelen sufrir los jugadores de fútbol, aunque –por lo que puede verse--  también afecta el paquete neuronal. Ahora, con lo resultados a la vista y el ánimo cargado de pesimismo usa a “Página 12”  para ejercer de predicador. Ante todo explicar qué fue y pudo ser el “kirchnerismo” antes y después de Euclides (330 a. C.). Es un largo texto, con notoria influencia de las ideas  de Nikolái Lobachevky y Ernesto Laclau, muy original, pero casi ininte ligible  sobre todo ahora cuando, al menos en materia electoral, las papas queman. Le resulta útil y oportuno dedicar a Scioli una parte del sermón, en lo fundamental para darle doctrina:

a)     Lo  primero, una advertencia: “A Scioli lo votamos con la conciencia repleta de conjeturas y reticencias”.  O sea de dudas, medias palabras, simplemente por buenos “soldados” (como doña Hebe);
b)      
b)  Un reclamo : “esperamos que redefina con claridad un frente social avanzado, más incisivo de lo que ha esbozado hasta este momento”. Sería uno cortante, cáustico y tajante. Nada de convivencia con “el enemigo de clase”; sí hermanado con el FIT o el Partido Obrero, el PC ya es de la familia. Pero sin aclarar qué se hará con los K que se volvieron   millonarios en la década ganada, y que hoy integran la alta burguesía capitalista (Cristina, Máximo, Scioli, Lázaro Báez, Aníbal, etc.);

c)  Un exigencia: “incluso que se esfuerce en rever los nombramientos apresurados” – Será el caso de Casal y Berni para justicia y seguridad…?
O el de Karina para asesora en situaciones de caída del ánimo..? O de Mario Blejer para que, llegado a Londres como embajador,  le regale un mate a la Reina siguiendo  el ejemplo de Cristina con el Papa..?
d)  Una ideológica : Y nada de “gestos hacia la misma derecha económica globalizada” propia de Macri. O sea continuar con la orgía financiera : in flación galopante (el ajuste e marcha), falta de inversiones, aislamiento del mercado exterior, aumento descontrolado del gasto público y corrupción.

Con semejante material para actualizar su estrategia a Daniel Scioli casi le conviene seguir siendo “el que recibe las cachetadas”. Hasta hace no mucho fue un hábil maestro de los que callan, duran, aguantan y esperan, el hombre dócil, sumiso, capaz de aguaitar sin apuro. Hasta que se le ocurrió  desear para sí el sillón de Mitre –único gobernador de La Provin cia que trepó a la Presidencia--, y lo peor es que lo anunció ganando la delantera a otros ambiciosos. Y se le dio, por lo menos la candidatura. De pronto acorralada por el desgaste feroz de su gestión, sin derecho a otro mandato, pero  con poder para imponerle el “equipo”, no teniendo algo   mejor a mano, doña Cristina le otorgó el “imprimatur”.

Lo que pasó en  el cuarto oscuro el 25 de octubre y lo que puede suceder  el 22 de noviembre llenó de pavor  a la dirigencia K que, para soportar el desequilibrio neuronal, no encontró mejor salida que atropellarlo a Scioli y echarla la culpa de todo, lo que pasó y lo que viene. El “desgarro” del profesor Horacio González se transformó en epidemia.  Así estamos.
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EL ÚLTIMO 6-7-8 DE CRISTINA


           
Ricardo Roa
Clarín, 31-10-15

Cristina goza mucho con sus actuaciones. Pero ésta ha sido especial. Comenzó a despedirse del Gobierno y el show en la Rosada, a la que entra poca gente que la Presidente confunde con la patria entera, tuvo un clima de fiesta. La fiesta de una prima donna.

Habló como si estuviera en un 6-7-8 con rating. Muchos la escucharon sólo para ver qué decía de Scioli y Cristina lo ignoró para que lo tuvieran presente. Es su estilo y su estilo es bien conocido. No ahorró nada para ningunearlo y expresarle desprecio: elogió sus propias victorias electorales de 2007 y 2011 y dijo que ahora haber terminado en un balotaje era una “extrañeza” para su partido.

Una verdadera extrañeza es la jefa de un partido que no apoya a su candidato. Sin embargo, Scioli vio “un respaldo claro y contundente a su candidatura”. Para entender lo que sucede en el oficialismo hay que hacer un curso de psicología.

Lo que se vio es que Cristina no nombró a Scioli y eso que habló y habló. Le gusta el micrófono más que a Donald Trump. A sus militantes les reclamó “unidad” y “dejar de lado las diferencias”. Hay una esquizofrenia política en quien divide cuando dice que une y predica contra las diferencias cuando diferencia dos campañas: la del sciolismo y la propia.

La Presidente puso al “modelo de país” por delante del candidato. Dijo sin decirlo: votemos por el modelo, no por Scioli. ¿Y qué es hoy el modelo? Inflación perreada y desocupación también perreada como los autos de la Volkswagen, pobreza directamente borrada del mapa, inseguridad y desigualdad que saltan por todas partes, clientelismo, cepo al dólar, crispación social, pérdida del autoabastecimiento energético, apriete a los jueces no adictos, manipulación de los derechos humanos y la corrupción organizada mejor que nunca.

Esto ya se votó el domingo. Y cómo se votó. Pero mientras criticaba el ombligo ajeno, Cristina se miraba el suyo. Y trató de meter miedo y de meter carpetazos. Volvió a usar informes de la ex SIDE para escrachar a un miembro del PRO a quien acusó de robar piezas arqueológicas. Dijo: “No sé cómo estará la causa penal”. Se ve que ya no cuenta con Stiuso: el supuesto ladrón fue sobreseído hace ya dos años.

Manipular a la gente con el miedo es tan viejo como la mala política. Y el miedo se puede correr de bando: en el modelo hay mucha carpeta propia por descubrir.


La actuación del jueves, la escenografía y el guión huelen a viejo. La clase magistral pasó de moda. Y el modelo es pasado. El 10 de diciembre se descorrerá otro telón, uno que deberá modernizar la política poniendo al país de cara al futuro. Para entonces, Cristina será una espectadora más.

TODO EL AGRO EN EEUU ESTÁ MAPEADO SATELITALMENTE



Jorge Castro, Analista Internacional
Clarín, Rural, 31-10-15



En este momento, las 25 millones de unidades agrícolas de Estados Unidos tienen completamente mapeados satelitalmente sus terrenos de producción, en un mapa que cubre todo el territorio estadounidense y que establece qué semilla crece mejor, en qué tipo de campo, y bajo qué condiciones climáticas.

Se ha disipado la niebla sobre la producción agrícola norteamericana, y cada planta, en cada cultivo, está identificada en su individualidad.

Significa que en el horizonte ha desaparecido la noción de promedio en la producción agrícola de EE.UU.; y un poco más allá incluso se ha desvanecido el concepto de escala.

Es probable que las principales diferencias de productividad entre las distintas unidades agrícolas surjan de aplicar el mismo número de semillas, e igual cantidad de agua y fertilizante, a terrenos distintos y con desiguales temperaturas.

La uniformidad aplicada a la disparidad provoca por necesidad menores rendimientos (o rendimientos dispares); y lo que está haciendo la agricultura de precisión es actuar frente a lo distinto con un criterio único para cada planta y surco.

La principal consecuencia económica que surge de la agricultura de precisión es que reduce el uso de los recursos –tierra, fertilizantes, agua- para aumentar la producción.

En este contexto, el dato estratégico fundamental es que la producción agroalimentaria necesita aumentar 70% en los países avanzados y 100% en los emergentes en los próximos 35 años, para enfrentar el desafío de un aumento de la población de 2.000 millones de habitantes en ese período (pasa de 7.100 millones en 2014 a 9.500 millones en 2050), acompañado de un alza de la capacidad de compra (ingreso per cápita) que se triplica.

Lo que está ocurriendo con la agricultura de EE.UU. es un proceso de restructuración generalizado, debido a la incorporación de sus procedimientos a la “nube” o cloud computing, la nueva revolución tecnológica que transforma al capitalismo avanzado.

Sus métodos –sensores, redes, inteligencia artificial, robótica, impresoras 3D, ingeniería genética- son lo de menos. Lo esencial es el proceso de automatización de la producción que significa.

El mundo emergente experimenta una gigantesca transición dietaria (4.500 millones de personas se han volcado al consumo masivo de proteínas cárnicas).

Hoy hay 60.000 millones de animales que alimentan a 7.100 millones de personas (9.500 millones en 2050, y 95% de este incremento tiene lugar en los países emergentes).

La población animal es responsable de 14,5% de la emisión de dióxido de carbono (CO2), la causa fundamental del calentamiento de la atmósfera (cambio climático).

En los próximos 35 años hay que duplicar la población animal, lo que es insustentable en términos de cambio climático. Esto ocurre cuando la transición dietaria es un fenómeno ineludible de alcance global.

La cuadratura del círculo es la lógica de la acumulación capitalista del siglo XXI. Quizás la respuesta a este rompecabezas sea tecnológica.

EL BATACAZO DE LAS ÚLTIMAS ELECCIONES





                                                     Alberto Buela 

Todos los mass media de Argentina hablan del batacazo de las últimas elecciones en nuestro país, afirmando que María Eugenia Vidal (candidata liberal) derrotó a Aníbal Fernández (candidato kirchnerista), esto es, sedicente peronista. Ejemplo de lo que es un “pianta votos” en política.
En realidad no ganó la oposición sino que perdió el oficialismo poniendo candidatos invotables, sea que se equivocó fiero en la elección de al menos tres “pianta votos”: el susodicho Fernández, el vice presidente Zannini y el economista Kicillof.

Nosotros tenemos otra visión “del batacazo”, y es que terminó con el fin de un ciclo: el que inauguraron en 2003 el matrimonio Kirchner (KK). El batacazo en nuestra versión fue la partida de defunción del kirchnerismo. En este espacio político ya están peleados todos contra todos, en la piscina sanguinolienta donde los caimanes se comen unos a otros.
Aunque todavía no está dicha la última palabra, la elección a presidente será el próximo 22 de noviembre, lo más probable es que Mauricio Macri (candidato liberal) triunfe sobre Daniel Scioli (candidato kirchnerista).

En realidad los dos candidatos son ideológicamente convertibles, como el ente y el bien o la verdad o la unidad: ens et bonum, aut verum, aut unum convertuntur decían los viejos filósofos.
Scioli y Macri son hijos de italianos pero además de reconocida ascendencia judía ambos. De empresarios vinculados a los negocios con el Estado. Los dos son millonarios en dólares y vinculados al deporte. Los dos hablan fluidamente italiano, ambos son divorciados con hijos con unas y con otras. Los dos son amigos del Papa Bergoglio al cual usan y se dejan usar. Los dos tienen doble ciudadanía argenta-tana. En una palabra, no existe mucha diferencia entre las personas de Macri y Scioli.

Si el electorado argentino vota el 22 de noviembre a Macri y pospone a Scioli no es por lo  que acabamos de decir, sino simplemente para sacarse en forma definitiva al kirchnerismo que encarnaron los KK y que hoy representa Scioli.
La ideología de los dos la podemos resumir (lo decimos en francés porque si hay ofensa es más elegante) como: le boboïsme, l'idéologie en fusion du bourgeois-bohème, libéral-libertaire. Su metodología es la misma: la piscine sanguinolente où les caïmans se mangent entre eux. 

Por supuesto que los destinos de la Argentina en todo esto no cortan ni pinchan. Ninguno de los dos tiene una mirada de estadista sobre nuestro país. Son hombres menores sobre los cuales pesan más sus intereses individuales que el bien común colectivo. No existe en ellos “la preferencia por lo argentino” como debe de existir en todo presidente, que en nuestro sistema republicano tal como se aplica actualmente tiene más poder que un monarca absolutista.

Es cierto, que hay que votar a Macri para que se vayan los kirchneristas, pero el voto al hijo de un sátrapa como Franco Macri, que expolió al Estado argentino y se fugó a Brasil, no garantiza ninguna seguridad en orden al bien común general del pueblo. Lo más probable es que Macri se ponga al servicio del capital financiero internacional con el que tiene aceitadas relaciones. No vamos nosotros a descubrir la pólvora afirmando que Macri es instrumento y usufructuario de los poderes indirectos que manejan los países hispanoamericanos desde siempre.
Macri llegó a decir que: si pierdo las elecciones me voy a vivir a Italia. Eso es todo un síntoma. Toda su formación ideológica se limita a un “bobismo intelectual mezcla de pequeño burgués con un libertario liberal”. Nada grande se puede esperar. Bueno, pero la Argentina es esto: un gigante con el octavo espacio geográfico del mundo, poblado de enanos en su dirigencia política y social.

Por eso, como decía el cura Castellani: qué Argentina al sur ni Argentina al norte, a mi lo que me gusta es bailar con corte.  
Bueno, pero así piensan los raquíticos dirigentes que tenemos. Algo distinto manifestó el pueblo el último domingo en las urnas, donde mostró clara conciencia de “lo que no quiere”. El lúcido Luis María Bandieri trajo a colación aquello que afirmara Moisés Ostrogorsky: La democracia es la única forma de gobierno en que el poder de intimidación social puede recaer cada tanto en los gobernados, a través del sufragio, un instrumento para intimidar a la clase política”.


Esto no sucede con todas las elecciones sino raramente, cuando las papas queman, y el pueblo allí, hace tronar el escarmiento, como dijera sabiamente Perón. Y este ha sido el verdadero batacazo de la última elección. 

jueves, 29 de octubre de 2015

EL PRÓXIMO BALLOTTAGE Y LA PRUDENCIA COMO VIRTUD POLÍTICA


por Oscar Dufour
Informador Público,  • 28/10/2015


Las elecciones nacionales 2015 brindan por primera vez un escenario de ballotage en la República Argentina. Los votantes de Sergio Massa definirían al ganador. Riesgos de fragmentación ante la estrategia equivocada.

Resulta evidente que la sociedad argentina, con una lozana democracia sigue en el transcurso de los años con un largo aprendizaje electoral, pero las características que se buscan en los representantes y en sus grupos de trabajo acorde a la dinámica del signo de los tiempos, ha cambiado sustancialmente en la acción política local, producto también de la repercusión de la región y el mundo. La acción política en consecuencia es mística y pasión, pero al mismo tiempo es responsabilidad y prudencia, ante el cambio que está pidiendo la sociedad.

En el caso particular del Frente Renovador que lidera Sergio Massa, si echamos una mirada en retrospectiva de cómo se formó e instaló en el escenario político nacional, podemos apreciar que es un espacio amplio y plural, profundamente humanista, donde convergen distintas ideologías que se complementan con un denominador común: el bienestar del País y de todos los argentinos, con propuestas muy claras y determinantes, donde me atrevería a expresar que es el único espacio que sabe lo que quiere y adónde va. En cuanto a Massa mirándolo como un dirigente que definitivamente se posicionó como líder indiscutible, tiene características muy especiales que lo proyectan más allá de esta coyuntura y por mucho tiempo como protagonista, con un tono diferente al resto, propositivo a rajatabla, y una manera distinta de gestionar que lo lleva a trabajar duramente para la concreción de los objetivos comunes, sabe que el hoy retumba con creces en las generaciones venideras, y condiciona los destinos de nuestra Nación en los próximos 100 años. Tener convicciones y no intereses coyunturales, requieren más allá de los aciertos y comprensibles errores, de una virtud, un factor que se destaca sobre otros, y que es seguramente común a muchos compatriotas, me refiero a la prudencia.

Ahora bien, si por prudencia entendemos a la claridad que consiste en discernir y distinguir lo que está bien de lo que está mal y actuar en consecuencia; la capacidad de pensar sobre los riesgos posibles, y adecuar o modificar la conducta para no recibir o producir perjuicios innecesarios. La posición que adopte el Frente Renovador, y sus aliados en el espacio UNA respecto al próximo ballotage, debería rondar sobre esa virtud y la solvencia. Hay muchos intereses que pretenden instalar la impronta de un bipartidismo imperfecto, por un lado el kirchnerismo con Scioli como su representante, y por otro el macrismo, -si entendemos ahí la concentración de un sector de la UCR y otras fuerzas menores-, como antes de las elecciones nacionales, situar una polarización que no funcionó. Pero la realidad irrefutable, indica que hay una tercera fuerza y es UNA con Sergio Massa como su líder.

Cuáles son los criterios a seguir en el próximo ballotage, a sabiendas que este produce resultados políticos ajenos a las matemáticas, considerando dos posturas conocidas que indican por un lado que el límite es Macri que cayó en la “trampa” de su “purismo”, donde se sostienen las convicciones por sobre los intereses coyunturales, donde quienes lo critican concluyen que es un referente del empresariado con fuerte dependencia. Por otro lado, arreglar con el PRO, que tanto entretenimiento y perjuicio causó hasta poco antes de las PASO, es más parecido a una disposición transitoria y efímera para satisfacer apetitos circunstanciales, que un acuerdo político programático. La cruda realidad está indicando por estas horas que es tarde para realizar una alianza con Macri, que rechazó la gran interna en las PASO, donde en la actualidad tiene un problema central y es como enfrentar la gobernabilidad en las tres frentes que tiene abiertos, la Nación, la Provincia de Buenos Aires y la Capital Federal.

En tanto el candidato Scioli, que padece una permanente “crisis de identidad política”, sufre la derrota de Aníbal Fernández como una retirada del kirchnerismo, donde a su manera la Iglesia Católica, instruyó a sus fieles a no votar candidatos sospechados de estar vinculados al narcotráfico, cuestión que en la Pcia. de Bs. As. dio lugar a una reacción social en cadena. Ante esto, hay lógicas que reitero no se entienden en términos políticos, como un Scioli que si gana es muy probable que “licue” al kirchnerismo, se abraza a Zannini como el náufrago al salvavidas, desalentado por no haber ganado en 1° vuelta. Es el enfrentamiento de las lógicas, es la encrucijada planteada donde CFK se va del poder pero alienta, en caso de ganar Macri, su retorno más fortalecida, tal vez esta sea su mejor estrategia política ante tanto amateurismo manifiesto.

Poco se habla en los medios de comunicación social, y prácticamente lo ignoran las encuestadoras que en su mayoría fracasaron en “sus pronósticos”, me refiero expresamente al resultado electoral de Sergio Massa donde triplicó el resultado previsto por casi todos ellos. Es un Massa que goza de un gran respeto de la sociedad en general y de sus pares en particular, tiene una excelente imagen pública, una vocación política difícil de igualar, y lo rodea un halo de honestidad palpable, es auténtico, sencillo, amable y sensible a las dificultades que a diario percibe en sus semejantes, todas estas características, me animaría a decir cualidades escasas por estos tiempos, conforman un concepto que a nivel social es muy bien recibido, donde la ciudadanía demostró comprender en su primer gran examen político, en las elecciones de Agosto de 2013, que lo posicionaron con arrollador triunfo sobre el oficialismo, sobre el poderoso “aparato” estatal y las “operaciones de acción psicológica” y “acción directa” que debió sortear.

En conclusión: Por estas horas, el dilema es la posición a adoptar por el Frente Renovador en su conjunto, ya que hay riesgos de fragmentación ante la adopción de la estrategia equivocada respecto al próximo ballotage que en lugar de reducir la incertidumbre electoral, ha aumentado. Sergio Massa enfrenta tal vez la decisión que alguna vez lo lleve a ser Presidente de la Nación, o la desintegración de su partido, como ya otrora ocurriera con las terceras fuerzas políticas. Si priman los consecutivos años de inquebrantable tarea, la firme decisión de no claudicar, la planificación política, la apertura en la recepción de ideas y la excelente administración de la diversidad, que dieron sus frutos en esta elección nacional, donde la confianza de la gente, le permitió colectar más de 5 millones de votos a lo largo y ancho del país, que resultan un sólido y muy merecido triunfo, en esta construcción política, en el bastimento de un modelo de Nación con propuestas políticas de Estado.

Por lo tanto, con esta fugaz mirada y este breve análisis con opinión, siendo coherente con mi manifestación pública de adhesión a sus propuestas, interpreto que la prudencia política debería ser la virtud que Sergio Massa saque a relucir por estas horas de definiciones. Santo Tomás de Aquino plantea la virtud vinculada a la prudencia, a la prudencia política y la prudencia del político, en consecuencia sería muy sensato abstenerse de dirigir el voto hacia uno u otro espacio, que la gente vote lo que está más cercano a sus convicciones y a las propuestas del FR-UNA, es una línea de pensamiento donde el voto es a favor de nadie, manteniendo una tercera posición respetuosa y expectante, no es un voto oportunista que juega a ganador, es un voto que juega a futuro, es un voto también obtenido por la seducción de José Manuel de la Sota y Roberto Lavagna, con un equipo muy preparado, que con solvencia y por respeto a ese votante, debería tener la libertad de sufragar libremente sin condicionamientos, como una tercera fuerza que algún día pueda ser alternativa de poder real.


Debe prevalecer la identidad del Frente Renovador como fuerza política nacional emergente, donde la libertad de conciencia de todos y cada uno de sus seguidores, debe primar por sobre los arreglos de unos pocos. Ni sciolistas ni macristas, no se debe pretender inducir al voto, ya que perderíamos identificación política y por sobre todas las cosas credibilidad, de quienes lo vimos como alternativa al statu quo que desde hace bastante tiempo vivimos y sufrimos en nuestro país. Cuando nos cerraron las puertas, cuando obstruyeron el diálogo, seguimos transitando la ancha avenida del medio, tendiendo puentes, aun sabiendo que perdíamos nos mantuvimos firmes y dignos, demostrando que sabemos esperar y acorde a los signos de los tiempos, recordar que somos una fuerza joven, que tenemos tiempo para seguir creciendo, para sostener con profunda convicción las propuestas que llevamos adelante en cada rincón de nuestra querida Argentina.

PARTICIPACIÓN ACTIVA



Es común denostar la actividad política por ser una tarea ejercida por hombres que, para lograr sus objetivos, negocian, ceden, pactan. A veces lo hacen para lograr el voto que necesitan y otras, para obtener un puesto de jerarquía. A veces, para que una necesidad regional sea atendida y otras, para imponer una política de alcance nacional. Pero es una actividad que realizan "ellos". Por eso hay quienes desde razonamientos ingenuos, tal vez prejuiciosos, moralistas y simplistas consideran que ese afán de pactar es un aspecto sucio de la política. No lo es.
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Con el ballottage, el ciudadano debe hacerse cargo

Tomás Linn

La Nación, 29-10-15

Hubo una época en que hablar de ballottage era hablar de Francia y de Charles de Gaulle. Aquel método electoral que obligaba ir a una segunda vuelta entre los dos primeros candidatos si ninguno lograba la mayoría absoluta era un invento tan exclusivo como la Torre Eiffel. Típico, excéntrico y exótico. Tardó un tiempo en llegar a esta región del mundo y cuando llegó se extendió por varios países.

Antes o se ganaba por mayoría simple (lo cual luego le exigía al presidente elegido hacer engorrosas negociaciones con el Parlamento) o se necesitaba una confirmación del Poder Legislativo. Tal fue, por ejemplo, el caso de Chile cuando en 1970 un Congreso renuente reconoció a Salvador Allende como presidente, tras haber ganado con un menguado 36%.

La Argentina fue pionera en crear el ballottage en las elecciones que permitieron el tránsito de la dictadura de Alejandro Lanusse a la breve presidencia de Héctor Cámpora. No fue necesario usarlo.

Pero hubo que esperar al resurgimiento de las democracias en todo el continente, en los años 80, para que diferentes países comenzaran a incorporar la segunda vuelta, que dejó de ser una peculiaridad francesa.

Por lo general, esa vía permitió confirmar a quienes en el primer intento obtuvieron la mayoría simple. Pero no siempre fue así. En 2003, Carlos Menem aventajó por pocos puntos en una reñida elección a Néstor Kirchner. Aun así su votación había sido tan baja que entendió que nunca remontaría lo suficiente para obtener el 50% más uno que necesitaba. Decidió no presentarse y Kirchner se convirtió en presidente.

En las elecciones uruguayas de 1999 el candidato del Partido Colorado Jorge Batlle había quedado muy atrás de Tabaré Vázquez, del Frente Amplio; sin embargo, lo superó con comodidad en la segunda vuelta, al alcanzar el 54%. Cinco años después, Vázquez accedió a la presidencia sin necesidad de un ballottage. Había obtenido, de primera, la mayoría absoluta. Fue la única vez que eso ocurrió desde que Uruguay adoptó el mecanismo, en 1999.

Es común denostar la actividad política por ser una tarea ejercida por hombres que, para lograr sus objetivos, negocian, ceden, pactan. A veces lo hacen para lograr el voto que necesitan y otras, para obtener un puesto de jerarquía. A veces, para que una necesidad regional sea atendida y otras, para imponer una política de alcance nacional. Pero es una actividad que realizan "ellos". Por eso hay quienes desde razonamientos ingenuos, tal vez prejuiciosos, moralistas y simplistas consideran que ese afán de pactar es un aspecto sucio de la política. No lo es.

El ballottage logró involucrar al ciudadano en esa detestada actividad: lo compromete a definir en la instancia decisiva y lo hace responsable de su decisión. Eso es saludable. Antes los presidentes ganaban, pero la dispersión de partidos en el Parlamento era tal que todo lo obstaculizaban. Al final parecía que nadie había votado a estos presidentes.

Ahora sí alguien los vota. La ciudadanía debe decidir a cuál de los dos finalistas prefiere, aun cuando ninguno haya sido su primera y más genuina opción. En esa última vuelta vota con la razón, con el cerebro, y no con el corazón. Debe optar, a veces, por el mal menor. Tiene que decidir a cuál detesta más para impedir que llegue al gobierno. Para eso deberá quedarse con el otro, aunque tampoco le guste demasiado.

Mientras debate su decisión consigo mismo está transando, pactando, desidealizando. Está haciendo aquello que consideraba sucio cuando lo hacían los políticos. Y está aprendiendo que la democracia es eso. Al no haber unanimidades, nadie tiene la potestad de hacer lo que se le antoja, por lo tanto debe buscar apoyos fuera de sus filas y ceder.

En los países parlamentarios, partidos que fueron duros adversarios en un período, necesitan entenderse para armar un gobierno de coalición en el siguiente. No tienen más remedio porque de ello depende la estabilidad del país y el bienestar de la gente. Por lo tanto pactar y negociar es parte del quehacer en una sana y vigorosa democracia.

Los sistemas presidencialistas con segunda vuelta han derivado al ciudadano la tarea de armar, con su segundo voto, esa coalición. Al elegir a uno y descartar al otro, el votante decide quién pacta con quién y dónde transa. Se despoja de toda pretensión puritana, romántica y emotiva (válidas en las elecciones primarias y en la primera vuelta), para, en la instancia final, apostar, arriesgar y definirse. Asume su responsabilidad y se hace cargo de su propia decisión.

Eso es hacer política y es bueno que el ciudadano salga de su torre de marfil para actuar también como hacen los políticos. Es una manera de entrar de lleno en la idea de que una sociedad es compleja y diversa, en la comprensión de que pactar es una sofisticación política, no una bajeza, y aceptar aquello que es esencial a un Estado de Derecho: que nadie tiene todo el poder.

Columnista de la revista uruguaya Búsqueda

miércoles, 28 de octubre de 2015

UN ACUERDO SIN INFANTILISMOS


Por José Antonio Riesco

INSTITUTO DE TEORIA DEL ESTADO, 28 de octubre de 2015


Alrededor del 15 de noviembre próximo se realizaría un debate público entre los “presidenciables” que lograron mayores porcentajes en la votación del pasado domingo 25; o sea Daniel Scioli (el pingo de doña Cristina: 36,86) y Mauricio Macri (el gringo de “Cambiemos”: 34,33). Algo hay que esperar del diálogo, al menos como espectáculo para la mucha gente que sustituye el altar por la pantalla a domicilio.

Detrás del telón no hay dudas que está en marcha otro coloquio, de auténtico sentido político, y es el que protagonizarán, de un lado, Sergio Massa, y del otro los dos “presidenciables”  ya mencionados. Para ambos tiene un atractivo especial el 21,34% de los votos que ya obtuvo el diputado nacional que lidera el Frente Renovador. Scioli los necesita y Macri también, por eso la cuestión ofrece algunas variantes.

1) Al decidirse en 2014 su ruptura con el régimen de doña Cristina,  trascendió que Massa invitó a Scioli para marchar juntos, y que éste le contestó “No ha lugar..! -  Hoy no haría lo mismo.
2) Acorde a la versión de Felipe Solá, hombre importante al lado de Massa, el PRO, en el mes de mayo pasado al FR le infirió una ofensa al negarse a negociar con ellos una alianza. “-Entonces ahora que se jodan..!” – Persiste el resentimiento..?  y máxime que la Lic.  María Eugenia Vidal, “macrista” ganó la gobernación de La Provincia  con el 39,49%, derrotando al caballo del comisario (Aníbal F.: 35,18%). Don Felipe se quedó con el 19,22%. ¿El Frente Renovador está en lo mismo..?

En toda negociación una de la partes fija y expresa sus pretensiones, frente a lo cual la otra debe decidir y exponer qué está dispuesta a conceder. Quiere decir, desde este ángulo, que un eventual acuerdo entre Scioli o Macri con Massa, como es políticamente sensato, pasa por los altos cargos nacionales (ministerios, embajadas) que aquellos están, o estarían, dispuesto a ceder a los dirigentes del Frente Renovador. Por ejemplo: la embajada ante la OEA para José Manuel de la Sota, otra importante para Solá o la cartera de interior  para el diputado Alberto Assef.

En la dialéctica pragmática de la política rigen dos términos: conflicto y/o acuerdo, y de por medio suele andar el “do ut des”. Puesto que no es cosa del diablo aunque tampoco de beatos.

El otro ángulo desde el cual enjuiciar las facilidades o las dificultades para que se habilite un acuerdo entre Massa y alguno de los dos presidenciables en carrera, sería el “ideológico”. Con sus ventajas y dificultades. Massa y Scioli son “compañeros”, al menos desde los días en que el primero fue jefe de gabinete en la presidencia de Néstor Kirchner, y el segundo vicepresidente. Pero sabido es que las hermandades políticas son, según el viejo tango, como “amores de estudiantes, un día un juramento y mañana una traición”. Y esto sin descartar afinidades de catecismo.

Entre Macri y Massa las diferencias “metafísicas”, o sea abstracciones doctrinarias con la pretensión de gobernar las decisiones de los líderes y de los grupos, tendrán un peso determinado. Más que de los voceros auténticos de don Sergio, han sido algunos de sus aliados extra partidarios los que se vienen esmerando en nominar de “neoliberal” a don Mauricio. Este. a su vez, se jacta de que durante su gestión al frente de la Capital Federal no hubo “privatizaciones”, sin excluir las sendas para “las bici” hasta hoy a cargo del Estado. “Eso del neoliberalismo lo inventaron Uds.”, afirmó Macri aludiendo a las políticas de Menem y que tan apasionadamente compartieron Scioli, los Kirchner y asociados.

Acaso para desalentar esas imputaciones el líder de “Cambiemos” suele inter cambiar mimos con el sindicalista Hugo Moyano y con el ex presidente Eduardo Duhalde. Los invitó al acto de inauguración de la estatua que la “ciudad autónoma” dedicó a Juan D. Perón. Vale preguntarse si Perón fue un “estatista”.  

En 23 de mayo de 1953 durante su visita al Congreso General de la Industria y enseguida ante una delegación de empresarios, el entonces Presidente fue muy claro: “Nosotros somos gobiernos no empresarios. La industria es una empresa privada”. (L. Frenkel, p. 130)

Lo de “neoliberalismo” forma parte del léxico marketinero y nada más; quien se fije en el mapa-mundis advertirá que las naciones que efectivamente se desarrollan y actúan eficazmente en el mercado internacional, otorgan lo funda mental de la actividad económica a las inversiones privadas. A condición, claro está,  de que muestren un buen nivel de productividad, paguen buenos salarios y de paso los impuestos. Y a la vez actúen dentro de las políticas básicas que fijan las leyes. Las estatizaciones son solamente subsidiarias.  En esto Perón fue muy explícito en su disertación ante los empresarios en 1953, ya citado.

Sin olvidar que las áreas económicas estatizadas suelen abrir un jugoso mercado de ineficiencia, y sobre todo de combinaciones de alta rentabilidad entre los partícipes en su manejo: capitalistas proveedores y licitatarios, grupos sindica les, burocracia técnica, y otros sean directores  o gerentes.


-Frenkel, Leopoldo: “Juan Ignacio San Martín” (El desarrollo de las industrias aeronáuticas y automotriz en la Argentina)- Bs. As. 1992.-

UNA HERRAMIENTA EFICAZ PARA PREVENIR LAS CRISIS


Sergio Abrevaya
Clarín, 28-10-15

           
La salida de la crisis del año 2001 estuvo marcada por la conformación de la Mesa del Diálogo Argentino, convocada por la Iglesia Católica junto con las Naciones Unidas. Bastaron solo tres reuniones para consensuar que las retenciones financiarían el Plan Jefes y Jefas de Hogar, que beneficiaría a miles de desocupados.
Si la Mesa de Diálogo hubiera virado en una institución permanente que tratase las prioridades a mediano y largo plazo del país (energía, transporte, impuestos, etc), hoy tendríamos una herramienta para afrontar las situaciones de crisis con un vasto recorrido.

Este tipo de instituciones conocidas como Consejo Económico y Social existen en distintos lugares del mundo; hace 40 años en Holanda y Francia, y hace 30 en España.
Allí, el Consejo Económico y Social tiene tanto peso que opina sobre cada proyecto de ley que se envía al Parlamento. Así es como se resguarda la estrategia a mediano y largo plazo con el respaldo de los actores económicos y sociales. Esta opinión no es vinculante, y si en quince días el Consejo no opina, sigue adelante con el proceso.

Hoy nuestro país está atravesando una situación tanto institucional como económica sumamente delicada. El final de la era K, donde todo se hizo discrecionalmente en detrimento de la fortaleza de todas las instituciones, nos lleva a una situación de extrema sensibilidad social. Todo ello sumado al estancamiento económico, la caída en la producción y la falta de inversión, que ya es un hecho.
Se acerca un fin de ciclo. Y el comienzo de otro. Es hora de dejar atrás el método de la imposición para hallar coincidencias, profundizar el diálogo y el respeto por la diversidad de voces.
Es una extraordinaria oportunidad para que quien gane el balotaje convoque con generosidad y espíritu cooperativo a un proceso de diálogo institucional para consensuar medidas de fondo que requieren de urgente solución.
Así como también es fundamental que esta clase de institución sea liderada por algún referente que tenga la madurez y la preparación para proponer una agenda de acuerdos estratégicos de largo plazo y que oriente la implementación de las políticas públicas.

En la Ciudad de Buenos Aires, el Consejo Económico y Social funciona desde el año 2012. Está conformado por 26 instituciones en las que confluye una multiplicidad de voces. Allí aprendimos a convivir las distintas posturas políticas, empresarias, gremiales y religiosas para consensuar puntos de vista que a veces incomodan. Es por esta exitosa experiencia que considero que un Consejo Económico y Social Nacional sería una excelente herramienta para modificar temas de fondo con un consenso amplio de todos los sectores comprometidos con el desarrollo de nuestro país.
Y para eso necesitamos compatibilizar los intereses de la producción y los del trabajo para que se complementen en un ámbito en el cual se sepan interpretar las necesidades para potenciarlas.


Sergio Abrevaya es presidente del Consejo Económico y Social de la CABA

SEGURIDAD PARA EL DESARROLLO


Martín Etchegoyen Lynch
Clarín, 28-10-15
           
Al ser la inseguridad la primera preocupación de los argentinos, o al menos la de los que vivimos en grandes ciudades, los políticos en campaña empiezan a ensayar sobre las soluciones que prometen. Las mismas van desde las certeras y obvias, como la lucha contra el narcotráfico  hasta la ya trillada seguridad por vía de “inclusión social” o del mejoramiento de la economía, y lamentablemente, cuanto más populista el candidato, más frecuente el uso de estos términos.

Pero, ¿es real que una buena economía trae de por sí más seguridad? No pareciera el caso. En los Estados Unidos lo saben bien, porque cuando la economía estaba en pleno apogeo, la tasa delictual tocaba su punto máximo también, en la era previa a la llegada de los planes de seguridad comunitaria de Bill Bratton, llamados aquí “de Tolerancia Cero”(hasta mitad de los 90). Múltiples estudios llegan a la conclusión que a mejoramiento de la economía, ello dejando a las demás variables intactas, la criminalidad también escala por las nuevas oportunidades que encuentra, sobre todo la del crimen organizado. ¿Esto siginifica que economías pobres son seguras? No necesariamente, riqueza y seguridad van por andariveles separados, hay países ricos con mucha seguridad y países pobres también seguros, como por ejemplo Cuba.

Si riqueza y seguridad se unen, ideal, pero no lo aceptemos como regla. Lo que sí ha sido comprobado en otras latitudes es que la seguridad trae desarrollo, por ello de que el crimen tiene un alto costo, social y monetario. La consultora americana Rand hizo un análisis pormenorizado del costo económico del delito, y llegó a la conclusión que un homicidio costaba alrededor de 5 millones de dolares, no sólo por los costos directos asociados a una muerte, como gastos médicos, policíacos, de justicia y de lucro cesante del occiso, sino también por los relacionados a la locación adonde ocurría la muerte violenta, por cuanto incidía directamente sobre sus inversores, su turismo, su valor de los inmuebles, etc. 

Gran parte de la llamada “Tolerancia Cero” sucedió debido a las múltiples quejas que el sector productivo de New York manifestaba al intendente Giuliani. Recordemos otra regla: los delincuentes primarios no entran al delito solamente por falta de oportunidades económicas sino por exceso de oportunidades del sector ilìcito, mayormente del narcotráfico. No hay plan social que valga cuando el negocio narco crece y ofrece mejores ingresos, sobre todo en sistemas policiales-judiciales de alta ineficiencia, en los cuales el riesgo de ser detenido por un largo plazo es casi nulo, como el de nuestro país. El criminal no teme a las penas que disponga la ley mientras perciba que no le serán efectivamente aplicadas. Nuestros gobernantes deberían ocuparse por mejorar la seguridad pública no sólo por mandato legal y moral, sino además porque ello traerá aparejado desarrollo sustentable para nuestro país.


Martín Etchegoyen Lynch es abogado, fue fiscal de San Isidro y es miembro de Usina de Justicia.