viernes, 26 de abril de 2024

LA CONSTITUCIÓN NACIONAL ARGENTINA


 o de la necesidad y bondad del Estado


POR GERMÁN MASSERDOTTI

 

La Prensa, 25.04.2024

 

Frente a cierto discurso libertario demonizador del Estado, conviene reflexionar, brevemente, sobre la Constitución Nacional Argentina y la vida política.

 

Es sabido que la Constitución histórica (1853–1860) está inspirada en el liberalismo según el molde forjado por el también liberal Juan Bautista Alberdi –cuyo pensamiento y sus Bases no fueron la única influencia, pero explicarlo exigiría una nota aparte–.

 

Automáticamente, más de uno asocia liberalismo con “Estado mínimo”, “Estado gendarme”, o expresiones similares. Veamos a qué conclusión se arriba leyendo el texto original de la Constitución Nacional Argentina.

 

EL ESTADO

En este sentido, resulta ejemplificador el artículo 67 (actual artículo 75 con agregados a partir de la reforma de 1994). Destaquemos algunas atribuciones del Congreso de la Nación:

establecer y reglamentar un Banco Nacional en la Capital y sus sucursales en las provincias, con facultad de emitir billetes (inc. 5°);

arreglar el pago de la deuda interior y exterior de la Nación (inc. 6°);

hacer sellar moneda, fijar su valor y el de las extranjeras; y adoptar un sistema uniforme de pesos y medidas para toda la Nación (inc. 10°);

dictar los códigos Civil, Comercial, Penal, de Minería, y del Trabajo y Seguridad Social (inc. 11°);

proveer a la seguridad de la fronteras; conservar el trato pacífico con los indios y promover la conversión de ellos al catolicismo (inc. 15);

proveer lo conducente a la prosperidad del país, al adelanto y bienestar de todas las provincias, y al progreso de la ilustración, dictando planes de instrucción general y universitaria, y promoviendo la industria, la inmigración, la construcción de ferrocarriles y canales navegables, la colonización de tierras de propiedad nacional, la introducción y establecimiento de nuevas industrias, la importación de capitales extranjeros y la exploración de los ríos interiores, por leyes protectoras de estos fines y por concesiones temporales de privilegios y recompensas de estímulo (inc. 16);

autorizar al Poder Ejecutivo para declarar la guerra o hacer la paz (inc. 21);

Declarar en estado de sitio uno o varios puntos de la Nación en caso de conmoción interior, y aprobar o suspender el estado de sitio declarado, durante su receso, por el Poder Ejecutivo (inc. 26).

 

Evidentemente, para los constituyentes de 1853 el Estado era algo bueno y necesario. De otra manera, no se explicarían las atribuciones del Congreso de la Nación arriba enunciadas a modo de ejemplo, por no mencionar las atribuciones del Poder Ejecutivo de la Nación cuyo peso –todavía más a partir de 1994– es enorme en comparación a otros países.

 

Por otra parte, si hubo un momento de la historia patria argentina que se destacó por la actividad del Estado a fin de construir una Nación fue el de la Generación del Ochenta. Proceso, por cierto, que debería ser examinado con beneficio de inventario pero en el que, no obstante lo dicho, podría hablarse de una especie de omnipresencia del Estado federal.

 

Vale lo dicho para aclarar la confusión generada por cierto libertarismo que, de acuerdo a ciertas manifestaciones al alcance de todos, no aprobaría Educación Cívica (la actual Formación Ciudadana) e Historia Argentina.

CONFERENCIA

 

El Ateneo Cívico José de San Martín, ha organizado una conferencia sobre “Narcotráfico como problema político y de seguridad”, a cargo del Dr. Aurelio García Elorrio. La disertación se realizará el sábado 4 de mayo, a las 10 horas, en La Rioja 532, siendo la entrada libre, previa inscripción.

 (andrestor@gmail.com).

miércoles, 24 de abril de 2024

LA RELACIÓN

 

 entre el aborto y la política

 

POR HÉCTOR AGUER

 

La Prensa, 22.04.2024

 

 

La cuestión del aborto continúa siendo un objeto privilegiado de discusión en muchos países. La ola mundial de aprobación del “crimen abominable”, como lo llamó el Concilio Vaticano II, es impulsada por los movimientos feministas, los sectores progresistas, y la izquierda en los Estados; y los grupos “católicos”, que se someten a la concepción neopagana de la vida, apoyada en presuntos “derechos” antihumanos, y contrarios a la Ley de Dios.

 

Recientemente, en Francia, el Senado votó a favor de la enmienda que “garantiza la libertad de acceso al aborto” en la Constitución. El miércoles 28 de febrero, 267 senadores sobre un total de 317 votaron por el proyecto de reforma constitucional, en los mismos términos ya expresados en la Asamblea Nacional. Solo 50 senadores se opusieron al texto, que fue adoptado el lunes 4 de marzo, durante un Congreso convocado en Versalles. Ese texto propone añadir el párrafo número 17 al artículo 34 de la Constitución, promulgada el 4 de octubre de 1958, que dispondrá: “La ley determina las condiciones en las que se ejerce la libertad garantizada a la mujer a recurrir a la interrupción voluntaria del embarazo”. Notemos el eufemismo con que se designa la eliminación del niño por nacer, y la concepción perversa de la libertad, condenada por la doctrina de la Iglesia, como enseñó con elocuencia San Juan Pablo II. Cualesquiera sean las dificultades que puede llegar a afrontar una mujer embarazada, el aborto que sigue siendo un ataque a la vida en sus orígenes, no puede ser visto desde el punto de vista de los “derechos humanos de las mujeres”, como predica el feminismo. La situación de Francia es contradictoria: salen a luz numerosas formas de violencia contra las mujeres y los niños; la Constitución debería asumir la protección de unas, y otros. En el otro extremo, promueve el “suicidio asistido” de los enfermos terminales. El gobierno del masón Emmanuel Macrón asume el costado siniestro de la cultura francesa, que no reconoce el valor de la vida humana, y el auténtico sentido de la libertad.

 

PAÍS FEDERAL

 

Muy distinta es la situación de los Estados Unidos, un país seriamente federal. Aunque el presidente Joe Biden es un “católico” abortista, en varios estados se aprueba una legislación respetuosa de la vida del niño por nacer. En algún caso se reflotan antiguas leyes antiaborto. Esta es la situación, por ejemplo, de Arizona: la Corte Suprema de esa jurisdicción dictaminó recientemente que el Estado puede implementar su ley de 1864, que penaliza todos los tipos de abortos, con la única excepción de cuando la vida de la madre está en riesgo. La posición política desempeña un papel fundamental; los demócratas, en general, son abortistas, mientras los republicanos están a favor de custodiar la vida del niño por nacer. En el caso de Arizona, protestó la fiscal general, la demócrata Kris Mayes, en abierta discrepancia con su antecesor, el republicano Mark Brnovich, quien apenas la Corte Suprema federal anuló, en 2022, el fallo ‘Roe contra Wade’, que garantizaba el derecho constitucional al aborto, persuadió a un magistrado estatal de Tucson, para que reflotara la vieja ley, que entraría en vigor en catorce días, y fue calificada de “cruel” por el presidente Biden. La mayoría de los estados, gobernados por republicanos, empezaron a aplicar nuevas prohibiciones, o restricciones (en 14 Estados está vedado el aborto en todas las etapas del embarazo, con limitadas excepciones), mientras que en muchos de los liderados por sus adversarios políticos han tratado de proteger el acceso al aborto. El presidente Biden ha reprochado lo decidido en Arizona, calificándolo de “prohibición extrema y peligrosa”. Los partidarios del “derecho” al aborto suelen apelar a los trágicos casos de violación, o incesto.

 

Un tema de discusión en los Estados Unidos es la penalización de las mujeres que abortan. Líderes católicos provida dicen que no deben ser castigadas. Más de 70 líderes provida, incluido el arzobispo William Lori, quien dirige el Comité Provida de los Obispos de los Estados Unidos, exigen que los legisladores estatales se nieguen a criminalizar a las mujeres que abortan: “Declaramos inequívocamente que cualquier medida que busque criminalizar, o castigar a las mujeres no es provida, y nos oponemos firmemente a tales esfuerzos”. La iniciativa se encuentra en una Carta del 12 de mayo de 2021, dirigida a los legisladores estatales, y llega cuando en Estados como Louisiana consideraban una legislación que podría someter a las mujeres que obtienen abortos a enjuiciamiento penal, y prisión. La Carta se cuida de decir que en cada aborto hay dos víctimas: tanto la madre, como el hijo por nacer; “convertir en criminales a las mujeres que abortan no es el camino”. Esta posición debería ser discutida; se juega en ella la seriedad de la legislación antiabortista. Si el aborto es considerado un crimen, no se ve por qué las mujeres que incurren en él no deben ser penalizadas. Es verdad que muchas situaciones son difíciles, y dolorosas; éstas deben ser tenidas en cuenta para evaluar la responsabilidad. Varias organizaciones, muchas de ellas dirigidas por católicos, ofrecen curación y esperanza a las mujeres dañadas por el aborto que han cometido. Así como la Iglesia Católica condena el aborto, también enfatiza la importancia del perdón, y la misericordia para las mujeres que han abortado. Los sacerdotes que tenemos experiencia del confesionario conocemos muy bien el dolor de muchas mujeres, que es difícil de consolar. Causa pena que tantas jóvenes se plieguen a los argumentos abortistas, en un alarde de superficialidad ante lo que significa un verdadero drama: el daño irreparable causado al inocente, que es condenado a muerte, así como a los padres, y a toda la sociedad. Éste es el lugar de enaltecer la libertad de elección de los padres que deciden, incluso en situaciones difíciles, quedarse con su hijo.

 

Volviendo a la situación de Francia, es necesario destacar el caso de varios obispos que se han pronunciado públicamente sobre el resultado de la votación sobre el aborto, el arzobispo de Lyon, monseñor Olivier de Germay, destacó la dificultad de expresarse sobre ese tema, sin correr el riesgo de convertirse en blanco de los medios de comunicación. Monseñor Pascal Wintzer, arzobispo de Poitiers, lamentó en el diario ‘La Croix’ que “la muerte parece más protegida de lo que se fomenta la vida”. Los obispos de Francia ya habían expresado su oposición al texto de la enmienda constitucional, en su asamblea de noviembre de 2023, en una declaración titulada “Toda vida es un don”.

 

“FEMINISMO ULTRA”

 

¿Y la Argentina? El régimen kirchnerista cedió a la avanzada del feminismo ultra, y promulgó la ley N° 27.610, del 30 de diciembre de 2020, que establece que el aborto inducido es legal y gratuito, en los casos habilitados desde 1921 (aborto terapéutico, y en caso de violación), o en todos los demás casos cuando la gestación no supere la semana 14, incluida. ¿Cuántos niños por nacer habrán sido eliminados desde entonces, con el beneplácito político? Los abortistas siempre exageran las cifras para hacer creer que se trata de algo normal, y necesario pero, de cualquier manera, la autorización legal es una incitación, y un medio de presión sobre la cultura y la mentalidad común de la sociedad.

 

El actual gobierno debería animarse a extender su carácter liberal, y libertario, al caso del aborto, y derogar la siniestra ley 27.610. El Episcopado argentino tan preocupado por el problema de la pobreza, tendría que solicitarlo, y extender su inquietud a los más pobres entre los pobres, los niños por nacer.

 

Héctor Aguer

Arzobispo Emérito de La Plata.

 

LAS MENTIRAS MALVINERAS



POR HUGO ESTEVA

 

La Prensa, 22.04.2024

 

El reciente acto en el Senado recordando la gesta ha sido de una calidad y una justicia que parecían definitivamente dejadas de lado en el mundo oficial.

Los días de abril y mayo son, desde 1982, de reflexión patriótica a partir de la Guerra de Malvinas. Porque, fuera del reconocimiento de errores y engaños, el recuerdo de dos meses de profundo reencuentro de los argentinos ha dejado una huella que no se borra. Al contrario, y el reciente Gobierno ha acertado en subrayarlo aunque todavía no esté claro qué rumbo va a tomar en sus manos nuestro más que justo reclamo por las islas del Atlántico Sur.

 

Pero, ¿cómo no evocar con emoción aquel inesperado cartel que ingresó a la Plaza de Mayo transportado por cientos de compatriotas de ojos rasgados que proclamaba ‘caras japonesas, corazones argentinos’? O el patriótico afán (del que fui testigo) de otros de origen judío que afirmaban que uno de nuestros héroes aeronáuticos lo era también para acercarnos más aunque después el mencionado piloto no lo fuera.

 

El amor a la patria también tiene “razones que la razón no conoce” y, a pesar de la bajeza de la desmalvinización que propulsó el alfonsinismo y la sujeción menemista firmada en Madrid, hoy la juventud argentina levanta la bandera de nuestras islas irredentas sin dudar de hasta qué punto nos pertenecen.

 

En ese sentido, el reciente acto en el Senado recordando la gesta y devolviendo el lugar que le correponde a las Fuerzas Armadas ha sido de una calidad y una justicia que parecían definitivamente dejadas de lado en el mundo oficial. Homenaje justo a pesar del paralelo e incomprensible elogio del Presidente a Margaret Thatcher, la enemiga profunda de nuestra patria.

 

HEROISMO PATRIÓTICO

 

Esa reivindicación, y la de quienes lucharon noblemente contra la subversión marxista y extranjerizante cuya influencia cultural todavía sufrimos, deben profundizarse y superar el mero nivel de las palabras para que la nación se enderece. Una nación no tiene nada qué ganar enredándose en conflictos internacionales ajenos, en nombre de coincidencias principalmente económicas.

 

Pero, por lo demás, no habrá revaloración verdadera del heroísmo patriótico que deberá inflamar a quienes nos sucedan si queremos que la Argentina se alce firme en su base si no se señala con claridad a los traidores que levantaron y levantan con mentira las banderas que no fueron capaces de defender entonces. Así hemos vivido los años del kirchnerismo destinados a la entrega cultural de la patria, paralela al enriquecimiento fraudulento de unos cuantos.

 

Hubo entonces civiles y militares traidores. Pero es importante recordar en especial un ejemplo profundo de hipocresía, una flagrante mentira disfrazada después de malvinera, envuelta en falsa brisa del Sur.

 

Me refiero a la protagonizada por la ex presidente y ex vicepresidente de la República Cristina Kirchner que, en una declaración periodística que seguramente hoy debe querer olvidar, contó que el 14 de junio de 1982 ella estuvo en la Plaza de Mayo para pedir la destitución del Gobierno que acababa de ser derrotado en las islas. Porque, en efecto, mientras la mayor parte de un grupo de ciudadanos se reunió espontáneamente frente a la Casa de Gobierno para intentar la resistencia, ella formó parte de otro bullanguero que -a la altura del monumento a Belgrano- pedía la inmediata renuncia de quienes habían llevado adelante la guerra justa.

 

¿Quién inspiraba a esos tempraneros protestantes? ¿Qué hacía ese día en Buenos Aires una señora de Santa Cruz que hubiera debido estar cuidando a sus hijos en un sitio de particular peligro bélico? Difícil saberlo.

 

Lo cierto es que la encontramos en un grupo que esquivaba la suerte patriótica desde el primer minuto. ¿Qué habría podido sorprendernos después?

 

Más allá de toda esa hipocresía, disimulen o no los mentirosos de ayer, la causa Malvinas será siempre una esperanzadora prueba de cómo el pueblo argentino es capaz de unirse con firmeza en torno a la verdad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

martes, 23 de abril de 2024

UNA PROPUESTA REALMENTE LIBERTARIA

 

 LLA Santa Fe Propuso Despenalizar el Consumo y Producción de Drogas

 

Por Lucía Tedesco

El Planteo, 22 April, 2024

 

El bloque santafesino del partido de Javier Milei presentó su declaración de principios y bases, y sorprendió con la propuesta de “despenalizar el consumo y la producción de sustancias destinadas al consumo y uso recreacional”.

 

Este sector de La Libertad Avanza (LLA) es presidido por la diputada Romina Diez. Del mismo también son parte Marcos Peyrano y Juan Pablo Montenegro, quienes presentaron la declaración de principios, que es un requisito fundamental para el reconocimiento del partido.

 

¿Javier Milei respaldará a La Libertad Avanza de Santa Fe en política de drogas?

En el documento presentado, los libertarios apelan a los dichos de Alberto Benegas Lynch, citado por el presidente en más de una ocasión, al hablar de que sostienen “el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo”. Asimismo, según Letra P, se comprometieron a promover “los derechos individuales a la vida, a la libertad y a la propiedad”.

 

Pero lo llamativo de su presentación no fue sostener los dichos del presidente, sino que cuando se refieren a las libertades individuales, hablan de que prohibir “el uso y comercio de sustancias de consumo” es ir en contra de los “derechos inalienables de cada individuo”. Con lo cual, el bloque santafesino de La Libertad Avanza propone legalizar las drogas.

 

Contenido relacionado: Milei al Mando: ¿Qué Pasará con el REPROCANN en el gobierno de La Libertad Avanza?

 

Lo más controvertido de la situación es que lo que quiere hacer LLA Santa Fe choca directo con las limitaciones impuestas por el vocero presidencial Manuel Adorni para con el autocultivo de cannabis. Asimismo, se contrapone a todo lo dicho en materia de drogas por el gobernador radical de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, quien ha afirmado fervientemente su oposición a la despenalización o legalización de cualquier sustancia ilícita.

 

Entonces, ¿cuál será la postura oficial que tomará el gobierno respecto de las drogas? Porque los santafesinos están convencidos de que “la prohibición y la guerra contra las drogas solo han generado mafias, corrupción y el cercenamiento de las libertades individuales”. Y el otro punto importante es ¿qué lugar ocupa el narcotráfico instalado en Santa Fe en toda esta cuestión?

 

 

 

 

 

 

lunes, 22 de abril de 2024

LOS LAICOS EN LA ACTUALIDAD

 Video:




NO PONER LAS MANOS


        encima de la patria

 

Aurelio García Elorrio

 

La Voz, 22 de abril de 2024


En el balotaje del 19 de noviembre pasado, expresé públicamente, y está documentado, que aconsejaba no votar a los dos candidatos que quedaron. Expresé que no era lavarme las manos, sino “no ponerlas sobre la patria…”.

 

Me preocupaba de Javier Milei su personalidad agresiva, que era lo último que necesitaba nuestra patria para emprender un camino de concordia en busca de un proyecto de nación que nos comprenda a todos.

 

El mensaje “anticasta” se instaló con mucha fuerza, pero lo que no nos dijo Milei en su campaña era que la destrucción de la casta pasaba previamente por el esfuerzo brutal del pueblo.

 

Se alió con grandes exponentes de la “casta” (Mauricio Macri y Patricia Bullrich) e intenta poner en marcha un plan de ajuste operado por el riñón de Macri (Luis Caputo); y, con una política de shock, cerró la fábrica de inflación que era la impresión irresponsable de moneda, retrajo la masa monetaria, obligó a los tenedores de dólares a que salieran a cambiarlos para pagar compromisos con ahorros, bajó la cotización del dólar blue y puede mostrar esa mágica solución del déficit primario en el “mayor ajuste de la historia”, como él dice. No conforme con ello, acuerda con el kirchnerismo la composición de una Corte Suprema de Justicia benevolente con Cristina Kirchner.

 

Protesta del SEP

Política

Bajo palabra. Llaryora logró su objetivo de dividir a los estatales para discutir la paritaria

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Pero al mostrar lo anterior, no puede esconder que sus medidas le costaron a la Argentina, sólo en tres meses, 3,2 millones de nuevos pobres. Está claro: enfrenta primero al pueblo y, para ello, se alió a la “casta”.

 

No hay dudas de que puso las manos sobre la patria. Había otras formas de sanar a la Argentina, pero ni él ni sus socios de la “casta” estaban en condiciones de entenderlo.

 

Sólo la humildad y el servicio como norte, el diálogo franco, sumados al espíritu de concordia, pueden lograr un nuevo proyecto para una nación por construir, donde no quede nadie afuera, especialmente en nuestra patria, donde miles de niños son abortados cruelmente en virtud de disposiciones administrativas nacionales que permiten la venta en farmacias de los fármacos letales.

 

Lamentablemente, ese acuerdo nacional necesita de una preparación en la cultura del encuentro, casi imposible en la forma que el actual Presidente y sus variados socios de la casta se embisten para la tribuna, en una horrible búsqueda de votos, gracias al “rentismo de grieta”.

 

Pero no conforme con lo anterior, y como suele suceder con este tipo de personalidades, ahora pone de nuevo las manos sobre la patria al pretender que todos los argentinos entendamos su relacionamiento con el querido pueblo judío. Pero confunde al pueblo judío con las autoridades actuales y circunstanciales del Estado de Israel, que por fortuna no son lo mismo.

 

Si no, pregúntenles a los 25 mil civiles palestinos (miles de mujeres y niños) que, según la agencia específica de la ONU, fueron asesinados, y a los 62.681 palestinos civiles que fueron heridos en el intento de las autoridades circunstanciales del Estado de Israel para castigar a Hamas por sus horrorosos crímenes del 7 de octubre pasado.

 

Ahora bien, destruir a Hamas produciendo un brutal genocidio en Gaza, poniendo en riesgo a sus propios rehenes secuestrados, muchos de ellos argentinos, no tiene nombre ni perdón, como no tiene nombre ni perdón lo que pasó el 7 de octubre.

 

Si a raíz de esos complicados relacionamientos, que sólo pueden explicarse en el fuero íntimo del Presidente y no en una prudente lectura de la realidad, nuestra patria sufriera alguna nueva agresión extranjera, habrá un solo responsable. Y ese es Milei.

 

El artículo 219 del Código Penal se ocupa de estas situaciones, más cuando aún no se puso en marcha el Consejo de Defensa Nacional, previsto en el artículo 14 de la ley 23.554.

 

Lo hecho, hecho está. Ahora es nuestro Presidente. Si le va bien a él, nos irá bien a todos. Apoyar a un presidente constitucional no significa no expresarle sus errores, más cuando algunos son brutales. Esto es responsabilidad especial de quienes lo votaron. Son ellos, precisamente, quienes tienen el derecho y la obligación de requerirle las rectificaciones necesarias.

 

El “pacto de mayo” tiene que ser un pacto de libertad y dignidad del pueblo que vive en las provincias, pero nunca una sala de castigo donde los gobernadores entren al compás de los látigos. Si no se hace bien, jamás será un pacto para recordar: sólo será un acting más de esta devaluada dirigencia.

 

* Exlegislador provincial

domingo, 21 de abril de 2024

CARTA ABIERTA

 

 al médico y político Claudio Zin

 

Por Claudio Izaguirre

 

Informador Público, 21-4-24

 

Estimado Claudio:

Hace algunos días atrás lo escuché afirmar que atiende y asesora a una empresa canadiense que produce y vende droga recreativa en aquel país y que la participación suya como médico es poner las condiciones necesarias para que esa empresa se radique en Argentina con el objetivo de distribuir y vender de marihuana medicinal.

 

Habiendo sido usted ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires y además teniendo en cuenta su profesión, sabe perfectamente que la marihuana no cura nada, por tanto, no se trata de un medicamento, sino de un paliativo de menor cuantía para algunos casos puntuales.

 

Conoce además que la marihuana es creadora de paranoicos, psicóticos y esquizofrénicos, lo que pone su comentario radial, apoyándose en la figura de Marcelo Longobardi como un relator de la verdad absoluta en el tema médico.

 

De ser usted un consumidor de marihuana y por ende defensor del cannabis, entendería su postura como adicto a una droga; pero si ese no fuera el caso, entonces estaría usted promocionando el consumo de esta sustancia a sabiendas del daño que produce sobre la población que lo escucha y lo admira.

 

Sus afirmaciones proponen al ciudadano neófito a entender a la marihuana como una hierba inocua cuando en realidad es droga altamente adictiva y la más difícil de dejar para el adicto.

 

La marihuana legal o ilegal hace el mismo daño a nivel cerebral y pensarlo a usted seducido económicamente por la empresa canadiense caminando los despachos del Ministerio de Salud buscando adeptos me da tristeza, un tipo brillante encantado por los influjos de los mercaderes de la muerte.

 

Sobre la venta de marihuana legal en Uruguay usted entra en otro error, dado que afirma que en ese país se acaba el narcotráfico por la legalidad de la sustancia. Le cuento que la marihuana que venden en las farmacias de Uruguay contiene un 3 a 3,5 por ciento de Tetrahidrocannabinol y la que se comercializa ilegalmente cuenta con un 40% del compuesto activo. Adivine dónde compran cannabis los usuarios.

 

Claudio Izaguirre

Presidente

Asociación Antidrogas de la República Argentina

LOS CRECIENTES CONFLICTOS


 que enfrentan a Milei con Milton, Murray, Robert y Lucas

 

Ernesto Tenembaum

 

Infobae, 21 Abr, 2024

 

Manuel Adorni, vocero del gobierno nacional, abril de 2024: “Por disposición del Ministerio de Economía, un grupo de empresas de medicina prepaga, que representa cerca del 75 por ciento de los afiliados, van a retrotraer el valor de sus cuotas a diciembre de 2023, ajustada a partir de allí por el índice de Precios al Consumidor por los próximos seis meses”. Manuel Adorni, vocero del gobierno nacional, diciembre de 2023: “Cuando uno fija un precio con el dedo, empezás a tener problemas con las cantidades. Si el precio de las prepagas iba a seguir digitado por el Estado, lo que te iba a pasar, que de hecho había empezado a pasar, es que ibas a empezar a perder servicios. Es uno de los puntapiés que estamos dando para darle más libertad a la gente y a las empresas, y que el Estado no se meta en relaciones en las que no se debe meter”.

 

La contradicción con la que arranca esta nota es un clásico de la historia del poder en democracia. Siempre hay una tensión entre lo que un presidente decía cuando era candidato, y lo que hace cuando es presidente. Hasta hace cuatro meses, Javier Milei era un agitador, tal vez uno de los más talentosos agitadores que haya tenido la democracia argentina en sus jóvenes 40 años. Tenía un mensaje claro, coherente y proponía un plan sencillo para resolver los problemas del país. Ahora es el Presidente, y cuando los candidatos se transforman en presidentes, descubren una palabra mágica, que Milei usa mucho en estos días: “restricciones”. Los que le piden que cumpla lo que prometió no entienden las “restricciones”. En la sutil jerga presidencial, son “imbéciles”, “idiotas”, que no entienden las restricciones.

 

-Pero, ¿cómo? —podría reclamarle alguien— No recuerdo que vos comprendieras hace unos meses las restricciones de los otros…

 

Él se encogería de hombros con cierta razón. Un candidato, un agitador, no tiene como objetivo entender los problemas de aquellos con los que compite: su objetivo es destruirlos. Un presidente, en cambio, intentará siempre que los demás comprendan sus propias restricciones -la casta, la herencia recibida, la sequía, la guerra en Corea del Centro y todas esas cosas- mientras trabaja para lograr algo, al menos algo, de todo lo que dijo que sería tan fácil lograr. Un día, claro, se acabará la magia y vendrán los pases de factura. Son las reglas. Mientras, hay que pelear para que eso se demore lo más posible.

 

Pero en este caso hay algo particular, más de Milei. Porque no se trata solo de un presidente que no logra hacer aquello que prometió sino de alguien que abandona una cosmovisión, una forma de ver el mundo, una escala de valores. Durante los siete años previos a su llegada al poder, Milei sostuvo sistemáticamente que el sistema de precios era sagrado porque era el mecanismo, el engranaje, por el cual las sociedades humanas manifestaban sus preferencias y, de ese modo, orientaban a la producción de bienes y servicios. Ese sistema era el mejor posible para promover el desarrollo y el crecimiento. Cualquier intervención estatal, por el medio que fuera, generaba distorsiones que solo provocarían pobreza y estancamiento.

 

En distintas intervenciones, Milei le agregaba aditivos a ese argumento. Para eso recurría muchas veces a citas del austríaco Friedrich Von Hayek, el economista más renombrado de la Escuela Austríaca. Si alguien pretendía intervenir en el sistema de precios incurría en algo que Hayek llamaba “la fatal arrogancia”, es decir, en creer que podía encontrar un punto de equilibrio mejor que aquel que surgía del libre juego de las fuerzas del mercado. La situación era más grave aún. Solo había dos opciones para un gobierno: la libertad o el socialismo. Cualquier regulación generaba distorsiones que obligaban a poner más regulaciones, que provocaban aún más distorsiones para finalmente terminar en regímenes como el chavismo. Más o menos eso es lo que decía Hayek en Camino de Servidumbre, otro de los libros más citados por el Presidente.

 

O sea que, al fijar un precio, el de las prepagas, el Presidente ha decidido transgredir una serie de principios que, hasta el 10 de diciembre, eran la piedra de apoyo de todo su castillo conceptual.

 

Pero ojalá fuera la única transgresión. El Presidente decidió intervenir, y lo hizo con éxito, en el resultado de una negociación privada para establecer el salario de los camioneros. El Presidente ha decidido fijar el precio del tipo de cambio, en lugar de someterlo a las fuerzas del mercado. El Presidente privilegia el trato con algunos sectores de la economía y discrimina a otros, ya sea por medio del control de precios diferenciado o mediante el sostenimiento, la profundización o la creación de regímenes de excepción. El Presidente ha decidido, por si fuera poco, aumentar fuertemente algunos impuestos y mantiene por más tiempo del anunciado subsidios al transporte y a la energía.

 

Hay una cadena interminable de contrastes entre su doctrina y su práctica, entre el credo que guió la así llamada batalla cultural y los hechos concretos.

 

Ese detalle, que es cada vez más notorio, admite distintos análisis, que no necesariamente son contradictorios entre sí.

 

Puede haber sucedido que el Presidente, en muy poco tiempo, haya descubierto que todo aquello en lo que creía era un error. Esto es, que Murray, Milton, Robert y Lucas no tenían razón y que un Estado tiene que usar su poder con sabiduría para regular, en ciertos momentos, algunas de las relaciones que existen en la sociedad. Entonces, si un empresario, o un grupo de empresarios, abusan con los aumentos de precios, lo que corresponde es castigarlos en lugar de esperar que un competidor más eficiente o sensato los desplace del mercado.

 

Se trataría de un proceso demasiado vertiginoso, de una especie de epifanía, de algo un tanto violento. ¿En tan poco tiempo tirar tantos libros a la basura? Pero podría ser algo positivo. Es mil veces preferible un presidente pragmático a uno dogmático.

 

Lo segundo que puede haber ocurrido es que Murray, Milton, Robert y Lukas hayan sido apenas una herramienta para el Presidente cuando era candidato, y no una convicción, una referencia pero no una escala de valores sincera. Le servían a Milei para arengar en actos y polémicas y castigar al Gobierno, los presentaba como un plexo de creencias muy firme, como un sistema cerrado e innegociable. Pero, en realidad, ya sabía que el ejercicio de la presidencia consistiría en reemplazarlos por una interacción cansadora e interminable con la realidad. En ese toma y daca, correspondería aplicar un poco de intervención, y un poco de liberalismo, un poco de poder del Estado y un poco de laissez faire, todo en su medida y armoniosamente, como decía algún ex presidente.

 

En ese caso, estaríamos ante alguien con talento político, que juega el rol que corresponde a cada momento: rígido, simplista y terminante cuando es candidato, movedizo cuando es Presidente. Se trataría de alguien más inclinado a defender su poder que a defender los principios que antes enarbolaba. Y también de alguien que puede cambiar, a veces vertiginosa y violentamente.

 

El peor de los escenarios es que Milei siga creyendo que no es bueno para una sociedad regular precios, salarios y tipo de cambio -porque empobrece y, al final, lleva al comunismo-, pero que lo esté haciendo porque privilegia sus necesidades personales antes que sus convicciones. Por ejemplo, supongamos que para Milei es muy urgente llegar lo antes posible al dígito de inflación para mantener sus altos niveles de aprobación. En ese caso, tal vez fijaría algunos precios –como las prepagas o el tipo de cambio-, o mantendría por más tiempo algunos subsidios, de tal manera que la inflación baje más rápido de lo esperado. Y lo haría sabiendo que esas cosas alguien tiene que pagarlas, con peores servicios de salud o con un salto brusco del tipo de cambio en el futuro. En ese caso, no sería un gesto de pragmatismo sino de cinismo político: toda la sociedad pagaría para que él mantuviera la magia de la campaña por algunos meses más.

 

No sería el primero que lo hace, claro: pisar el dólar, por ejemplo, fue el principio del fin de la convertibilidad, del kirchnerismo, del macrismo, y de la última versión del peronismo. Es lindo mientras dura pero muy feo cuando estalla.

 

O, tal vez, lo que ocurre es que hay un contraste entre los valores del Presidente y su personalidad. Él cree en que las sociedades deben fluir libremente y que cada uno debe fijar el precio que le parece y atenerse a las consecuencias en el mercado, y que cualquiera puede opinar lo que le plazca sin sufrir escraches por parte del Aparato de Propaganda Estatal. Cree de verdad en eso. Pero, una vez en el poder, se enfurece cuando las cosas no funcionan como él quiere. Entonces escracha a los que le opinan en contra y combate con los empresarios que hacen lo que él permitió que hagan: como si hubiera un conflicto entre sus creencias y su capacidad para ser fiel a ellas.

 

En cualquier caso, no sería el primer liberal/libertario que recorre caminos imprevistos. Ludwig Von Mises, uno de los ídolos del Presidente, escribió en 1927: “No puede negarse que el fascismo y otros movimientos similares están llenos de buenas intenciones y que su intervención ha salvado, por el momento, a la civilización europea. Los méritos del fascismo le aseguran, por lo tanto, un lugar eterno en la historia. Pero así como su política ha traído la salvación hasta el momento, no es de aquellas que pueda asegurar éxito en el futuro. El fascismo fue una herramienta de emergencia. Sería un fatal error percibirla como algo más que eso”.

 

Tal vez, finalmente, las cosas sean mucho más simples. El viernes, Milei les dijo a los empresarios más ricos de la Argentina. “¡Van a tener que poner las pelotas!”. Les reclamaba que invirtieran más. ¿Y si no les conviniera porque, por ejemplo, no hay consumo o el dólar está demasiado bajo? ¿Por qué desde la poltrona alguien cree que puede indicarles lo que hacer?, preguntaría un libertario.

 

Un peronista, en cambio, aplaudiría: así se habla. Les dijo en la cara lo que había que decirles.

 

¿No será qué en el alma de todo argentino, al final, siempre anida un peronista, y que el peronista que ocupa el cuerpo del Presidente empieza a salir del closet?

 

Por las dudas habría que empezar a construir un canil para Juan Domingo. Murray, Roberto, Lucas y Milton lo recibirán sin problemas.